domingo, 14 de marzo de 2010

LOS CERRILLOS: COSTOSA FALTA


El Mercurio

Entre otras graves deficiencias institucionales y materiales, el terremoto evidenció la enorme e impensada fragilidad del sistema aeroportuario chileno. El cese de operaciones del aeropuerto de Concepción y, especialmente, la severa restricción al funcionamiento del de Santiago incrementan la gravedad de la crisis y en sí mismos irrogan cuantiosas pérdidas.

Por la realidad geográfica de Chile y sus características demográficas, la limitación de las operaciones del aeropuerto de Santiago prácticamente paralizó el transporte aéreo nacional, causando pérdidas a las aerolíneas nacionales y extranjeras, y también a miles de pasajeros. Peor aún, si cabe, el sistema productivo nacional no puede hasta ahora utilizar el transporte aéreo en condiciones de normalidad.

Cuando hace algunos años se polemizó sobre el cierre del aeropuerto de Los Cerrillos, diversos sectores previnieron —lamentablemente, sin ser escuchados por la autoridad— sobre los múltiples costos y aun riesgos geopolíticos que eso implicaba. Además, las promesas gubernamentales de entonces respecto de un nuevo aeropuerto alternativo para Santiago no se han hecho realidad, y nada indica que vaya a serlo en breve. Esto contrasta con la realidad de prácticamente la totalidad de los países desarrollados, cuyas principales ciudades cuentan con al menos dos aeropuertos de importancia.

Han transcurrido más de tres años desde que el aeropuerto de Los Cerrillos fue clausurado, sin que esto se haya traducido en un proyecto urbano relevante. Eso se debe en parte a la falta de interés inmobiliario por la crisis económica, pero también —como el tren al sur y el Transantiago— a que hubo en toda esta iniciativa desprolijidad y exceso de voluntarismo. En medio de la actual crisis, el presidente de la Federación Aérea de Chile ha sugerido la posibilidad de reabrir Los Cerrillos, pero, al parecer, eso no sería factible, y la propia Dirección de Aeronáutica Civil ha ratificado su imposibilidad.

En este cuadro, parecería que la mejor opción para reparar el daño es acelerar la habilitación del aeropuerto de Quintero, aunque no sea definitiva, de modo que el de Santiago pueda contar con una alternativa real frente a cualquier emergencia. También sería nece-sario reforzar el aeródromo de Peldehue y acelerar la construcción del nuevo aeropuerto de la Región de Coquimbo, que se puede transformar en otra importante alternativa al de la capital.




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