lunes, 4 de enero de 2010

DD.HH.: los obispos no las consideraron, ni los políticos tampoco


COMENTARIO
¿Cómo los dejan que pontifiquen sobre DD.HH.?.
Por la falta de combatividad de la mayoría de la gente decente de Chile es que estamos derrotados por nadie y ante nadie.
Lea, por favor, lea:
Atte.,
Roberto Finat

REPORTAJES

Domingo 8 de Diciembre de 2002

COIMAS. A 52 días del estallido del caso:
Revisión técnica de un accidente

La causa, caratulada como cuasidelito de homicidio, permanece en el archivo judicial de Rancagua. Lo que le sucedió al empresario Óscar Zepeda, concesionario de dos plantas de revisión técnica, da paso al inicio del escándalo por coimas en el proceso de adjudicación de estos negocios en la VI Región.

M. ANGÉLICA PÉREZ FERRADA
El Mercurio.

El Alfa Romeo rojo, del '98, propiedad del empresario Óscar Zepeda Zepeda - concesionario de dos plantas de revisión técnica en Rancagua- se estrelló a las 5.30 de la madrugada del 9 de septiembre de 2000. El Caso Coimas, la peor pesadilla de la Concertación, comienza aquí: esta hora da paso al inicio de la serie de irregularidades por adjudicarse las plantas de revisión técnica de la VI Región.


Óscar Zepeda, acompañado por Leonardo Guillén Órdenes, abandona esa noche la salsoteca San Juan de Machalí, administrada por Tomás Rajcevich. El negocio ya había despertado el interés del empresario Carlos Filippi (su actual dueño), pero sólo después del incendio que destruyó el inmueble en marzo de 2001 pudo concretar sus ambiciones.

Zepeda y Guillén no estaban solos el 9 de septiembre: uno de los empleados que trabajaron esa noche recuerda que "andaban con unos amigos". Guillén, sin embargo, a pesar de estar reacio a entregar cualquier información, desmiente que se hayan reunido con Filippi y señala incluso que "hasta ahora no lo conozco".

Minutos después, Óscar Zepeda pierde el control de su vehículo en una recta a la altura del kilómetro 5 de la avenida San Juan, en la comuna de Machalí. "Mi amigo Óscar Zepeda nunca pasaba el auto para que lo condujera otra persona y el día del accidente conducía él y no sé muy bien lo que pasó, no recuerdo si iba a exceso de velocidad", declaró Guillén a los tribunales.

El parte policial Nº 545 que deja constancia del accidente no está registrado en la subcomisaría de Machalí y tampoco en la 3ª Comisaría de Rancagua Oriente. Anotaciones hechas a mano en uno de los libros de esa unidad contienen casi los mismos elementos del parte que sí es posible encontrar en el expediente judicial.

"Óscar Humberto Zepeda Zepeda, 54 años, casado, chileno (...) conducía el automóvil particular marca Alfa Romeo, color rojo, P.P.U. SP- 9714, por la citada vía (kilómetro 5 de la avenida San Juan, comuna de Machalí) de Oriente a Poniente, por causas que se desconocen perdió el control físico del móvil, saliéndose de la arteria, chocando con un poste de la vía telefónica, ubicado al costado derecho de la vía, para posteriormente caer a un canal de regadío existente en el lugar", señala el parte policial enviado con fecha 9 de septiembre de 2000 por la 3ª Comisaría de Rancagua Oriente al 2º Juzgado del Crimen de esa ciudad.

Y agrega: "Como consecuencia de lo anterior y a raíz de las lesiones sufridas, falleció en el mismo lugar de los hechos el conductor Óscar Humberto Zepeda Zepeda, resultando además, Leonardo Ricardo Guillén Órdenes, 46 años, casado, chileno (...) con tec cerrado, herida cortante axilar, luxo fractura rodilla izquierda de carácter grave, según diagnóstico del médico de turno del Hospital Fusat de esta ciudad, lugar donde fue trasladado, quedando internado en el citado centro asistencial".

La calzada, de acuerdo al documento, era de asfalto y estaba en buen estado, mojado, producto de aguas lluvias. El tramo, recto. La visibilidad, buena. Causa probable: el conductor lo hacía en estado de ebriedad y a exceso de velocidad. Los resultados de la alcoholemia, sin embargo, sólo estarían listos dos días después.

"¡Lo estaban enterrando cuando le cierran las plantas!"

Casi igual de rápido que la alcoholemia procede el Seremi de Transportes de la VI Región, Lincoln Pérez. Toma una drástica decisión: cerrar las dos plantas de revisión técnica de las cuales Zepeda era concesionario.

