jueves, 10 de febrero de 2011

Baja de apoyo a Presidente en encuestas



BAJA DE APOYO A PRESIDENTE EN ENCUESTAS


Comparando el tiempo de mandato que lleva el Presidente Sebastián Piñera con los veinte años que lo precedieron, donde la Concertación dejó una sucia huella de vergonzosas inmoralidades, indudablemente que todo hoy se ve mejor: un gobierno decente y eficiente que trabaja con profesionalismo y capacidad.



¿Entonces a que se debe la desaprobación paulatina y creciente del Presidente en las encuestas? El Gobierno ha cumplido en todo y con todo lo propuesto, la cara de Chile cambió notablemente desde su asunción al poder. La desidia y suciedad desapareció en todas las reparticiones públicas. Se limpió el fisco de la haraganería inoficiosa y onerosa que tenía la Concertación. Se enfrento incluso en forma brillante los nuevos escollos del camino, como el terremoto, el caso mineros y otros.



Entonces el Presidente debiera preguntarse seriamente a que se debe su permanente baja en todas las encuestas de opinión pública. Si no lo hace, quiere decir que simplemente es un hombre ambicioso que luego de lograr sus objetivos personales, pierde interés en lo que hace y busca nuevos objetivos que satisfagan su ego.



Pero descartando la última aseveración por el poco tiempo que el Presidente lleva en el Gobierno, sí podemos decir con absoluta seguridad que ha cometido dos errores muy graves, y esos están gatillando la caída de su popularidad. Y si no los subsana mientras aun sea tiempo, la derecha política se verá muy afectada en futuros comicios, con el consiguiente daño al país, al verse sometido una vez más a la corruptela concertacionista.



El primer error, el menor de los dos, es esa suerte de “cogobierno” que mantiene con la Concertación. EL Presidente no puede ejercer su mandato sometiéndose a las presiones y gustos de sus opositores. El se debe a todos y cada uno de sus conciudadanos y nunca debe perder de vista su programa de gobierno y promesas de campaña. Y a sus opositores, respetarlos con mucha cautela, y mantenerlos a una distancia bien marcada, ellos no son gente de fiar, en el poder sólo mostraron bajeza, y como opositores solo buscan el fracaso del Gobierno.



Y el segundo error del Presidente Piñera, el más grave, es la postura adoptada frente a las Fuerzas Armadas y de Orden en lo que se refiere a la “política” de derechos humanos. La Concertación construyó un sucio y vengativo andamiaje en contra de estas Instituciones permanentes de la República: Una justicia politizada y prevaricadora. Organos del estado con dedicación exclusiva al tema. Agrupaciones con financiamiento estatal para el marketing antimilitar. Una persecución sin límite en contra de Uniformados activos o retirados. Y lamentablemente, el actual Presidente continúa alimentando esa barbarie, incluso se ha hecho parte de ella, y ha borrando con el codo todo lo prometido en el tema durante su campaña. Tanto así, que hasta rechazó una proposición de la Iglesia sobre indultos que podían favorecer a Militares.



A estas alturas los chilenos solo quieren, por una parte, un Presidente que muestre su real capacidad y que dejé a sus opositores en el lugar que merecen por el daño que hicieron a Chile. Y por la otra, que cierre las heridas que el marxismo abrió en Chile hace 40 años. Que se limpie el poder judicial prevaricador, para eso tiene facultades constitucionales. Y que a los Militares se les otorguen los beneficios que la ley les concede y que se les han negado por 21 años. Beneficios que sí recibieron todos los terroristas que sembraron de pánico y sangre nuestro suelo. Son más de ocho mil subversivos los que hoy están libres, entre los cuales, un millar de peligrosos criminales.



Si el Presidente Piñera no enmienda estos dos gravísimos errores, principalmente el último, su popularidad continuará cayendo, y Chile inevitablemente se verá otra vez en manos de ineficientes y deshonestos.



Alejandro Russell O’Kuinghttonss

2 comentarios:

Rodrigo dijo...

Estimado Alejandro Russell, soy un lector de su blog desde hace mucho tiempo, y, aunque no estaba vivo para el glorioso XI.IX.1973, si lo estaba mi padre, oficial de Carabineros, que tuvo el honor de servir a la patria durante la presidencia de don Augusto Pinochet Ugarte, el cual me inculcó el amor por mi patria y sus gloriosas Fuerzas Armadas y de Orden. Somos muchos los jóvenes que hoy en día nos declaramos abiertamente pinochetistas, y, como ciudadanos, ejercemos nuestro derecho a voto, el cual generalmente se lo entregamos a la derecha, a veces con el único fin de evitar que la izquierda pueda lograr más votos, y no por lealtad a los partidos que conforman a la pseudo-derecha chilena, salvo notables excepciones.

El motivo de mi comentario es el siguiente: he leido que, a modo de protesta por los prisioneros políticos militares, se invita a anular los votos de "La Familia Militar", a modo de que la derecha pueda sentir el peso que ésta tiene. Pues bien, creo que no es la manera más correcta de hacerlo. Recordemos que la oposición a Chavez hizo algo similar a modo de protesta, y lo único que logro fue que el dictador lograra mayoría. Si anulamos nuestros votos, solamente le estaríamos dando ventaja a la Concertación aliada con el Partido Comunista. De esta manera, quiero proponer una alternativa que pueda evitar esto, y a la vez, dar a conocer nuestra fuerza como votantes. Propongo que escribamos en alguna parte del voto donde pueda ser leído claramente, alguna consigna, por ejemplo, Familia Militar, y votar normalmente, por el candidato que más nos acomode. De esta forma, el voto pasará a ser considerado un voto objetado, que luego el TRICEL considerará voto válido, ya que su preferencia será clara. Creo que esto es una manera de no permitirle a la izquierda tomar ventaja, evitando que ocurra lo mismo que en Venezuela.

Saludos, y sigan luchando por nuestros presos políticos.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Piñera es un tonto que no tiene remedio. Tampoco sus asesores son grandes lumbreras.