Ex ministro libio anuncia que formará gobierno integrado por civiles y militares contra Jaddafi

El Mercurio

Mustafá Abul Jalil, quien renunció a su cargo en protesta contra el régimen, dice que habrá elecciones en 90 días:
Ex ministro libio anuncia que formará gobierno integrado por civiles y militares contra Jaddafi

La población de Trípoli desafió abiertamente a las autoridades durante los funerales de las víctimas caídas el viernes. El Presidente Barack Obama dijo ayer por primera vez que el líder libio "debe irse" porque "ha perdido su legitimidad".


El ex ministro de Justicia libio Mustafá Adul Jalil anunció ayer que la oposición formará un gobierno de unidad nacional integrado por civiles y militares, y que en tres meses se celebrarán elecciones democráticas.

Abul Jalil, que renunció a su cargo en protesta por la represión violenta de las manifestaciones contra el régimen de Moammar Jaddafi, dijo a Al Jazeera que ese gobierno tendrá "un marco democrático".

El ex ministro señaló que con vistas a la formación de ese gabinete temporal, mantiene contactos con personalidades políticas del oeste del país. Adul Jalil añadió que, después de ese gobierno de transición habrá nuevas autoridades elegidas "en comicios transparentes".

"No olvidaremos la sangre de los mártires. El pueblo ha conocido la verdad y los planes de Jaddafi, que ha matado y torturado a libios, sólo por plantear ideas al régimen", añadió.

Al Jazeera consultó sobre este asunto al dirigente opositor Ali Taher, quien dijo que la idea del nuevo gabinete es "no dejar a Libia en un vacío político".

En tanto, los residentes de la capital libia desafiaron ayer abiertamente al régimen por primera vez, y mientras lloraban a sus muertos, amenazaban con levantarse en la última gran ciudad bajo el control del gobierno.

"Una vez que se derrama sangre, no hay vuelta atrás", dijo a The Times Kamal Mohamed Lothy, cuyo hermano, Norideen, de 37 años, fue asesinado el viernes en una protesta contra el régimen en el suburbio de clase trabajadora de Tejoura.

El diario británico destaca que la crítica abierta al régimen es algo completamente nuevo en Libia. "Estos jóvenes han roto el miedo", dijo Lothy. "Ellos son nuestra primavera".

En la morgue del hospital central de Trípoli, Jaliha Elaifishe, un médico de 56 años, lloró al ver el agujero de bala en el pecho de Naji, su hermano de 60, mientras envolvía su cuerpo en una sábana blanca ensangrentada. Naji murió el viernes, cuando las fuerzas de Jaddafi dispararon contra la multitud luego de las oraciones.

El régimen ha llamado a los ciudadanos a continuar sus vidas "normalmente". "El gobierno nos pide que salgamos a la calle como si nada sucediera, mientras vuelan las balas", señaló a El País una dentista que vive a veinte minutos de Trípoli.

El este de Libia está controlado por fuerzas de la oposición, que han hecho de la ciudad de Bengasi su bastión, mientras Jaddafi se aferra al poder en Trípoli, aunque algunas localidades al oeste de la capital también han caído bajo control opositor.

Fathi Tarbul, miembro del comité popular que controla Bengasi, aseguró que el régimen sólo controla el 15% de Libia.

A pesar de esto, el hijo de Jaddafi, Saif al Islam, insistió en que la situación es "excelente" en la mayor parte del país, aunque reconoció que existe "una voluntad de cambio" (ver más en A8).

En medio de la crisis que enfrenta el régimen, el Presidente estadounidense Barack Obama señaló que Jaddafi "debe irse". Obama sostuvo que "cuando el medio de un líder para mantenerse en el poder es sólo el uso de la violencia contra su pueblo, pierde la legitimidad para gobernar y debe hacer lo correcto para su país, dejándolo ahora".

Sanciones de la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU ordenó ayer un embargo de armas contra Libia, la prohibición de viajes y el congelamiento de activos de Jaddafi y 16 personas cercanas al dictador.

La resolución adoptada autoriza también que se abra una investigación por crímenes contra la humanidad tras la represión sangrienta atribuida al coronel.