domingo, 26 de diciembre de 2010

DEL GOLF, YATES Y OTRAS MISERIAS





Amigos

En este ambiente navideño, tan "pleno de valores espirituales", ajenos al consumismo, el materialismo y el paganismo, donde todos te miran con cara de aguinaldo desde la nana, el cartero, el diarero, y un cuantuay, me tope con mi vecino que insiste en que lo acompañe a jugar golf.

--Pero es que a mi me gusta la rayuela, objeté
--Es porque no conoces el Golf, ya veras.
Como insistí en que prefería la rayuela, las rancheras mexicanas a los estrépitos norteamericanos, y la placidez de los pueblos chicos a la Gran Ciudad, me miro por ultima vez con cierta condescendencia y ordeno ¡vamos!

Primera sorpresa, la cancha tiene 18 hoyos pero eso no significa lo que parece. Llaman "hoyos" a unos recorridos por el pasto que culminan en una micro meseta de pasto fino donde hay un hoyo. Supongamos 300 metros desde la partida al hoyo propiamente tal. Mientras menos golpes a la pelota entre la partida y el hoyo, mas campeón eres.

Yo casi le volé la cabeza de un pelotazo a un faisán carísimo, orgullo del Club, y note la cara de arrepentimiento de mi invitante. Después, en el hoyo 14, hay una laguna que mi amigo, de un pelotazo, la sobrevoló limpiamente hasta el pasto de la otra orilla. Yo, en cambio, hundí consecutivamente ¨7 pelotas al fondo del agua. Y la octava, en mi furibunda desesperación, fue haciendo "patitos" hasta rebotar al otro lado.

El golf llego tarde a mi vida.

Mañana, la otra cara de los yates. Por ahora, una Feliz Navidad y un prospero Año Nuevo. De las cosas buenas de la vida esta la cofradía que nació por los años 50 en el viejo caserón de Blanco, donde Chile era otro Chile.


LOS YATE NO SE LLAMAN YATES

Amigos
Cuando asome mis plebeyas narices en la aristocracia náutica gracias a dos amigos paltones advertí que , por algún extraño pudor, hablaban de "veleros", no de "yates".
A este emblema plutocrático del yate lo achicaron, le aplicaron un "Low profile", y quedo en "mi velero".

También advertí que, a diferencia de lo que se cree, para tener un yate...perdón, un velero...no hay que ser rico. No siempre al menos. Un buen yate de 8 metros de largo, con 4 literas, WC incluido, motor fuera de borda, funda , etc., Uds. lo pueden comprar por el precio de un auto corriente, vale decir, unos 8 milloncejos.
Cualquier "abnegado servidor de los pobres" en el Parlamento puede comprarse un yate al mes.
Claro que la mayoría de los yates se empinan a los 80 palos...
En estos tiempos modernos, ni siquiera resulta muy distinguido tener un yate. Cualquier narcotraficante puede tener varios .Llegará el día en que haya Club de Yates solo para narcos.
Yo en Pichidangui pololeaba una ladera de cerro que caía a la playa y en donde yo, con una visión capitalista calvinista, del esfuerzo y el ahorro, pensaba algún día comprar y edificar cabañas turísticas. Pero alguien se adelanto. Compro los terrenos, edificó las cabañas, y al cabo de un año se dejo caer la Brigada de Estupefacientes y se llevaron presos a los dueños....todos narcos.
Esta muy revuelto el mundo. Ud. ya no es Ud., decía el tango.
Hasta nuestro buen Robbie se aburrió del yate, según nos contó en un almuerzo con 4 cadetes.
De verdad, aunque nadie lo crea, lo mejor es caminar. Es el único deporte sin dolencias, ni gastos, ni "tripulación", ni nada. Solo con uno mismo.¨¿donde mejor?

H P.





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