jueves, 30 de julio de 2009

LA SEMANA DEL ODIO


La semana pasada tuvimos la ocasión de presenciar y sentir in situ el odio y el resentimiento que aún tiene un sector de la sociedad, a raíz de la propuesta de la Iglesia Católica de indulto generalizado a presos que tuvieran cierta edad.

Cuando escuché la propuesta, enseguida supe que iban a ver casos emblemáticos, a los cuales no se les otorgaría el indulto. Sin embargo, la Iglesia Católica chilena nunca tuvo reparos con los terroristas que fueron condenados a cadena perpetua, que asesinaron a personas inocentes y pusieron bombas antes, durante y después del Gobierno Militar. Allí no hubo casos emblemáticos para la Iglesia porque los asesinados no eran de izquierda. Eran seres humanos de segunda y tercera categoría. A monseñor Goic lo habrá asesorado monseñor Baeza para excluir al general Contreras.


Ya antes se había pronunciado el líder derechista Carlos Larraín por la tele, quien dijo ‘no le hubiera haber gustado en el lugar de los tenientes en 1973’. Sin embargo, cuando le preguntaron por Contreras o el brigadier Espinosa se quedo callado.

En efecto, en la semana pasada conocimos el odio de diversos actores de la izquierda, incluyendo a la Presidenta. Cuando salió por las noticias que la Presidenta Bachelet estaría dispuesta e indultar, lo encontré un poco sospechoso, ya que ella nunca ha hecho gestos por la reconciliación. Por tanto, cuando entrevistaron al ex candidato a la presidencia el derechista y actual candidato al senado por la V Región Costa , Joaquín Lavín, quien sostuvo que la Presidenta ha hecho gestos por la reconciliación. El bachelismo aliancista lo tiene cegado.

El primero que le escuché por la tele mostrándose contrario al indulto, fue al actual ministro de Obras Públicas, militante del PPD y ex ministro de Allende, Sergio Bitar. Después estuvo la declaración del diputado del PPD, Jorge Tarud, quien dijo que sería ‘escandaloso’ que fuese indultado el general Manuel Contreras. Para mí es escandaloso que los terroristas hablen de los DD.HH y de la democracia que destruyeron, y que ocupen cargos del aparato del Estado como José Goñi, Patricio Bustos y el subsecretario de aviación, Raúl Vergara Meneses, quien después de su breve prisión en Chile fue Nicaragua a unirse a los Sandinistas y otros que han ocupado cargos en el Estado. El ministro socialista José Antonio Viera Gallo y ex ministro de Allende también se puso contrario al indulto. La propuesta del candidato de izquierda e hijo del terrorista Miguel Enríquez y del padre adoptivo terrorista del Mir, el senador Carlos Ominani, Marcos Enríquez Ominani de que indultaría si y sólo si estuviesen Alzheimer.

Es cruel. Es lo mismo que decir que mueran en la cárcel. Además , ¡Qué raro no dijese nada cuando el DC Alwyn y el socialista Lagos indultaron a varios terroristas! El que coronó la torta, según mi modesta opinión, fue el columnista y rector de la universidad Diego Portales, Carlos Peña en su última columna ‘No al indulto’ en ‘El Mercurio de Santiago’. En vez de estar fuera de la política una generación de fracasados que tanto daño le hizo al país. Peña, por el contrario, no dice nada aquellos terroristas del Mir que usaron la violencia para acceder al poder y que mataron antes del 11 de septiembre, que siguieron matando cuando fue disuelta la DINA y la CNI. Y siguieron matando en democracia. Ni menos se pronuncia sobre del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. En fin, el abogado y rector es partidario del doble estándar en materia legal

El profesor de filosofía, Juan Antonio Widow nos describe muy bien la patología del odio que, por cierto, comenzó a mediados de la década del 60 del siglo pasado por parte de la izquierda, continuada 20 años después del Gobierno Militar y que hoy día vemos replicada en países como Venezuela: “Se le suele asociar a la ira, pero ésta, aunque aparentemente sea más violenta que el odio, por lo mismo que es una descarga de furia, es más pasajera: cuando se ha echado fuera la indignación, se acaba el combustible y la ira necesariamente ve apagarse su ardor. Pero si tras la ira hay odio, éste permanece: no se consume junto con el arrebato de cólera. Al contrario, si la ira ha alimentado rencores, éstos secretamente afincan las raíces del odio…Si no requiere de manifestaciones externas para afirmarse, el odio es perfectamente compatible con formas de conductas educadas y cortesas. Una bienvenida afable, una sonrisa acogedora, una conversación comedida o una atención obsequiosa pueden perfectamente ser la máscara que la vida mundana ofrece para disimular el odio, el cual, si se deja llevar por la destemplanza, puede ver disminuida su eficacia, que consiste en el poder para pro-curar un mal”. El profesor me rectificó, no era rabia como supuse en mi artículo ‘Seres rabiosos’, sino odio.

La acusación de ‘crimen de lesa humanidad’ que le imputan al general Contreras no tiene validez, porque el tratado que recientemente suscribió Chile por el Tribunal Penal Internacional comienza a regir desde el presente al futuro y del presente al pasado, por mucho que les gustará a los resentidos progresistas. Por tanto, la Ley de Amnistía de 1978 está vigente para el general Contreras y, por ende, las condenas y juicios tienen valor nulo. Las condenas se han basado en presunciones y en falsos testimonios. Por consiguiente, la Concertación y el actual gobierno de Chile le están violando sistemáticamente los derechos humanos a los uniformados. Debido proceso significa aplicar la prescripción, la igual de la ley; cosa que el gobierno de Bachelet ha socavado el Estado de Derecho en forma reiterada. Ningún político derechista y militar en retiro ha dicho tal cosa en defensa de los militares, ni menos decir por la televisión que los terroristas del Mir y del Frente violaron los DD.HH.

De los candidatos a la presidencia que se han pronunciado al respecto y exigiendo igualdad ante la ley es el candidato del PRI y el ex demócrata cristiano, Adolfo Zaldívar. Igualmente, destaca el diputado Enrique Estay, quien también ha exigido lo mismo y el juez Juan Guzmán. ¡Cosa rara este último!

Después de todo, la excepción que se le quiere hacer al general Contreras es una forma demonizarlo y difamarlo igual que en los procesos de Moscú en la época de Stalin. Es el minuto de odio que tiene el socialismo o progresismo chileno, cada vez que nombran a alguien de la DINA o CNI. Basta leer los blogs del ‘Mercurio de Santiago’ cuando nombran a Contreras o a Krassnoff.

En una cosa estamos ciertos, los actuales progresistas nunca ha estado a altura de sus predecesores que hace más de 60 años amnistiaron a sus adversarios. El odio y el resentimiento son más fuertes al contrario de lo que decía Juan Pablo II.

Si la Presidenta Michelle Bachelet no es la Presidenta del Odio, entonces indulte a Manuel Contreras.
posted by Javier Bazán.


No hay comentarios: