
Estimados camaradas:
Como ya deben haber tomado conocimiento, condenaron definitivamente a los Coroneles Zírpolo y Arias a 20 años de prisión a cada uno. Juzgo importante que se enteren de algunos detalles de la forma en que se desarrolló el juicio para que se tenga en cuenta por si algún día...
En primer lugar deseo que sepan que en esta última parte de esta parodia de juicio, asistí a todas las audiencias y estuve en contacto diario con ambos camaradas especialmente con Zírpolo que es compañero de pomoción.
La farsa fué permanentemente acompañada por esa mersa pagada por los intereses del enemigo desplegando banderas y fotos de los delincuentes subversivos que son oriundos de esta zona.
En el caso de Arias, lo condenan a raiz de que el hijo del desaparecido (Esc. Bustos) cuando ocurrió el hecho y teniendo en ese entonces 16 años de edad, lo reconoció como uno de los integrantes del grupo que lo sacó de su casa.
Terrible mentira que el Tribunal aceptó como verdad. Obviamente se esgrimieron otros argumentos que los dejo de lado en homenaje a la brevedad.
En el caso de Zírpolo, la cosa es mas grave pues la prueba fundamental la aportó un camarada traidor que ostenta el grado de General y es el Presidente del Círculo Militar en donde se encuentra comprometido por varios ilícitos denunciados oportunamente por camaradas y civiles de mi conocimiento.
Esto es así pues el General Roberto Felipe Domínguez se presentó a declarar como testigo de la fiscalía y en el careo con Zírpolo, manifestó que éste le había informado verbalmente acerca del secuestro de Bustos. Lógicamente esta aseveración tuvo una terrible fuerza en la acusación y fué imposible hacerla caer.
Yo pregunto ¿Aunque Zírpolo haya sido culpable, era necesario que este hijo de puta declarara semejante cosa?
Pienso que los camaradas que están presos no sólo tienen enemigos en el gobierno sino también entre sus propios pares.
En el afán de no explayarme demasiado y con la conciencia tranquila de haber hecho conocer la calaña de este traidor, termino este informe solicitándoles que hagan conocer estas circunstancias por todos loa camaradas y personas de bien.
¡HASTA QUE SE HAGA JUSTICIA CON NUESTROS CAMARADAS EN DESGRACIA!
Un abrazo,
Carlos Francisco Roque Posse.
"A LOS TRAIDORES LA TIERRA LOS ESCUPE"
No me asombra, el Coronel ( R ) RAFAEL BENJAMIN DE PIANO , Jefe del Departamento Operaciones del Cdo V. Cuerpo y Jefe del Área 511 de la Subzona de Defensa 51, durante la época de la LCS años 1977 y 78, declaró al ser imputado por delitos de lesa humanidad, no haber sido él el Jefe de Área 511 sino el entonces Tte. Cnl. Jorge Mansueto Swendsen, que era Jefe de un Batallón y no pertenecía a la Subzona de Defensa 51 y menos aún integraba el Estado Mayor de ese Cuerpo. ( Llevo casi tres años en prisión preventiva por culpa de ese desleal Coronel ,que olvidó que había firmado repetidas órdenes como Jefe de Área y que alguna se salvó del incendio).
Desleal si, pero no tonto, al poco tiempo de firmar esa falsa declaración,, donde dijo ser solamente un oficinista dedicado por completo a trazar planes para el eventual conflicto con Chile, o sea falsear la verdad de su cargo, apoyado por otros traidores, se hizo declarar "insano", demente senil o algo por el estilo por un grupo de médicos y por lo tanto inimputable. Ignora él y también algún grupo de jueces que el artículo 77 ( Incapacidad sobreviniente ) del Código Procesal de la Nación Argentina, establece: no será indagado pero " sin perjuicio de que se averigüe el hecho".
El citado Coronel vive en la Avda.La Heras N° 1877, piso 6° Depto."D" Teléfono ( 011) 4802 8724 , libre y quizá enfermo, pero por lo menos dos Coroneles como él ahora están en prisión preventiva y sujetos al Tribunal Oral en lo Criminal de Bahía Blanca. El firmante de este agregado al mensaje original es el Coronel (R) y Abogado JORGE MANSUETO SWENDSEN.
La reciente condena del último presidente de facto Reynaldo Bignone a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad empieza a cerrar un capítulo nefasto de nuestra historia.
Por: Martín Balza. EMBAJADOR EN COLOMBIA Y EX JEFE DEL EJERCITO
(http://www.horaciocardo.com/cardo.asp)
La reciente condena del último presidente de facto a 25 años de prisión por la comisión de delitos de lesa humanidad es otra contribución fundamental a que podamos, ahora sí, ir cerrando un ciclo oscuro y nefasto de nuestra historia. Reynaldo Bignone fue nombrado en el cargo el 2 de julio de 1982 por el también condenado por similares delitos, Cristino Nicolaides. A pesar de su carácter anodino e irresoluto participó en todos los golpes militares a partir de 1955. En marzo de 1976 organizó un operativo militar sobre el Hospital "Profesor Alejandro Posadas" en las afueras de Buenos Aires, fue una de las pocas veces que vistió el uniforme de combate, pero lo hizo para dirigir el secuestro y tortura de indefensos médicos y enfermeras. Como director del Colegio Militar permitió el secuestro y desaparición de dos soldados que la Nación le confió para adiestrarlos en su defensa, Luis Pablo Steinberg y Luis Daniel García, convirtiéndose en un militar verdugo de sus propios subordinados.
