miércoles, 31 de marzo de 2010

CANAL 13: UNA GRAN NOTICIA



Canal 13 cuenta con un nuevo director:
Marcelo von Chrismar ha tenido la generosidad de
aceptar uno de los cargos más difíciles que
pueden ejercerse hoy en la vida pública del país.
Después de una muy exitosa gestión al
frente del Duoc y recientemente premiado por ser
un entusiasta defensor de la vida y de la
familia, el destacado universitario ha invocado a
Dios -Quien ciertamente quiere un Canal a la
medida de su Evangelio- y se ha dispuesto a
iniciar una tarea titánica.
Para conducir sus pasos adecuadamente,
cuenta con las lúcidas orientaciones del rector
Sánchez, quien ha sido claro: Canal 13 debe ser
una estación con identidad católica, con un
tamaño proporcionado a esa exigencia y con una
salud financiera que no ponga en riesgo otros
ingresos de la Universidad.
Esa triple exigencia recae, como es
obvio, sobre la programación: lo que sale al
aire, eso es el Canal. Pero, detrás de la
parrilla, hay tres instancias de las que depende
todo el empeño de restauración de Canal 13.
Por una parte, las personas. Con los
actuales equipos, con los rostros de hoy, con las
concepciones vitales que ellos encarnan, ¿alguien
cree que se puede hacer el Canal que se necesita?
En segundo lugar, la propia Universidad.
Porque resulta insólito que la mejor corporación
educativa del país haya sido científica y
culturalmente marginada de las pantallas de su
propia estación, por razones de rating. Ya es
hora de que los hombre de la PUC hablen claro por
las pantallas de un retornado angelito.
Y, finalmente, los exalumnos de la
Universidad que están en posiciones de poder. Y
sobre todo, aquellos que figuran en los niveles
en que se maneja el dinero grande: a ellos les
correponde -como se intentó ya con Fernando
Coloma- que el financiamiento de una programación
sana y positiva sea respaldado adecuadamente por
una publicidadS sana y positiva.
Una nueva opción cultural podría así
abrirse paso; para eso será clave, como bien lo
ha postulado tantas veces el profesor Raúl
Lecaros, que Marcelo von Chrismar cuente con la
autoridad plena y con un tiempo razonable.

Gonzalo Rojas Sánchez


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