domingo, 20 de marzo de 2011

HABLA EN EXCLUSIVO A EL MERCURIO, EL CDTE EN JEFE DEL EJÉRCITO



Al cumplir un año como comandante en jefe del Ejército:
"Resolví implementar una política de transparencia para todas las actividades del Ejército"

El general Juan Miguel Fuente-Alba habla del fin de la ley reservada del cobre, de la gestión en la reconstrucción posterremoto, del puente mecano y la casa del general (r) Le Dantec, de los derechos humanos, de la carrera militar y de sus nuevas iniciativas para reforzar la rendición de cuentas en el Ejército.

Gabriel Pardo
El Mercurio

Juan Miguel Fuente-Alba Poblete (57) postuló por primera vez a la Escuela Militar cuando tenía sólo 13 años.

Cuarenta y cuatro años después de ese primer intento, se convirtió en Comandante en Jefe del Ejército.

Hace pocos días, el 8 de marzo, cumplió 365 días siendo la máxima autoridad de esa rama castrense y dice que está satisfecho, pero que "la responsabilidad es enorme y es difícil".

Es jueves al mediodía y está sentado solo en el salón donde se realiza el primer Consejo de Generales de 2011, en el Hotel Militar Kon Tiki, de Pichidangui.

"Es una instancia de debate -explica- donde cada general tiene opinión". Ahí se tratan todos los temas operativos del Ejército. Así que la reunión tiene dedicación exclusiva, absoluta reserva, y por seguridad implica dejar los celulares afuera del salón. (ver recuadro)

El comandante en jefe habla pausadamente y con gran corrección. A ratos parece un académico -tiene un magíster en filosofía política-.

Su carrera lo llevó a ser jefe del departamento comunicacional del Ejército, director de la Escuela de Suboficiales y de la Escuela Militar. En 2006, fue ascendido al grado de general de división y nombrado agregado de defensa y militar en la Embajada de Chile en EE.UU. Al año siguiente asumió la comandancia en jefe de la Segunda División de Ejército, en Santiago. Ya en 2009 se desempeñó como jefe del Estado Mayor General del Ejército.

Juan Miguel Fuente-Alba es hijo de un militar del mismo nombre y padre de un militar que también lleva su nombre. Y hace muy poco nació un cuarto Juan Miguel Fuente-Alba, su nieto, a quien muestra con orgullo en una foto de celular. Ya sueña con que se integre un día a las filas castrenses.

Cuando habla de su familia -está casado con Anita María Pinochet Ribbeck, tiene 3 hijos- aparece uno de los pocos momentos en que sonríe. El resto del tiempo asume con rostro reflexivo cada una de las preguntas.

-Está en proceso el fin de la "ley del cobre" para pasar a un tipo de financiamiento plurianual de las FF.AA. ¿Cómo evalúa esa modificación?

-El Ejército ha colaborado desde hace varios años en el estudio de una fórmula de financiamiento diferente a la ley del cobre.

-¿Y cuál ha sido la conclusión?

-Comprender plenamente la preocupación política por una fuente de financiamiento diferente, porque está seguro que se quiere perfeccionar el sistema pero manteniendo su capacidad operativa. ¿Qué es lo que nos preocupa a nosotros? Por de pronto, algo esencial: que la fuerza militar pueda cumplir su misión constitucional. Y para ese fin debe contar con los recursos anuales para mantener una fuerza entrenada eficiente, en condiciones de operar ante cualquier evento y en las tareas que la autoridad política determine. Y en segundo lugar, como se desprende de lo anterior, contar con los recursos necesarios para que al tiempo que el material cumple sus periodos de obsolescencia, pueda materializarse su renovación con criterios de largo plazo.

-¿Y su personal apreciación del rol que cumplió la Ley Reservada del Cobre?

-Creo que cumplió una etapa, y a lo mejor hoy día es conveniente tener una fórmula distinta en que la sociedad pueda tener más acceso a la información. En ese sentido al Ejército no le parece mal que el Congreso tenga algo que decir al respecto, y que las autoridades se pronuncien en todo el ámbito de sus atribuciones, pero garantizando estos dos elementos que deben quedar debidamente respaldados.

-¿No preocupa, entonces, al Ejército que se hable de presupuestos plurianuales? ¿Puede ponerse en riesgo su capacidad disuasiva con postergaciones parciales anuales, por ejemplo?

