Por Mario Montes Tagle
Somos, como lo hemos declarado hasta el cansancio, partidarios de la libertad de emprendimientos, lo que no debe ser confundido con el libertinaje que permite la usura, la especulación, el agiotismo, ni ninguna de las perversiones liberticidas que algunos profesan, y que terminan por convencer a muchos de las bondades del estatismo.
Por motivos obvios no creemos en el Estado empresario ni tampoco le consideramos como un buen planificador, creemos que la función subsidiaria del Estado debe abordar solamente aquellos tópicos en los que no incursionan los privados, pero, sin abdicar nunca a sus funciones normativas ni a las fiscalizadoras.
El Estado, que soñamos pequeño, pero con Autoridad, con voluntad fiscalizadora y con determinación para sancionar a los transgresores, debe garantizar, para eso se creó el Banco del Estado, el acceso a créditos con intereses racionales, que permitan a los emprendedores alcanzar el éxito y provocar la expansión del trabajo que tanto necesitamos.
No nos parece aceptable que la industria más rentable del país sea la financiera, porque, irremediablemente estamos aceptando que la banca, y los usureros, expriman hasta reventar a las pymes y empobrezcan hasta la pauperización a las clases medias agobiadas por las deudas y expoliadas por la usura institucionalizada.
No nos parece aceptable que mientras el Banco Central fija una tasa de interés de política monetaria de 2%, la banca y el sector financiero tengan los intereses altísimos con una tasa máxima convencional de 4,22% mensual y un estratosférico 50,61% al año, guarismos que muy pocos negocios son capaces de dar como margen de ganancia.
No se puede levantar el país con altos impuestos como los que tenemos, con desorbitadas tasas de interés y una moneda sobrevaluada que deja a nuestros productores sin posibilidades de competir en el exterior y con escasas probabilidades de competir en los mercados internos por la llegada de productos subvencionados desde otros países.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
LIBERTAD SÍ, LIBERTINAJE NO
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