En su pusilanimidad Bignone dice: "Hasta donde yo sé, peleamos con la doctrina y el reglamento en la mano". Burda mentira: aceptó que con sus pares de las otras fuerzas ocultaron listas de desaparecidos, es decir que sabía a quienes mataron, donde están sus cuerpos y por que los mataron; no se apiadaron de sus familias. Fue el responsable, junto con Nicolaides, del ignoto y humillante recibimiento a los combatientes de Malvinas en 1982, años después, con cinismo se limitó a decir: "Fue un error".
En abril de 1983, mediante el decreto 2726/83, ordenó la destrucción de documentación relacionada con crímenes de lesa humanidad, y en septiembre del mismo año, dictó una inmoral ley de Amnistía para los miembros de las distintas fuerzas por delitos y actos cometidos durante la dictadura; bochornoso antecedente para hombres de uniforme. Criticó los indultos de Menem de octubre de 1989 porque -según él- no incluían a "personas intachables, injusta y arbitrariamente detenidas", se refería a Videla, Massera, Agosti y Camps, entre otros.
En septiembre de 2003, en un reportaje televisivo concedido a la periodista francesa Marie-Monique Robín, Bignone, y su par Díaz Bessone, aceptaron -públicamente- la imposición y la necesidad de la tortura y la desaparición forzada de personas por la dictadura; Bignone también elogió a Videla y a Pinochet.
Fue la primera y única vez que generales responsables del terrorismo de Estado reconocieron haber planeado y ejecutado crímenes de lesa humanidad; y lo hicieron creyendo que no tendría trascendencia y consecuencias.
Durante el juicio que lo condenó, en su descargo dijo: "Fue una guerra", eufemismo con que pretendió ocultar una verdadera cacería humana, pero omitiendo que, aún en la guerra existen leyes, usos y costumbres que respetar, y quien no lo hace -como en su caso- es un criminal.
Bignone también desvirtuó el concepto de obediencia debida, olvidando que ningún militar debe cumplir una orden que manifiestamente constituya la comisión de un delito, principalmente contra la Constitución Nacional; adujo cínicamente que actuó en función del servicio, cuando en rigor lo hizo en función de repugnantes sevicias indignas de un militar. Minimizó la desaparición forzada de personas alegando hipócritamente: "Nunca se demostró que en diez años de guerra fueran más de ocho mil", como si la dignidad de la persona humana debiera reducirse a meras cantidades, pero en su distorsionado análisis sobre el tema antes había afirmado: " ... estoy persuadido de que el Proceso de Reorganización Nacional provocó menos muertos que los de una guerra clásica", ignorando que la guerra de Malvinas entre ambos adversarios produjo alrededor de mil muertos. Además, ¿es significativo si las víctimas de la desaparición forzada son ocho mil, quince mil o treinta mil? La desproporción entre las víctimas de la violencia subversiva -según datos oficiales de la dictadura- 680 muertos, y las originadas por la irracional represión es sideral. La desaparición forzada es humanamente terrible y un solo caso es inaceptable.
Bignone repite lo mismo que Videla, Massera, Riveros, Bussi, Nicolaides, Menéndez (Luciano B.), Harguindeguy y Díaz Bessone, entre otros que tuvieron el control de los "Centros Clandestinos de Detención", eufemísticamente llamados "Lugar de Reunión de Prisioneros". Mientras los nombrados creían poder asesinar y seguir siendo pundonorosos generales y exhibían una ostentación cristiana fueron -al decir de Luis Alberto Romero: " ... la encarnación de una fuerza demoníaca, de una dimensión mucho más contundente que el otro demonio evocado, la violencia subversiva". En rigor hubo un solo demonio: El Estado, que debía garantizar los inviolables derechos a la vida, la libertad, y la justicia.
Bignone manifestó que "es muy difícil diferenciar por donde pasa el límite de lo lícito en manos del Estado para combatir este flagelo (la subversión) y poder salvar a la Patria". Le respondo que el límite para un militar pasa por el respeto a las leyes, a la dignidad humana y a la concepción sanmartiniana. Hasta el día de hoy, desde hace más de veinte años cobra una jugosa pensión de presidente (de facto) de la Nación y no se privó de hacer permanentes críticas a distintos gobiernos constitucionales.
Como católico y soldado me cuesta comprender la realidad de la crueldad narrada; es más, me avergüenzo. ¿Por qué ocurrió? Quizás lo explica Reyes Mate: "La facilidad con que el soldado se convertía en asesino, la fábrica en horno crematorio, el nacionalismo en genocidio y el antisemitismo en Auschwitz, solo puede explicarse porque los tiempos estaban maduros para la barbarie". Una barbarie que, salvando las distancias y las proporciones, vivió nuestro país. Víctimas, familiares, testigos y la sociedad argentina exigen justicia, sin odio y sin rencor, para eliminar definitivamente la impunidad, y los indultos y amnistías inconducentes que se instalaron en la Argentina a partir de 1955.
Conociendo a los máximos represores no espero de ellos admisión de culpa alguna y mucho menos arrepentimiento. Responsabilizan de los crímenes a subordinados incontrolables y a las circunstancias, pero por sobre todo insisten en la negación de los mismos y se autoproclaman ecuánimes ciudadanos y hombres de honor, cuando no revelan una exaltación mesiánica pagana, pero exaltando sus convicciones cristianas.
jueves, 6 de mayo de 2010
ARGENTINA :LOS JUDAS DE SUS PROPIOS DISCÍPULOS SON IMPERDONABLES
Etiquetas:
JUDAS DE SUS PROPIOS DISCIPULOS
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