DEL BLOGS DE HERMÓGENES
sábado 25 de diciembre de 2010
Los Olvidados Soldados del '73
Me escribe un amigo "miercolino" diciéndome que no me he referido a la inserción publicada en "El Mercurio" del jueves 16 de diciembre último del Cuerpo de Generales en retiro. Ella hizo ver todos los atropellos legales que han sufrido los uniformados procesados, de parte de los jueces de izquierda y, también, de los gobiernos de la Concertación, incluyendo el actual, que para estos efectos y tantos otros es el V, pues al igual que sus antecesores se presta a encubrir la negativa a beneficios carcelarios de que siguen siendo arbitrariamente privados los presos uniformados.
Los miercolinos somos civiles y uniformados que se reúnen semanalmente para validar nuestra defensa de la obra del Gobierno Militar. Yo no soy concurrente habitual, pese a haberme incorporado al grupo hace muchos años en solemne investidura, porque los miércoles han sido instituidos desde siempre por mi suegra como ocasión de reunión de la familia, y yo siempre he puesto a la familia por sobre toda otra consideración, lo cual me ha impedido ser un concurrente cumplidor en aquellos almuerzos. Pero conservo intactas mis lealtades con los principios que defienden los miercolinos y concurro a toda ocasión de reunirse que no sea en día miércoles, aunque confieso que últimamente tampoco voy a las convocatorias a actos públicos, a las que, por lo demás, tampoco va casi ninguno, como melancólicamente denunció el leal diario digital "Chile Informa", a través de patéticas fotografías del último acto de ausentismo en la Plaza Inés de Sárez.
En particular, comparto todos los puntos expuestos en la inserción de "El Mercurio", cuya publicación es en sí ya todo un éxito, porque en alguna oportunidad hace pocos años, en que el mismo general (r) Jaime Núñez Cabrera, que firmó la referida inserción, llevó otra de similar talante, la vio rechazada por el periódico pese a su disponibilidad para pagarla al contado y a no contener ella ninguna expresión que la hiciera impublicable. Así es que debe reconocerse un progreso en cuanto el principal diario ya por lo menos admite que en él se publiquen previo pago las fundadas denuncias sobre atropellos al estado de derecho que cometen en la persona de los uniformados los tribunales y también las autoridades administrativas que les deniegan beneficios carcelarios. En esta oportunidad también la declaración recordaba la promesa del actual Presidente, cuando era candidato, de preocuparse de la inobservancia de las leyes en los juicios contra uniformados, promesa que, como suele ser habitual en los políticos de todos los colores, fue olvidada apenas quien la formuló resultó elegido.
Pues en casi todos esos juicios se viola el derecho, porque no se aplican leyes expresas. Comenzando con la de amnistía, que el propio entonces Presidente Patricio Aylwin, en su carta inconstitucional a la Corte Suprema de 1991, en que se avocó causas pendientes, lo que está prohibido en la misma Constitución a toda autoridad, demandó a la Corte Suprema no aplicar dicha amnistía hasta la dictación de sentencia de término en los juicios, pero (cosa que siempre se olvida) reafirmó textualmente que dicha ley se encontraba plenamente vigente.
También en esos juicios se desconoce la verdad de los hechos, lo que se hace hasta con impudicia por los jueces, pues en variados juicios sostienen que los procesados, que llevan largo tiempo privados de libertad, mantienen "secuestradas" a determinadas personas, cosa que ninguno de los jueces intenta siquiera probar, pues nadie sabe cómo puede ser así si los "secuestradores" están presos y vigilados por Gendarmería. Es que a la impudicia judicial se ha añadido el completo cinismo nacido de la certeza de que en la sociedad chilena la "corrección política" constituye licencia para faltar a la verdad sin que a quien lo haga se le tenga que mover un solo músculo de la cara.
Siempre les manifesté a los oficiales en retiro que el exponer razones, por sólidas que fueran, nunca les iba a permitir alcanzar ningún resultado, porque, primero, no contaban ellos con la lealtad de las fuerzas uniformadas activas, que no han movido un dedo por sus caídos en manos de la justicia de izquierda. Los altos mandos que se han sucedido han sido indiferentes a la suerte corrida por los soldados del ´73 y la única distinción entre unos y otros de aquellos es que algunos se pasaron definitivamente al bando de la guerrilla izquierdista, que fue la gran derrotada por los soldados del '73, mientras otros han sido simplemente indiferentes hacia sus camaradas caídos tras las líneas enemigas.
Para qué hablar de los civiles de derecha que apoyaron al Gobierno Militar, que frecuentemente se han convertido en los peores cuchillos de los mismos a quienes hace 37 años homenajeaban como los salvadores de sus personas y sus bienes, llegando últimamente en algunos casos a tildarlos de "terroristas de Estado" por haber aplicado mano dura al terrorismo marxista.
No creo, pues, en el efecto concreto de las declaraciones, las inserciones ni las razones. En Chile todo esto se juega en el campo del miedo. Acá los comunistas no son casi nada electoralmente, pero todos les tienen miedo, porque son capaces de salir a la calle, enfrentarse a la policía, cometer atentados con explosivos y matar gente con toda tranquilidad (siempre después dicen que fue alguien "autónomo" el autor del asesinato).
Luego, en un país esencialmente cobarde como el nuestro (porque supongo que todos estamos de acuerdo en esto) siempre se van a hacer las cosas procurando no irritar al que mete más miedo, que es el comunismo y la cohorte que lo rodea.
Así es que yo reconocí todo el contenido legal, intelectual y moral de la inserción de "Los Soldados del '73", pero creo que, como todas las similares expresiones, proclamas, declaraciones y cartas a los diarios de ese contenido, nada nuevo sucederá, la justicia de izquierda seguirá atropellando impune a "los soldados del '73", el juez Solís va a llegar a la Suprema con votos de la derecha, como sus similares que ya han sido ascendidos con el concurso de ella, el Presidente se seguirá riendo de las promesas que hizo como candidato y que le atrajeron los 800 mil votos de la familia militar (su risa obedece a que ésta ya no los puede retirar) y yo seguiré sosteniendo que "hay que hacer algo", sabiendo perfectamente lo que hay que hacer, pero no atreviéndome a decirlo con todas sus letras porque también, como buen chileno, soy un cobarde y no estoy dispuesto a salir a la calle jugándome por ello ni a ir a la cárcel por describirlo en detalle en este blog ni en ninguna parte.
Entonces, no vengamos con cosas, aparte de habernos ganado el apoyo de Clarita Szczaranski y de monseñor Cristián Precht en la denuncia de los increíbles atropellos contra los procesados uniformados, no hemos avanzado nada y los "caídos tras las líneas enemigas" seguirán indefinidamente entre rejas, nadie respetará las leyes que los protegen y la mayoría seguirá premiando con sus votos a los que los persiguen, a los que se burlan de ellos y a los salvados por ellos que "se han dado vuelta la chaqueta" y hacen notables "viajes a Canossa" a rendir homenajes a la extrema izquierda en el templo máximo a la iniquidad histórica financiado con nuestros impuestos y llamado "Museo de la Memoria"
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
domingo, 26 de diciembre de 2010
LOS OLVIDADOS SOLDADOS DEL '73
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