Por Gonzalo Rojas Sánchez
De las pocas cosas rescatables de la vida
y obra de J.F. Kennedy (en los 50 años de su
elección) nos quedó su famosa frase: "No
preguntes lo que América puede hacer por ti sino
lo que tú puedes hacer por América".
Ciudadano chileno que votaste Piñera,
blanco o nulo, ya es hora (porque apenas van dos
semanas) que te preguntes qué estás haciendo por
el bien común en tu Patria (Matria).
Si eres un damnificado directo del 27 de
febrero, no descartes la pregunta; simplemente
compleméntala con tu legítima interrogante sobre
la acción reconstructora del Gobierno.
Pero si no estás directamente
perjudicado, la frase se te aplica desnuda, pura.
Para los que votamos nulo o blanco, la
obligación recae directamente sobre la custodia
de aquellos bienes que vimos amagados por las
torpes iniciativas de Allamand y Chadwick en
materias destructoras de la familia o por las
frívolas consideraciones del candidato
presidencial respecto de la píldora del día
después. Nuestra obligación de vigilancia y
promoción del irrestricto respeto a la vida y a
la familia siguen totalmente vigentes, aunque
Moreira nos anuncie que está en guardia. Qué
chusto.
Para los que votaron Piñera, el
compromiso con su programa es equivalente. Todo
lo bueno que hay en muchas iniciativas escritas y
prometidas, debe ser potenciado no sólo por
funcionarios y parlamentarios afines, sino por la
infantería de la Alianza, que harta falta hace
que se vea que existe y que está activa.
Quizás unos y otros nos distanciemos
mutuamente en algunos temas; nada de raro sería.
Pero lo peor es que se produjese una completa
desafección de todos respecto de las tareas de
Gobierno. A los de a pie nos corresponde apoyar
la marcha gubernamental o criticarla y ofrecer
mejores soluciones.
Borrarnos, no, por ningún motivo.
miércoles, 24 de marzo de 2010
INFANTERÍA DE LA ALIANZA
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