Aníbal Pérez, diputado PPD absuelto por la Corte de Apelaciones de Rancagua luego de la petición para desaforarlo, cuenta:

"Lo estaban enterrando cuando le cierran las plantas! ¡La viuda estaba derrumbada! El Seremi dejó a 30 personas cesantes y un caos en la única planta de revisión técnica que quedaba abierta en Rancagua, paradojalmente de propiedad de Carlos Filippi. Reclamé por esto y lo hice abiertamente, en una conferencia de prensa. Consideré que era una torpeza de la autoridad, un descriterio, atornillaba al revés. Llamaba la atención que en La Serena, donde el señor Zepeda tenía otra planta, el Seremi de la IV Región no cierra el negocio, da un plazo a la viuda para que regularice la situación", dice.

La medida de cierre se toma tan intempestivamente que ya el miércoles 13 de septiembre, a las 17 horas, habían sido retirados de ambas plantas en cuestión los certificados que entregan las revisiones técnicas. El Seremi aclaró que su determinación se ajustaba a la ley, puesto que la concesión de estos locales es "intransferible" e "intransmisible", por lo cual la viuda de Zepeda, María Ana Gálvez Humeres, no podía heredar dicha concesión y legalmente lo que correspondía, por tanto, era el cierre de los locales.

Según el decreto supremo Nº 156 de 1990, del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, las concesiones para operar plantas revisoras efectivamente son "intransferibles" e "intransmisibles" y se adjudican en un proceso de licitación pública, por lo que el deceso de Zepeda abría la posibilidad de un negocio. Más aún cuando los posibles nuevos concesionarios había que buscarlos entre aquellos empresarios instalados en la zona. Carlos Filippi, quien en ese entonces era concesionario de una planta de revisión técnica ubicada en Calle 5 Nº 520 del Parque Industrial, en Rancagua, se transformó en la mejor alternativa para adjudicarse el negocio.

Pero el Ministerio de Transportes dicta el jueves 21 de septiembre una resolución mediante la cual otorga a la viuda de Zepeda un plazo de 60 días para obtener la posesión efectiva de la propiedad y ser así notificada del cierre.

Un oficio, con fecha 24 de octubre del 2000, dirigido por el Seremi al subsecretario de Transportes Patricio Tombolini y con copia al entonces ministro de Transportes, Carlos Cruz, solicitó permiso para efectuar revisiones técnicas en un lugar distinto al local autorizado. Se explica que la muerte de Zepeda implicaba el próximo cierre de sus dos plantas, lo que provocaría un atochamiento, pues la capacidad instalada en Rancagua se reduciría a un tercio.

La posibilidad de otorgar a Filippi la facultad de que haga revisiones técnicas en un lugar distinto del local autorizado es consultada a Santiago. En una carta de Lincoln Pérez, dirigida el 27 de noviembre a Patricio Tombolini, el Seremi señala: "Teniendo en cuenta que el proceso de licitación de nuevas plantas recién comienza y que estamos a casi un año para que dichas plantas comiencen a operar, la solución legal que puede encontrarse para seguir operando esas dos concesiones es que con arreglo al artículo 6º párrafo 3º del Decreto Supremo 156 de 1990: 'excepcionalmente, por resolución fundada, el Secretario Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones podrá autorizar a una planta revisora para que practique revisiones en un lugar distinto al local autorizado (...)"'

La respuesta de Tombolini llega el 29 de diciembre. En una misiva, firmada exclusivamente por él, decreta el cierre de las concesiones de las plantas revisoras de Rancagua que estaban en manos de Zepeda. Y señala: "En cuanto a la solución legal que propone (Lincoln Pérez) para que dichas plantas continúen operando, con arreglo al artículo 6º del DS Nº 156/90, no se ajusta a lo dispuesto en el artículo 2º del mismo texto reglamentario, en el sentido que las concesiones para operar plantas revisoras son intransferibles e intransmisibles. La solución que Ud. plantea a que alude el citado artículo 6º, consistente en permitir excepcionalmente a las plantas concesionadas de la región, por resolución fundada, para que practiquen revisiones en un lugar distinto al local autorizado, Ud. podrá ejercer dicha facultad tratándose del resto de las plantas, excluidas las del fallecido concesionario".

Esto permite a Lincoln Pérez autorizar el funcionamiento de la nueva planta a Filippi, en Av. Cachapoal 1300, lugar del antiguo emplazamiento de uno de los negocios de Óscar Zepeda.

Por qué se estrelló el Alfa Romeo

El cierre apresurado de las plantas de revisión técnica de Zepeda detonó más de alguna sospecha en la comunidad. "No quiero prejuzgar nada. Yo sé que han circulado algunos rumores", reconoce el diputado Aníbal Pérez.

¿Qué provocó que Óscar Zepeda estrellara su Alfa Romeo contra un poste telefónico? El expediente judicial señala que se encontraron huellas de frenada en una extensión aproximada de 80 metros. El único testigo del accidente y acompañante del difunto en el vehículo, Leonardo Guillén Órdenes, declara que "en una recta yo sólo sentí un golpe y no sé lo que pasó, ese día habíamos bebido algunos tragos y nos vinimos de la salsoteca como a las cuatro y media de la mañana, yo no recuerdo muy bien el accidente". Carabineros de la 3ª Comisaría Rancagua Oriente afirman que "Guillén Órdenes desconoce el orígen del accidente", aunque el único sobreviviente, a dos años del accidente, no cree que haya habido participación de terceros.