-No, porque siempre los proyectos de desarrollo de las fuerzas son de mediano y largo plazo. Aquí no hay una capacidad militar que se haya logrado en dos años. Ella se logra en mínimo seis años. Por tanto, lo que hoy día estamos viendo en términos de desarrollo de la fuerza del Ejército no es una concepción del año pasado ni del antepasado, tiene varios años de desarrollo. A nosotros no nos inquieta esa definición.

-Porque se ha planteado que con las nuevas fórmulas de financiamiento en diseño, los recursos para las Fuerzas Armadas, que son responsables de la seguridad y del aparato de disuasión del país ante una amenaza externa, podrían quedar al arbitrio coyuntural de la mayoría política de turno.

-Eso es parte del debate político que no nos compete a nosotros. Es parte de lo que tienen que hacer las autoridades respectivas para concebir una fórmula de financiamiento que recaude lo necesario para las tareas que señalaba antes. En la actualidad hay dos autoridades nuestras con sus equipos técnicos que están estudiando lo pertinente, a requerimiento del ministerio de Defensa, para concebir una norma que cautele lo que tenga que cautelar. Hemos entregado nuestra colaboración. El punto es contar con los recursos para la operación en el año y para el desarrollo de las fuerzas en el mediano y largo plazo.

-El Presidente Piñera, cuando anunció el proyecto, habló de planificaciones de armamento que van a tener un horizonte de 12 años y, por otro lado, anunció un fondo de contingencia...

-Nos parece conveniente el horizonte de 12 años y con respecto al fondo de contingencia está dentro de los asuntos que se conversan con el ministerio de Defensa por parte de las autoridades del Ejército. Es importante prever que ese fondo se pueda concebir para funciones intempestivas, justamente para contingencias, que es la razón para concebir un fondo con estas características. No nos parece improcedente que más instancias a nivel del ministerio de Defensa puedan conocer y opinar al respecto de los proyectos. Pero hay que tener cuidado cuando existen ya las definiciones técnicas por parte del Ejército, del tipo de material, del mejor rendimiento, de la eficiencia operativa. Esos son criterios técnicos.

-Ahora bien, los parlamentarios tendrán, en términos de decisión presupuestaria, el control sobre la ejecución de los proyectos más propiamente militares.

-Me parece importante que el Congreso tenga conocimiento de los proyectos en desarrollo, de las inversiones, que conozcan sus alcances. El Congreso verdaderamente tiene que ser un poder del Estado que cuente con toda la información disponible respecto del desarrollo de las Fuerzas Armadas. Eso está de acuerdo con las democracias modernas, con los tiempos.

27- F: "Tuvimos la satisfacción de recibir el aprecio de nuestro pueblo"

-Hace pocos días cumplió un año en la comandancia en jefe del Ejército. ¿Cuál es su balance?

-Yo creo que asumí el mando del Ejército en una circunstancia bastante especial. Al Ejército le tocó vivir lo mismo que a todo el país, en el sentido de que lo programado y los objetivos a desarrollar durante el transcurso del año se vieron interrumpidos por el terremoto del 27 de febrero. Pero el Ejército demostró tener la flexibilidad necesaria, tanto para los requerimientos del terremoto, como para cumplir sus funciones prioritarias.

-Durante el terremoto tuvieron un rol muy distinto al habitual movilizando en un principio a 15 mil efectivos. ¿Cómo evalúa hoy esas acciones?

-Se movilizaron en la zona, en 48 horas, alrededor de quince mil hombres en la zona afectada. Pero promedio del año podríamos decir que mantuvimos diez mil hombres, comprometiendo dos divisiones del Ejército. Esa labor la desarrolló en forma eficiente y todos sus integrantes sentimos la íntima satisfacción de recibir el aprecio y reconocimiento de nuestro pueblo. Tome usted en cuenta que el Ejército se desplegó en 117 comunas, y desarrolló un proceso -a través del Cuerpo Militar del Trabajo en coordinación con el ministerio del Trabajo- que llegó a tener más de 19.000 personas empleadas, con unos mil efectivos dedicados a gestionar esa inmensa organización. Le digo más: esta valiosísima experiencia podría perfectamente replicarse más adelante en otras modalidades de formación de hábitos de aquella porción de nuestra juventud que tantos obstáculos tiene para incorporarse al mundo del trabajo.

-¿Pero cómo se recupera ahora ese entrenamiento y capacidad militar?

