lunes, 4 de octubre de 2010

COMENTARIO POLÍTICO SEMANAL


Patricio Grez de H.

Partamos por la sofocada rebelión de la policía en Ecuador. Ellos
patalearon porque les van a rebajar beneficios salariales. Rápidamente
nuestra abundante fauna criolla de políticos, analistas y periodistas
progre y políticamente correctos empezó a llenarse la boca con la
defensa de la democracia. Por supuesto que estoy de acuerdo con defender
la democracia y la libertad en todas partes, pero no nos engañemos, el
presidente Correa es el Chávez de Ecuador y eso lo sabe hasta el más
dignorante de los chilensis. Basta haber visto las noticias desde que
Correa asumió hace tres años, ha seguido metódicamente el guión Chavista.

Correa ha ido concentrando poder en si mismo y usa sistemáticamente la
intimidación estatal para destruir o acallar a sus oponentes. La prensa
opositora ha sido reducida, cerrada o amordazada, los opositores se han
ido al exilio, la economía está pa la corneta tras innumerables
atropellos a la propiedad privada y además el perla de Correa es aliado
nada menos que de las Farc que tienen refugio en su territorio. Si no me
lo cree acuérdese usted cuando el presidente Uribe de Colombia bombardeó
el campamento de las Farc en Ecuador. Correa es un malandrín izquierdoso
totalitario de la misma estofa de Chávez, déjense de guevadas por favor.

En cuanto a lo de la Kirchner y su negativa a extraditar al señor
Apablaza, que quiere que le diga, indignante es poco. Pero me transporta
a los días en que Argentina declaró "insanablemente nulo" el laudo
arbitral, o cuando, aprovechando que nuestro ejército estaba en guerra
con Perú, exigió "negociar" la Patagonia y embuchársela casi enterita, y
hay tantos otros episodios del mismo toque que mejor ni recordarlos.

Eso sí hay que anotarlos todos en la libretita de MP (Mariconadas
Pendientes) y después ir cobrando, como cuando mi general Pinoshé ayudó
a los ingleses en la guerra de las Falklands. Y que conste que mi nuera
Carolina es argentina y la quiero como a una hija...nothing personal my
dear Caro.


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