La alcoholemia al conductor arroja 2.6 gramos por 1.000. No se adoptaron medidas para la protección del sitio del suceso. Tampoco se realizaron exámenes toxicológicos al cuerpo de la víctima.

Zepeda, de acuerdo al informe de autopsia, muere a los 54 años sin presentar fracturas en su cráneo, columna vertebral o extremidades. En cambio, sí hay fractura en el esternón, además de infiltraciones marcadas bilaterales en el cuello. Causa necesaria de la muerte: taponamiento cardíaco por ruptura aórtica.

El sobreseimiento temporal de la causa judicial, con fecha 5 de febrero de 2001, se explica por falta de antecedentes: "hasta que aparezcan mejores y mayores datos para la investigación", dice el expediente.

CRONOLOGÍA

Episodios del "Caso Coimas"

Año 2000

9 de septiembre: Muere el empresario Óscar Zepeda, concesionario de dos plantas de revisión técnica en Rancagua.

12 de septiembre: Seremi de Transportes de la VIII Región, Lincoln Pérez, decreta el cierre de las dos plantas de revisión técnica de Zepeda.

21 de septiembre: Ministerio de Transportes dicta una resolución mediante la cual otorga a la viuda de Zepeda, María Ana Gálvez, un plazo de 60 días para obtener la posesión efectiva de la propiedad y ser así notificada del cierre.

23 de septiembre: Reapertura de las plantas de Zepeda.

26 de septiembre: Solicitud del empresario Carlos Filippi a Carlos Mora, jefe del departamento de coordinación regional de la subsecretaría de Transportes, para instalar una nueva planta en Rancagua. Ofrece emplazarla en un terreno cerca de su planta.

3 de octubre: Carlos Mora le contesta a Filippi que no se puede acceder a esa petición.

Octubre: Gabriel Alamo, concesionario de una bencinera, toma contacto con Filippi para ofrecerle una planta de revisión técnica. Le dice que tiene contactos con la subsecretaría de Transportes. Informa a Filippi que al intermediario de la gestión hay que entregarle dos millones de pesos mensuales mientras permanezca abierta la planta.

13 de octubre: Carlos Filippi envía una nueva solicitud dirigida al Seremi, solicitando practicar revisiones técnicas en un lugar distinto del original. Comienzan negociaciones con la viuda de Zepeda para arrendarle una de sus plantas por cinco millones mensuales de pesos.

24 de octubre: Oficio dirigido por el Seremi al subsecretario de Transportes, Patricio Tombolini. Expone que Carlos Filippi solicitó permiso para efectuar revisiones técnicas en un lugar distinto al local autorizado. Se explica que la muerte de Zepeda implicaba el próximo cierre de sus dos plantas, lo que provocaría un atochamiento, pues la capacidad instalada en Rancagua se reduciría a un tercio.

27 de noviembre: Nueva carta del Seremi dirigida a Patricio Tombolini. El Seremi propone a Tombolini que sea el Secretario Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones quien autorice a una planta revisora para que practique revisiones en un lugar distinto al local autorizado, con arreglo al artículo 6º párrafo tercero del Decreto Supremo 156 de 1990.

29 de diciembre: Resolución de Tombolini autoriza a las plantas de la región a practicar revisiones técnicas en un lugar distinto del original. Es el pase que necesitaba Filippi.

Año 2001

Primeros días de enero: Se cierran definitivamente las plantas en manos de la viuda de Óscar Zepeda.

10 de enero: Seremi de Transportes de la VI Región, Lincoln Pérez, autoriza funcionamiento de la nueva planta a Filippi, en Av. Cachapoal 1300 (lugar del antiguo emplazamiento de una de las plantas de Zepeda).

11 de enero: Alejandro Chaparro, colaborador del ex ministro de Obras Públicas (Carlos Cruz), y Eric Leyton Rivas, jefe de finanzas del Sence, cobran un vale vista de 15 millones de pesos que estaba a nombre de Filippi. Según el empresario Carlos Filippi, el pago estaba dirigido al subsecretario de Transportes, Patricio Tombolini.

12 de enero: Empieza a operar la nueva planta de Filippi, con el compromiso de compartir utilidades con Gabriel Álamo. Filippi comienza a pagar cinco millones a la viuda de Zepeda por concepto de arriendo y asegura que continuó efectuando depósitos en la cuenta del diputado PPD Víctor Manuel Rebolledo.

Año 2002

Enero: Filippi compró en 18 millones de pesos la planta a la viuda de Zepeda, en tres cheques de seis millones de pesos cada uno.

24 de abril: Primer reportaje de Canal 13 denuncia irregularidades en la entrega de revisiones técnicas en una de las plantas de Filippi.

18 de octubre: Tras ser procesado por emisión fraudulenta de revisiones técnicas, Filippi denuncia el pago de coimas a Tombolini y Rebolledo.


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