-Es uno de los grandes desafíos que tenemos hoy día: que aquellas organizaciones militares que estuvieron fundamentalmente centradas en eso en el 2010 se nivelen con el resto del Ejército que continuó sus procesos ordinarios de adiestramiento y entrenamiento. Hemos debatido sobre algunas de esas materias, precisamente, con los generales, y puedo asegurar que lo lograremos en breve plazo. Para el personal profesional, renivelar su tiempo empleado en apoyo social a la comunidad no resulta una tarea difícil porque tiene una preparación completa y años de experiencia.

-Tras lo ocurrido en Japón hubo un despliegue organizado por parte de las Fuerzas Armadas en Chile. ¿Hubo una diferencia respecto del 27-F?

-El tema del terremoto de Japón y sus posibles efectos eran un evento conocido. Lo que ocurre con el 27 de febrero en Chile es absolutamente intempestivo y el daño causado más grande que el de Hiroshima y Nagasaki, en 3 minutos. Cuando se dice que el actuar del Ejército fue un tanto lento en reaccionar, ese es un juicio de valor que no comparto. Porque en el minuto en que termina el terremoto, los medios militares salieron como consecuencia de una reacción natural y lógica de colaborar con la población inmediatamente. Los regimientos que estaban en el área circundante ayudaron a la gente, desde dirigir el tránsito, dar entrada y salida en puentes dañados, etc. Y fíjese lo que significa trasladar, en 48 horas, 15 mil personas a la zona afectada. Respecto al "cuándo" se decreta el estado de catástrofe hay que aclarar que el Ejército no puede actuar antes en ese tipo de misión hasta que éste se decreta. Y segundo, era indispensable que en el actuar del Ejército, en las primeras 72 horas, con desórdenes, robos, etc. se cuidara hasta el más mínimo detalle para no tener que lamentar la muerte de una persona o de un grupo producto de las conductas que ellos mismos tenían. El Ejército tenía que asegurar que en el empleo de su gente la vida humana iba a ser cautelada y en ese sentido cumplimos la tarea.

-¿Cree que se debió dictar estado de excepción más rápido?

-Ello es una facultad del Ejecutivo y al estamento militar no le corresponde dirimir el cuándo sí, o el cuándo no.

Transparencia: "Es una preocupación de bastantes años atrás en el Ejército"

-El ministro Allamand, a su llegada, ha señalado que una de sus misiones es aumentar la transparencia al interior de las Fuerzas Armadas. ¿Siente que el Ejército necesita mayor transparencia?

-Yo diría que esto es una preocupación de bastantes años atrás por parte del Ejército. No es una preocupación sólo de hoy. De hecho, la oficina de Transparencia del Ejército en cumplimiento a lo que establece la ley, promulgada el año 2009, precisamente va en esa dirección. Se implementó todo un sistema en el Ejército para responder los sistemas de consulta que están establecidos y con excelentes resultados. De acuerdo a una investigación periodística, el Ejército, dentro de todos los organismos públicos ranqueados, fue el segundo mejor calificado en términos de oportunidad, exactitud y disposición para entregar la información. Es más, en 2004 se creó la Contraloría del Ejército, en sintonía con los mecanismos de fiscalización de la Contraloría General de la República.

-Entiendo que es un tema que también se trató en el Consejo de Generales.

-El consejo militar de esta semana se dividió en dos partes. Una específicamente militar, y otra que fue, por decirlo así, un seminario, que le pedimos a la Universidad Católica, y una invitación al contralor Ramiro Mendoza, a conversar con el alto mando y a exponernos determinadas situaciones respecto de la importancia que tienen el uso de los bienes o recursos públicos. El decano de Derecho de la Universidad Católica expuso su visión respecto a probidad y transparencia. Quisimos conocer sus puntos de vista para confrontarlos con nuestros procedimientos.

-¿Y en este Consejo de Generales se tomaron resoluciones en ese sentido?

-Sí. Resolví implementar una política de rendición de cuentas y transparencia, es decir un verdadero "accountability" para efectos de todas las actividades que desarrolla el Ejército. Esa es una política yo diría tremendamente potente para los efectos de la transparencia. Es una resolución que ha emanado precisamente de la discusión con los generales. Y lo vamos a desarrollar en el corto plazo, fortaleciendo la Contraloría del Ejército, nuestra oficina de Transparencia. El interés social por conocer los temas vinculados a la defensa ha crecido enormemente y el Ejército moderno tiene que responder a eso.

-Siente que, después de denuncias puntuales, ¿se ha cuestionado a todo el Ejército en materia de transparencia?

