EL MILAGRO, PERO NO EL SANTO

DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 660

El milagro, pero no el santo

En este artículo iré con pie de plomo, para decir lo necesario,
pero evitar cualquier tropezón.
Lo importante es que nuestros lectores sepan que ya se
iniciaron las reuniones para conversar con las personas
interesadas los cuatro puntos centrales de un temario que
explicamos a nuestros lectores en Chile Informa.
Hubo felizmente una primera reunión, extremadamente
positiva, donde los participantes – más de 30- estuvieron de
acuerdo en todo, en un ambiente excelente, de mucha
cordialidad y camaradería.
En general y por unanimidad se acordó renovar la adhesión y
respaldo a todos los camaradas que se encuentran como
prisioneros políticos militares en Punta Peuco, en Cordillera y
en otras cárceles del norte y sur del país.
El apoyo a los presos políticos militares es irrenunciable y
permanente mientras todos ellos no consigan su libertad. Se
adoptaron medidas concretas para tratar de incrementar ese
apoyo.
Ese punto fue el medular, que inició el debate, y donde
absolutamente todos estuvieron de acuerdo.
La reunión fue bastante extensa. En la invitación se indicó que
sería de 4 a 7 de la tarde. Duró más que eso, alcanzó casi
cuatro horas, con la presencia y participación de todos.
Los concurrentes reflejan la unidad del sector de los retirados.
Fueron militares, marinos, aviadores y carabineros en retiro.
Tuvimos oficiales y suboficiales, personas en retiro que
alcanzaron en actividad distintos grados, hasta los más altos.
Excelente, desde el punto de vista de la unidad institucional.
Todos dialogaron en un clima de mutuo respeto y armonía. Por
lo mismo, el calificativo descriptivo apropiado es, reiteramos,
un encuentro excelente.
Los otros tres temas del temario se abordaron en profundidad,
pero no se agotaron, pues el tiempo finalizó y quedaron aristas
por tocar.
En ellos hubo grandes acuerdos, casi con unanimidad, con
algunos asistentes (dos o tres, de más de 30) quienes
plantearon matices distintos, pero totalmente de acuerdo en la
idea matriz.
Castigo electoral a una centro-derecha desleal
La idea matriz era la posición que debe tener nuestro sector,
derecha, con respecto a los partidos políticos de la centroderecha,
y al gobierno mismo, con respecto a la actitud y
comportamiento de éstos frente a los prisioneros políticos
militares.
La conclusión general, unánime, es que el gobierno y los
parlamentarios de la Alianza se han portado mal con nuestros
camaradas, salvo algunos diputados, muy pocos, que se
pueden contar con los dedos de una mano.
La postura generalizada fue agradecer y respaldar a esos
parlamentarios consecuentes.
Independiente de eso, el encuentro acordó por unanimidad
que, frente al abandono del gobierno y la centro-derecha a los
nuestros, la postura oficial de los retirados es recomendar a
todos los uniformados en condición de retiro y a los civiles
amigos castigar a los partidos de la alianza en las próximas
elecciones de concejales y alcaldes, en octubre de 2012.
No votar por una centro derecha desleal.
El castigo se expresará en el voto mediante el sistema de no
votar por ellos, y menos por los de la concertación, en las
próximas elecciones.
Hubo consenso total en el castigo, y esa es la recomendación
general. Se abordaron estrategias de castigo como abstención,
votar nulo marcando dos preferencias en la cédula, votar en
blanco, hacer alguna referencia en el voto a los presos
políticos militares o abstenerse.
Todas esas alternativas se encontraron válidas, existiendo más
preferencia por algunas que otras. Se reconoció que en este
punto la decisión es personal, del votante, pero se acordó
recomendar a todos el castigo electoral a la centro derecha en
los comicios del 2012.
En esencia, eso es lo central. Sin duda, una crónica no puede
reproducir todo lo registrado en ella, las distintas posiciones,
las muchas intervenciones, pero les ofrecemos una
aproximación.
Reiteramos, una aproximación.
Una reunión nada de fácil.
Reunir a las personas, seleccionar a quiénes invitar al primer
encuentro y a quienes dejar para los sucesivos no fue fácil. Se
invitó a igual número de invitados por cada una de las cuatro
instituciones.
Se invitó además primero a personas que presiden o forman
parte de las directivas de las instituciones más representativas
de las organizaciones en retiro.
Pero no es fácil, pues no existen criterios objetivos para
determinar cuáles son las instituciones más poderosas.
Luego hubo un problema práctico, varios de los más
representativos, los que aparecían como más importantes, por
distintas razones, se excusaron.
El mapa primitivo se alteró y se optó por invitar a otras
personas para mantener los 30 pensados.
No fue nada fácil además conseguir un salón donde sesionar.
Los organizadores se encontraron que los salones de distintos
hoteles se arriendan, no se prestan gratuitamente, y, además
del arriendo, normalmente exigen un consumo.
En todo caso, hay varias otras reuniones programadas, y
cualquier ofrecimiento de salón gratuito para juntarse será
recibido con mucho agrado.
Finalmente se consiguió un local, perteneciente a una
organización que reúne a personal en retiro.
Con ese local ya obtenido, se cursaron las invitaciones y se
puso en marcha el sistema.
Posteriormente, surgió un inconveniente nada de menor.
Como deferencia, se hizo llegar a los administradores del salón
el temario a tratar.
Éstos entonces consideraron que el temario incluía puntos que
podían ser considerados políticos.
Y decidieron cancelar el uso del local, pues – dijeron- ellos por
estatuto no podían tratar temas que se pueden considerar
políticos.
Se preocuparon porque la autoridad política les podía revocar
la personalidad jurídica, lo que obviamente les perjudica.
Todo lo anterior en los términos más cordiales.
Pero lo concreto fue que el local donde se hacía se anuló,
todas las invitaciones estaban cursadas, las personas
confirmadas, y asistiendo a un lugar donde no habría nada.
El gobierno no cumple la constitución al tratar a los militares
como si no fueran chilenos, al disponer que ellos no merecen
un probable indulto, el que se dará a otros.
Mientras los otros violan, en el nivel más alto de gobierno,
hasta la propia carta fundamental, los nuestros están
preocupados de no infringir un estatuto.
Con este celo, obviamente, no llegaremos lejos.
Es mejor hacer las cosas, que pregonar “hay que’’
En horas después de ese rechazo, se logró una nueva sede,
que facilitó sus dependencias generosamente.
Pero no podemos decir cuál es, dónde queda. Todo es secreto
por razones comprensibles.
Se cuenta el milagro, pero no el santo.
Y si hemos contado el milagro es con el fin que nuestros
lectores sepan que las cosas no son fáciles.
Decirlas no cuesta nada, hacerlas es otra cosa.
Materializar algo implica el trabajo conjunto de distintas
personas y no siempre, en el trabajo del detalle, todo es poesía,
afloran las personalidades, los conflictos.
Hacer las cosas es muy diferente a decir “hay que’’. En este
caso concreto, se hizo algo muy importante, con excelentes
resultados.
Lo que importan son los resultados, y éstos indican que el
encuentro fue excelente.
Ahora, quedan varias otras reuniones, conocer el pensamiento
de muchos centenares de amigos retirados de las Fuerzas
Armadas y de orden, y también de civiles.
Reiteramos la necesidad de un local, ojalá de un lugar privado
o no ligado a limitaciones por estatutos.
Si nos va bien, podremos contar en detalle. De lo contrario, nos
veremos obligados a seguir con los misterios.