Farías, Víctor
Miércoles 01 de Julio de 2009
La DC y los comunistas
La Segunda
Las agencias internacionales informaron hace un tiempo que “el partido político más antiguo de Guatemala, la DC, fue clausurado después de 41 años, debido a que no alcanzó el 5% mínimo para mantener la legalidad”. El proceso que conduce a la DC chilena a un abismo semejante pasa por el problema de sus vínculos con el Partido Comunista como algo decisivo. Por eso quienes pretenden convencernos de sus fundamentos humanistas y cristianos debieran reflexionar sobre una realidad elemental, a saber, lo que los comunistas piensan realmente de ellos. De una reunión del Sexto Congreso del KOMINTERN se conservó un acta que contiene el discurso del legendario camarada Giorgi Dimitrov en el que se definía la táctica a emplear con “sectores del clero democratacristiano” y otros simpatizantes o colaboradores: “Hay que trabajar más y más con políticos que no tienen fuerza electoral, que tienen necesidad de votos y hasta de auditorio. Ellos están dispuestos a vender su alma al diablo… bon marché, y nosotros se la compramos”.
Los comunistas chilenos nunca han ocultado lo que piensan de la DC pese a todos los servicios prestados. En 1971, en un Comité Central del 26 de junio, Volodia Teitelboim hacía el más duro juicio sobre Eduardo Frei Montalva, acusándolo nada menos que de proteger activamente a los asesinos del general René Schneider. En las calles de todo Chile los comunistas vociferaban en los ’60: “¡Allá van, ésos son, los asesinos de Puerto Montt!”, aludiendo a Edmundo Pérez Zujovic y sus camaradas. Y lo que Pablo Neruda escribió en su lecho de muerte es de antología: “Frei es un hombre curioso, sumamente premeditado. Estalla a menudo con risas violentas, carcajadas estridentes que salen de un rostro preocupado, serio, vigilante de la aguja con que cose su hilo político. Es una risa súbita, que asusta un poco, como el graznido de ciertas aves nocturnas. La figura de Frei se hará cada año más sombría y su memoria tendrá que encarar algún día la responsabilidad del crimen”. Pese a todo esto y mucho más, en el año 60 Gabriel Valdés profetizaba que Cuba debía ser al poco la mayor potencia política y económica de América Latina.
Mi abuela me decía que “perdonar es de cristiano, pero olvidar es de tonto” y eso rige tanto más cuando el camaleón se convierte en tonto útil. El diablo suele ser más cruel con sus más fieles servidores.
jueves, 2 de julio de 2009
LA DC Y LOS COMUNISTAS
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