-Han surgido casos que han sido de público conocimiento, y que han ameritado, logicamente, analizarlos muy en detalle para sacar las experiencias necesarias. Hemos generado las medidas reparatorias y los mecanismos que garanticen que no ocurran situaciones similares.

-En el debate político se ha insinuado que durante el gobierno de la Concertación, como había otras preocupaciones respecto de las Fuerzas Armadas, se les habría dado "más libertad" para gastos institucionales y para mantener sus propias lógicas de administración.

-Yo no estoy de acuerdo con opiniones en esa dirección. De hecho, yo estaba señalando que la Contraloría del Ejército se creó el año 2004. Aquello no ha sido así. Pese a la rigurosa normativa, siempre se producirán situaciones aisladas indeseables que siempre se han sancionado.

-Sin embargo han aparecido los informes de Contraloría...

-Los controles de la Contraloría son sumamente importantes y el Ejército tiene todo un sistema para recoger sus observaciones. Por ejemplo, el 31 de diciembre se entrega el informe definitivo del Hospital Militar, de la última revista realizada en que hay una serie de observaciones de carácter administrativo. El día 20 de enero se dictan los tres sumarios correspondientes a observaciones de Contraloría y se abre una investigación sumaria administrativa para dar satisfacción a esas observaciones.

-En los informes se incluye la polémica por la compra, por parte del Ejército, del puente mecano a una empresa norteamericana durante la emergencia del 27-F.

-En el caso específico del tema del puente, yo lamento mucho no poder referirme tan en detalle, porque la investigación sumaria administrativa del Ejército fue remitida a Contraloría. No tenemos conocimiento si el organismo aprobó o no aprobó nuestra investigación sumaria.

-Pero se ha hablado que el Ejército privilegió a la empresa Acrow en particular para la compra. ¿Cómo enfrenta ese cuestionamiento?

-Ese fue un requerimiento formulado por el ministerio de Defensa.

"La igualdad ante la ley es un precepto constitucional"

-Últimamente también se ha hablado acerca de la iniciativa del Ejecutivo de dar beneficios carcelarios. En un principio la propuesta incluía a personas mayores de 80 años que tuvieran enfermedades terminales, lo que podría incluir a militares que están condenados por casos de DDHH, pero luego ello se retiró del proyecto. ¿Qué me puede decir al respecto?

-Yo no me voy a referir al proyecto de ley que se enviará al Congreso. Lo que yo siento es que debemos tener confianza en una sabia decisión por parte de las autoridades pertinentes. Pero me gustaría agregar que el Ejército ha tenido preocupación humanitaria por las personas que están afectadas por esta situación.

-Cuando surgió el tema usted señaló que "todos los chilenos tienen igualdad ante la ley, y es un principio constitucional, y que los militares son ciudadanos chilenos". ¿Eso puede leerse como una defensa de las razones humanitarias para militares?

-La igualdad ante la ley es un precepto constitucional. Yo no estoy haciendo referencia a los delitos cometidos, yo estoy haciendo referencia a que las personas son iguales ante la ley. El Ejército comparte ciertamente el claro pensamiento del Presidente Piñera sobre este particular.

-Hace poco surgió la polémica de que miembros del Ejército que integraron la CNI -que si bien no tienen juicios por Derechos Humanos- siguen integrando sus filas. Y el Gobierno de Piñera señaló que esa fue una política de los gobiernos de la Concertación y que no innovarían en el tema.

-Efectivamente, esa es una política que viene aplicándose desde los gobiernos anteriores y que el gobierno del Presidente Piñera ha mantenido. Y el Gobierno ha sido muy claro en el sentido de que tienen derecho a mantener su cargo personas que no sean imputadas por parte de un tribunal, o sometidas a proceso por violación a los DDHH. Hay que considerar, por otra parte, que cuando se toma una decisión con respecto a un militar en cuanto a que no debe continuar en la organización, el militar pierde su carrera. La carrera militar sólo se puede realizar en Chile desde el Estado. La actividad militar, que es la profesión del militar, sólo se hace en el Ejército, y sólo se hace desde el Estado.

Tropas en Haití: "No me corresponde decir si es conveniente seguir o no seguir"

-Recientemente fue cuestionada la compra por parte del Ejército de una casa de un millón de dólares para el jefe del Estado Mayor Conjunto, que en ese momento ocupaba el general Le Dantec.

