POESÍA DE UN SUBALTERNO A SU JEFE FALLECIDO PREMATURAMENTE

PARA MI CORONEL DON GERMAN BARRIGA MUÑOZ (Q.E.P.D.)

La corneta toca a silencio
silencio reprimido y con respeto
silencio que tiene que escucharse
silencio que hace sangrar nuestros corazones

Tal vez hoy solo se escuche la voz de los indignos
Tal vez hoy solo se escuche la voz ingenua de los que mandan
Tal vez hoy solo retumbe la voz de nuestros enemigos
Tal vez hoy solo se escuche la voz de los que lo abandonaron

Tengo la esperanza que un día no lejano
Cuando la historia ya no oiga aquellas voces vociferantes
Comience a recorrer en Chile otra voz,
La voz de los hombres de verdad

¿Dónde están los que ayer lo aplaudieron?
¿Dónde están los que se beneficiaron con su sacrificio?
¿Dónde están los que lo dejaron herido tras las líneas enemigas?
¿Dónde están los que hoy dieron vuelta la mirada?

Nadie más que Ud., mi coronel, conoce su agonía
Solo su familia conoció cómo se marchitó su existencia
Nosotros, sus camaradas, solo lloramos con hombría su partida
Y solo nosotros, comprendemos su drama y su decisión

Mi coronel, Ud. solo hizo honor a nuestra tradición
El soldado chileno no se rinde ante el enemigo
El soldado chileno no se deja capturar por su adversario
El soldado chileno solo sabe de gloria

Mi coronel, Ud. no tiene que pedir perdón
Ud. nos ha dado una lección
Son otros los que deben cargar en sus conciencias su partida
Son los que vistiendo hasta hoy su mismo uniforme no han estado a su altura

Son aquellos que ingenuamente facilitaron su tragedia
Son aquellos que no soportaron que ayudara a limpiar a Chile
Son aquellos que hoy duermen tranquilos gracias a su sacrificio
Son los mismos que históricamente han usado a los soldados

Mi coronel, gracias por ser como Ud. fue
Gracias por hacernos escuchar su grito desesperado
Gracias por remecer nuestras conciencias
Gracias por haber sido un soldado de Chile

Mi coronel, descanse, por fin, en paz