ADMINISTRACIÓN DE CRISTINA FERNANDEZ

Administración de Cristina Fernández:
Polémica por una lujosa flota aérea paralela de los Kirchner

Se trata de al menos dos aviones no oficiales, en los que vuelan empresarios y políticos, además de la familia presidencial.

El Mercurio


Florencia, la hija de la Presidenta argentina Cristina Fernández, hace esperar hasta diez horas a una tripulación. Su padre, el ex Mandatario Néstor Kirchner, es más complicado: tiene mal carácter, no mira a nadie, y sólo abre la boca cuando consulta ante una turbulencia. Le tiene miedo a volar. También "viajan" diversos adornos pedidos con urgencia, como un jarrón que Cristina necesitaba en Santa Cruz.

Se trata de una flota aérea paralela del kirchnerismo, que funciona desde mayo, traslada también a empresarios amigos y a gobernadores, y consta de por lo menos dos aviones. El mejor es un Challenger, de un valor cercano a los US$ 10 millones. El otro, un Lear Jet 35, de US$ 2,5 millones. Hay un tercero, que llegó en febrero: el polémico Lear Jet 31 A, de patente norteamericana, que el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime usaba como propio.

Por qué el núcleo presidencial ha elegido esas alternativas de vuelo a pesar de contar con cuatro aviones oficiales (los Tango 01, 02, 03 y 10) y un helicóptero es otro de los múltiples agujeros negros de la política argentina que no ha podido ser aclarado: voceros de Fernández se negaron a responder las preguntas de La Nación.

La hora de alquiler de estos jets cuesta entre 3.500 y 4.000 dólares. Ir, por ejemplo, desde Buenos Aires hasta Río Gallegos tiene un valor de unos US$ 10 mil.

El mayor de los misterios se centra en los propietarios. En los papeles, Gustavo Carmona, piloto y empresario de muy buena relación con la Casa Rosada, es el dueño del Challenger. Y la firma Aires Argentinos es dueña del Lear Jet 35.

En el sector, no obstante, aseguran que el dueño sería alguien más poderoso: Sergio Velázquez, piloto del Tango 01, conocido como "el Potro", quien muestra las aeronaves a potenciales clientes para que las arrienden en los días en que el kirchnerismo no las usa.

Los objetos transportados son desde hace tiempo motivo de conversación. En una empresa de taxi aéreo se sorprendieron una vez al ceder un Cessna Citation sólo para trasladar un espléndido jarrón para la Presidenta Fernández, que lo esperaba en Santa Cruz.

Las críticas no tardaron. "El desparpajo con que los Kirchner manejan los fondos públicos es el mismo que mostraba Carlos Menem en los años 90. Confunden el patrimonio público con el particular al mejor estilo de los sultanes", señaló ayer el diputado radical Pedro Azcoiti, en el sitio web de La Nación.