-Es una temática sobre la cual sacamos mucha experiencia, y se han generado todas las disposiciones internas para que un hecho de las mismas características no vuelva a ocurrir. La Contraloría, de acuerdo al procedimiento desarrollado por el Ejército, objetó ese ejercicio administrativo, en consecuencia, no se llevó a efecto. Aquí no hubo desviación de recursos, no hubo un gasto fiscal innecesario. Tienen que ver con los cargos y no con las personas las adquisiciones que realice el Ejército. Y todas las adquisiciones que realice son de acuerdo a las normas y a las disposiciones de los órganos del Estado al respecto.

-¿Y cuánto influyó ese episodio en la renuncia del general Le Dantec?

-Eso no es un tema del Ejército. Es un tema del general, hoy en retiro, con el ministerio de Defensa.

-Chile mantiene tropas en Haití desde 2004. ¿Es necesario que se siga manteniendo ese alto contingente?

-Yo siento que aquí hay una posición de país respecto de la cooperación internacional y eso forma parte de la política exterior del Estado de Chile. A mí no me corresponde referirme a si es conveniente seguir o no seguir en Haití. Esa es una decisión absolutamente política, no militar.

-Se ha hablado de que tengan un rol distinto al que han mantenido hasta ahora.

-Creo que ahora la preocupación está en cómo generar instituciones y formas para que el Estado pueda dar estructura a Haití, esa es la impresión que yo me formo. Sin embargo, por el momento nosotros estamos comprometidos con las obligaciones que se ha fijado Chile con respecto a Haití.

-Pero se dice incluso que las tropas terminan haciendo labores de seguridad que le corresponderían a la policía.

-Lo que está haciendo el Ejército en ese sentido es participar en lo que significa garantizar la paz y la tranquilidad en un Estado que está viviendo una situación compleja.

Extender la carrera militar: "Es un asunto complejo"

-Otro de los debates actuales es la posibilidad de extender la carrera militar. ¿Es eso factible desde su punto de vista?

-Una de las preocupaciones del Presidente Piñera, que lo señaló en el discurso del 21 de mayo de 2010, era precisamente la carrera militar. Y es un asunto particularmente complejo a estudiar. En la carrera militar es medular la capacidad operativa de la fuerza. Y el diseño de la carrera tiene que estar en sintonía con ello. Un subteniente, un teniente o un capitán es parte de la estructura de la fuerza y eso le demanda una aptitud física que se puede lograr en cierto período de la vida. ¿Qué es lo que provee el Ejército? Un bien público que está plasmado en la Constitución y que es la defensa nacional. Y una persona que ingresa al Ejército da los mejores años de su vida productiva a esa tarea. Si sólo se concibe el alargamiento de la carrera militar como la fórmula única de la solución de los problemas, se pierde de vista la operacionalidad de la fuerza.

-Pero esto está ligado el tema de la reforma a la previsión de las Fuerzas Armadas.

-Claro. La previsión está íntimamente ligada al estudio de la carrera militar. Se tiende a confundir este tema cuando aparecen las distorsiones que existen en el sistema previsional (como los beneficios para las hijas solteras). Pero eso podría solucionarse rápidamente. Lo otro, la carrera, debe estudiarse en detalle, como por lo demás lo ha subrayado el ministro Allamand en las conversaciones en el ministerio.

-Algunos han planteado que incluso los militares pasen al sistema de AFP. ¿Le parece adecuado?

-No. En todo el mundo las personas que se dedican a la actividad militar tienen un sistema previsional específico. La profesión militar es distinta de otras porque sólo se hace desde el Estado.

Rentas actuales: "Estamos bajo la media del sector público"

-La carrera militar tiene un fuerte componente vocacional. ¿Cómo estima que están las vocaciones militares en el Chile de hoy?

-La vocación militar propiamente es un sentimiento, es una actitud personal. Hoy día las inquietudes que puede tener la juventud para la realización personal y profesional en una actividad que le provea de los recursos necesarios tienen cierto impacto. En términos de ingreso, de crear una fortuna, obviamente la carrera militar no es el camino. Eso puede influir en las perspectivas de las personas.

-¿Las rentas actuales que percibe un militar son un tema de discusión que preocupa a las filas del Ejército?

-Bueno, uno de los artículos de nuestro reglamento de disciplina señala que todo militar tiene que sentirse conforme y declararse conforme con el sueldo que gana y el puesto que ocupa. Sin embargo, si uno mira la escala de sueldos de nuestra organización y hace una comparación con la escala del sector público -ni hablar del sector privado, pero creo que nos debemos comparar con el sector privado- en determinados segmentos, sí estamos bajo la media del sector público.

