viernes, 14 de mayo de 2010

Holanda trata a Chile como a su colonia


Newsletter de Mayo de 2010



Estimado don Fernando



¿Qué cree Ud. que pasaría si la embajada de Chile en Holanda financiara una campaña para derogar la ley de matrimonio homosexual, o de eutanasia, o de aborto?

Ciertamente el Gobierno de ese país exigiría que Chile suspendiera inmediatamente ese financiamiento, so pena de interrumpir las relaciones diplomáticas, por ese atentado contra su soberanía.

Lo que vale para ellos, debería valer también para nosotros. La reciprocidad y el respeto a la no ingerencia en asuntos internos de otros Estados, son las normas básicas en las relaciones entre países civilizados.

Sin embargo, el Gobierno de Holanda, a través de su Embajador desconoce públicamente tales normas y se permite financiar a un movimiento homosexual chileno para publicar gigantografías en la vía pública y carteles de propaganda en los buses de transporte público para presionar en favor de la aprobación de la ley de no discriminación en trámite en el Congreso.

Ésta no es la primera vez que algo análogo ocurre. Hace precisamente un año, este mismo movimiento homosexual declaró que gracias a la ayuda de Holanda, se difundió un “Manual” destinado a los colegiales, queriendo mostrar las conductas homosexuales como perfectamente normales.

Exactamente ahora que Chile celebra el Bicentenario de su Independencia Nacional, somos sometidos a esta especie de neo–colonialismo, donde el Gobierno de Holanda hace la parte del “civilizado y tolerante”, que nos impone a los “bárbaros e intolerantes” chilenos sus recetas y sus normas legales.

¡Basta! No podemos aceptar esta tutela de una Nación que no tiene ningún derecho a inmiscuirse en nuestras leyes e instituciones.


Envíe ahora su protesta

Envíe hoy mismo su protesta al Embajador, exigiendo la inmediata suspensión de ese financiamiento. La carta irá con copia al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile para que haga ver oficialmente el malestar del Gobierno de Chile por esta intromisión indebida en asuntos que compete decidir exclusivamente a los chilenos.

Si no lo hacemos ahora, mañana estos holandeses se sentirán con libertad para financiar campañas para matar a los chilenos en el vientre materno (aborto) y a los ancianos considerados inútiles (eutanasia), para quien de este modo aprendamos a ser tan “tolerantes y civilizados” como ellos.

No queremos ni debemos permitir que nos impongan un tipo ateo de sociedad.

Envíe ahora mismo su protesta.

Nota: Si lo desea, el texto de la carta al Embajador puede ser modificada.
Protesta por intervención holandesa en asuntos internos de Chile

Señor Embajador:
Con profunda indignación hemos tomado conocimiento de la indebida injerencia de su Embajada en asuntos internos de nuestra Patria.

La Embajada que usted dirige ha financiado, según informa la prensa, gigantografías indecentes en las vías y en el transporte públicos representando homosexuales y lesbianas.

Como Ud. no debe ignorar, esta campaña se destina, de acuerdo a la información que proporciona la organización que Ud. financia, a influir sobre la población chilena de modo a determinar que el Poder Legislativo apruebe el Proyecto de no discriminación que se encuentra en trámite en el Congreso Nacional.

Tales carteles, por lo tanto, están destinados a intervenir en un tema de orden estrictamente nacional, lo cual viola un principio fundamental de las relaciones internacionales entre países civilizados, como es la no intervención en asuntos internos de otro Estado.

Consideramos una cuestión de honra exigir que Holanda respete nuestra soberanía, especialmente en estos asuntos internos de Chile. Estamos enviando copia de este Mensaje al Ministerio de RREE, para que promueva una queja formal ante su país.

Es inaudito que precisamente en el aniversario del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, venga su país a pretender ejercer una forma de neo–colonialismo cultural y político, apoyando al lobby homosexual para imponer leyes a nuestro país.

Permítanos recordar que no es ésta la primera ocasión en que su Gobierno considera necesario “educarnos”. Precisamente hace un año, el movimiento que Ud. financia, anunció que gracias a su colaboración, el “Manual” de educación destinado a acostumbrar a los niños chilenos a tales conductas, pudo ser difundido por todo el territorio nacional.

No, Sr. Embajador, nuestra Nación no depende de la suya, ni tampoco está dispuesta a aceptar el tipo de sociedad que a Ud. podrá parecer ideal, pero que nuestra sociedad cristiana rechaza de modo tajante.

Exigimos el respeto a nuestra autodeterminación, ya que el respeto a la Ley de Dios no parece importarle.

En consecuencia solicitamos a Ud. el inmediato retiro del financiamiento abusivo de dicha propaganda. Esperando que su respuesta esté a la altura del respeto que su Gobierno dice tener al respeto de la autodeterminación de nuestro pueblo, le saluda atte.

MOVIMIENTO 10 DE SEPTIEMBRE





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