COMENTARIO:
Arica, siempre Arica. Sacaron, por órdenes de Cheyre, los corvos de los cerros, avisaron al cholo: "Somos ciudad abierta".
Evo Morales ha decidido ofrecer mejores posibilidades a los agricultores bolivianos que trabajan en Azapa, en la provincia chilena de Arica. Según los residentes vecinos, su situación es lastimosa, sus hijos deben caminar largas distancias para asistir a la escuela, están legalmente imposibilitados de adquirir propiedades rurales y el decaimiento de esa provincia los golpea de modo severo. Para resolver sus penurias, el gobierno boliviano les promete tierras en la provincia de Santa Cruz.
Hace ya años que, infructuosamente, este diario ha venido instando a las autoridades para que intervengan en la sostenida crisis que aqueja a Arica y Parinacota. La respuesta más publicitada fue la creación de una región autónoma, que no se autosustenta. Así, territorios de la mayor importancia geoestratégica están abandonados. La defensa de la soberanía que se juega en La Haya toca también a Arica, pero, en los hechos, persiste su despoblamiento, la industria ha desaparecido, el comercio decae, los efectivos castrenses disminuyeron y se registran en esa zona las más altas tasas de cesantía, pobreza y criminalidad, y las de menor crecimiento del país. Su conectividad con Bolivia depende de caminos en malas condiciones y el ferrocarril, parte del tratado de paz con Bolivia, está abandonado.
Por lamentable paradoja, Arica tiene un potencial considerable. Sus ventajas agrícolas no se aprovechan por falta de inversiones en embalses, pozos y plantas desalinizadoras. La minería está restringida por presiones ambientalistas y de supuesta seguridad nacional. Sus posibilidades de convertirse en un polo educacional se han malogrado. Bien podrían establecerse becas especiales y premios, bonos y facilidades para investigadores y profesores calificados, mediante programas que, además, podrían atraer a chilenos de otras zonas y a peruanos y bolivianos en beneficio de la integración. Su clima excepcional y sus variadas oportunidades turísticas y arqueológicas se desaprovechan por la ausencia de estímulo a los emprendimientos privados.
Las condiciones de Arica y Parinacota, en cuanto zonas aisladas, son tanto o más excepcionales que las de Isla de Pascua, donde no se paga impuesto a la renta ni IVA. Los planes burocráticos y los inorgánicos subsidios hoy existentes son insuficientes e ineficientes.
Habrá que esperar un cambio de gobierno y políticas imaginativas para hacer en Arica lo que los anteriores no han hecho. Si alguien tenía dudas sobre el abandono de esa región, debería descartarlas. Desde luego, los bolivianos no las tienen, y deberíamos avergonzarnos.
4 Comentarios publicados
Posteado por:
Roberto Finat Díaz
02/01/2010 11:19
[ N° 1 ] ¿La vendieron?.
¿La dejan secarse, para que esta espléndida rama del árbol patrio "se" caiga sola?.
Es imposible que en 20 años NADA haya resultado en favor de Arica, es im-po-si-ble.
Esta "decadencia", ya seguro provocada, tiene el ADN malintencionado de la Concertación.
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Con la colaboración entusiasta de la "alianza" legislaron la nueva región in sustentable
y, ¿de modo deliberado?, legislaron incluyendo error en los límites internacionales de ella y de la patria, error muy apreciado por los agresivos peruanos.
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¿Qué mascarada realizan "gobierno" y su manceba "oposición"?.
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¿Cómo han logrado en 1/5 de siglo poner en peligro el norte y el sur de Chile, y
permitir el germen del separatismo en la Araucanía e Isla de Pascua?.
Para colmo han enviado oficiales generales de débil carácter a hacer el ridículo o aguantar amenazas e injuria justo en los países más asaltantes. Como queriendo enseñar a los soldados y marinos de chile que resistir es inútil, como que ahora tocara arriar bandera y rendirse ante cualquiera.
domingo, 3 de enero de 2010
ARICA, SIEMPRE ARICA
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