domingo, 11 de julio de 2010

CARTA PUBLICADA EN CHILE INFORMA EDICIÓN 449


(Escribe el coronel ALEJANDRO RUSSELL O’KUINGHTTONSS)

La sentencia definitiva del Caso Prats entregada esta semana por la Corte Suprema, ha dado lugar a distintas reacciones tanto políticas y de la familia, incluso a un singular comentario del Ejército de Chile.
La ambigüedad del mundo político no reviste mayor importancia ni comentario.
En Chile la derecha y la izquierda mantienen en este tema, como en otros de DD.HH., una posición muy poco contundente.
Los primeros, no trepidan en borrar con el codo el apoyo inconmensurable que siempre dieron al Gobierno Militar, por temor a que la cercanía que tuvieron con nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, les pueda afectar electoralmente en algún momento futuro.

Y por su parte la izquierda, donde se incluye a la familia Prats, observan el caso puntual con un dejo de molestia y mucha preocupación.
No fue del completo agrado las rebajas otorgadas a las penas. Lo anterior por una razón muy simple, la acción de la justicia es necesaria y fundamental para abrir el camino a otro interés definitivo, que sin duda es el más importante, obtener más de alguna indemnización económica con cargo al fisco gracias al caso.
Entonces la verdadera preocupación hoy es que las rebajas de las penas puedan afectar al logro de esos beneficios.
Por otra parte el comentario emitido por el Ejército de Chile repudiando (textual), “a los Militares que participaron”, es algo muy poco usual en la Institución.
Se podría decir además que es algo muy fuera de lugar y que se aleja de la actitud clara que siempre ha mantenido en estos casos.
Bastaba con emitir a los medios de prensa un simple comunicado: “EL EJERCITO DE CHILE NO COMENTA RESOLUCIONES JUDICIALES”, algo que varias veces hemos escuchado.
Pero todo lo anterior deja oculto, como ha ocurrido siempre, el verdadero contexto histórico en que se vivieron los hechos.

Si bien es cierto nada justifica el desenlace que tuvo la vida del señor Prats, es necesario recordar los acontecimientos como fueron, especialmente para los no los vivieron y a quienes se les muestra tendenciosamente, sólo una parte de la historia contemporánea de Chile.
El señor Carlos Prats González, ocupando en la época el cargo de Comandante en Jefe del Ejército, legó a su Institución el más penoso y vergonzoso de los recuerdos, cuando vistiendo el Uniforme Militar actuó abiertamente en política, apoyando al totalitarismo marxista que destruyó Chile y la convivencia nacional, pulverizando además nuestra institucionalidad, nuestra economía y todas las estructuras que daban sustento a nuestra nacionalidad.
El siendo Militar chileno, fue además Ministro de Allende y como tal responsable directo de la peor de las crisis que Chile ha vivido como nación independiente.
Son muchos los desaciertos cometidos por el señor Prats, pero tal vez el más grave fue su viaje a la Unión Soviética en plena guerra fría, donde existen fidedignos antecedentes que lo involucran en el tráfico de armamento ilegal nuestro país para proveer a cédulas subversivas paramilitares.
En otras palabras, el señor Prats agilizó la internación de armas para la destrucción del Ejército que él mismo comandaba.
Estas actitudes del señor Prats y otras tantas, obligaron a sus propios Camaradas del las Fuerzas Armadas y de Orden a intervenir para evitar una cruenta e inminente guerra civil en Chile, y para rescatar al país de la peor de sus ruinas.
El Señor Prats desde el mando institucional, hizo lo que jamás en la historia del Ejército de Chile había hecho un Comandante en Jefe: ¡HIRIO ARTERAMENTE AL ALMA MILITAR CHILENA!
Su actuación escabrosa e indigna, nunca vista en las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas, lo dejó desprovisto de reconocimiento alguno por parte de los Militares chilenos.

Esto se ha mantenido por 37 años, se mantiene ahora y se mantendrá en el futuro.
Porque muy al margen de la connotación tergiversada que algunos quieren imprimir a los hechos, la Historia se escribe con verdades.
Y la verdad tarde o temprano, siempre sale a flote.


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