Planes 2011: "Énfasis en la operacionalidad del Ejército"

-¿Cuáles son los planes más específicos para el Ejército en 2011 y que se han discutido en el Consejo de Generales?

-Los desafíos de este año en primer lugar son certificar la operacionalidad de las fuerzas incluyendo sus distintos estamentos, sus distintos componentes. Vamos a dar un fuerte énfasis en la acción del Ejército, pero en el intertanto vamos a corregir mecanismos, procedimientos, verificar sistemas, doctrinas y dotaciones.

-Cómo evalúa los vínculos con los países vecinos.

-Las relaciones exteriores de Chile le corresponden al Presidente de la República. Sin embargo, en sintonía con la política exterior de Chile, el Ejército tiene una muy buena relación con los Ejércitos de Perú, Bolivia y Argentina, con agendas de trabajo anual. Yo diría que estamos con Argentina ya en una jerarquía de vinculación diferente. Sus oficiales jóvenes estudian en la academia de guerra del Ejército, un oficial nuestro estudia allá...

-¿Y eso todavía no ocurre con Perú y Bolivia?

-Yo creo que estamos encaminados en un incremento de relaciones bilaterales de orden castrense. Pero hay que dar tiempo suficiente a estos asuntos y no forzarlos, creo que tienen sus ritmos y tienen sus tiempos.

-Cuando se ha planteado desde Perú que Chile estaría en una carrera armamentista. ¿Cómo lo toma el Ejército?

-No es que Chile, ni menos sus Fuerzas Armadas, estén en una carrera armamentista. Lo que ocurre es que el grado de lentitud de colocar al día los sistemas para tener una fuerza eficiente, era bastante significativo. La estatura estratégica del país merece tener una fuerza razonable con esa demanda. Y eso implica el desarrollo de una fuerza para cumplir ese fin.

-Se espera un pronunciamiento por parte del Tribunal de La Haya por la demanda peruana. ¿Eso puede generar un episodio de tensión? ¿Cómo está preparado el Ejército?

-Esa es una materia de exclusiva competencia de la Cancillería y del Presidente de la República. Yo sí pondría un énfasis en que el Ejército está siempre con un nivel de alistamiento adecuado para cumplir con cualquier eventualidad: una misión de cooperación internacional, una misión de paz, la participación en una emergencia en cualquier parte del territorio nacional, etc.

Consejo de Generales: "Aquí, todo el alto mando tiene opinión"El primero del año 2011
A eso de las 14 horas del jueves se termina la sesión de la mañana del Consejo de Generales y ahora se ve a decenas de uniformados que conversan en los pasillos del Hotel Militar Kon-Tiki.

Todos llevan tenida de trabajo, con pantalón y camisa de camuflaje, más los tradicionales bototos.

El Consejo de Generales les ocupó casi toda la semana -de martes a viernes- al comandante en jefe y a los 43 generales que lo acompañan. Es la instancia donde el alto mando discute los grandes temas del Ejército, desde seguridad o adquisiciones militares, hasta iniciativas de formación, equipamiento y organización.

Y aunque desde el lugar se ve la playa, poco tiempo tienen para recorrerla. La dedicación es exclusiva a la reuniones, que parten a las 8.30 horas de la mañana y terminan pasadas las 21.

Si bien en el salón se sientan por orden de antigüedad, todos pueden opinar por igual. Y en los almuerzos, los puestos en las mesas se rotan estrictamente todos los días para que todos los generales compartan entre sí.

Afuera del salón de reuniones hay 44 pequeñas gavetas para que se dejen los celulares. En parte para evitar distracciones y en parte para defender la seguridad y la reserva del evento.

Cada general cuenta con un computador y un micrófono y el comandante en jefe dirige la sesión.

-¿Qué importancia tiene esta instancia, cómo la describiría?

-El consejo militar es una instancia muy importante de desarrollo de las actividades del año. Esta es una oportunidad donde todo el alto mando tiene opinión, se produce el debate, se da cuenta de los disensos en ciertos asuntos, se toman acuerdos. El comandante en jefe, normalmente, dependiendo de las características del consejo, toma las decisiones el último día en virtud a todos los antecedentes trabajados.

-¿Acá se discuten temas de seguridad nacional?

-Se discuten temas de defensa y seguridad. En estas instancias, se ha resuelto tomar determinadas líneas de desarrollo, por ejemplo.

-¿Y un general puede rebatir al comandante en jefe?

-Sí. Aquí todos somos como miembros del directorio y todo se hace con el debido respeto.


No hay comentarios: