Autor: Javier Bazán
Web: http://simposiolibertario.blogspot.com/
Algunos políticos son tontos o se hacen. Basta leer las declaraciones de algunos políticos, después de que los terroristas mapuches depusieran su falsa huelga de hambre que duró 82 días. Ellos dicen: “La única solución a los mapuches homicidas es el indulto”. Así lo dice el ex presidente de la República y actual senador de la Democracia Cristiana (DC), Eduardo Frei Tagle: ‘La única salida es el indulto presidencial', el diputado comunista Hugo Gutiérrez: "Lo que uno espera de un Presidente es que asuma la responsabilidad de salvar cuatro vidas humanas que fueron injustamente enjuiciadas en virtud de una legislación que no correspondía. Entonces, mientras no se derogue esta ley, el Jefe de Estado puede indultar", el parlamentario socialista y ex terrorista, Sergio Aguiló afirmó: " los comuneros fueron condenados a 10 y 15 años de una manera extrañamente irregular, porque se utilizaron todos los métodos de una ley antiterrorista y después fueron llevados a la justicia común” En el mismo tenor, el senador oficialista de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, quien dijo: "El tema tiene mérito en sí mismo para tener una solución del análisis del caso por la complejidad que reviste, y también podría ser planteado como un tema a debatir al interior de esta ley de indulto". Después agregó: "Existen precedentes para hacerlo, a través de una ley general como fue el indulto que se hizo a un grupo de violentistas a principios de los 90 y por lo tanto es un tema que se puede analizar”. Las palabras del demócrata cristiano no me asombran. Si me asombran, por el contrario, las palabras del senador oficialista, cuyo fundador de ese partido, el abogado y profesor de Derecho, Jaime Guzmán fue asesinado luego de haber terminado sus clases en la Pontificia Universidad Católica, en Santiago, por oponerse al indulto de los terroristas condenados. Algunos de los cuales, me fueron condenados a penas que bordean el siglo. Además, sentí rabia al leer la declaración del senador de la UDI. De una cosa estoy seguro: el político Guzmán tienen que estar revolcándose en la tumba al oír las palabras del señor Larraín.
Hay que recordar que el presidente Piñera para las fiestas del Bicentenario, puso en el mismo nivel a los 33 mineros junto con lo delincuentes mapuches, que atentaron contra un agricultor y luego contra el fiscal Mario Elgueta.
No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas. Según Larraín, "Existen precedentes para hacerlo”. ¿Qué precedente? Los terroristas condenados por la Justicia Militar ajustados a Derecho. Transcurridos veintiún años, sabemos que el Gobierno que presidió Aylwin no les temía a los militares, sino a los terroristas. La Concertación siempre sacara a relucir el ejercicio de enlace, que realizó el Ejército. El auténtico problema era los terroristas Por ello, se encargaron de hacerle concesiones a la extra izquierda. E incluso varios participaron en los Gobiernos de la centro izquierda. No obstante, la gravedad de sus delitos.
Primero falló el tribunal de apelaciones de la ciudad sureña de Cañete, que condenó a los mapuches homicidas a 25 años. Desde entonces, la izquierda comenzó presionar, ya sea con los poderes fácticos, esto es, organizaciones que dicen defender los Derechos Humanos, los políticos y naturalmente, el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Esta última es por antonomasia una institución izquierdista. Para ello, se sentaba un precedente, porque a raíz del fallo, los chilenos supuestamente estaríamos indefensos. Luego, la Corte Suprema, finalmente dictaminó, hasta bajo las penas, creo, por la presión de los poderes fácticos y los políticos de izquierda.
Lo que asombra, pues, es la capacidad de la izquierda para movilizarse, en contraste con la Derecha. Cuando se condenó injustamente a la llamada ‘copula de la DINA’ por el secuestro de una mirista. Pocos hablaron. Los políticos de derecha poco o nada dijeron. Simple resignación. E igualmente, los académicos del sector. Pocos cuestionaron la figura ficticia del ‘secuestro permanente’, la falta del debido proceso y los principios del Derecho: la cosa juzgada, pro reo, la prescripción, la Ley de Amnistía. Y todos los atropellos que han sufrido desde entonces con jueces prevaricadores y testigos falsos. Cada vez que han sido condenados por ‘crímenes de lesa humanidad’ los políticos no hacen alharaca como los políticos de izquierda. Ese último delito no es retro activo, mas a los abogados que están en la arena política no les importa. Desde luego, que las organizaciones de Derechos Humanos, esto es, los poderes fácticos y el Instituto Nacional de esos derechos avalan todos esos atropellos mencionados hacia los militares.
Los homicidas comuneros que atentaron contra la vida del fiscal Elgueta fueron procesados y condenados por la ley común, pues no se aplicó la ley antiterrorista. Menos se les condenó por ser ‘del pueblo mapuche’, como dicen los activistas de derechos humanos.
Como se nota, que la izquierda desea retorcer el Derecho, es que una vez los delincuentes o terroristas depusieron su falsa huelga de hambre, se formó una Comisión por los Derechos del Pueblo Mapuche presidido por “el arzobispo de Concepción e integrantes de la Iglesia Católica, la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, el representante de la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH y los familiares de los comuneros”, según dice José Aylwin, uno de los representantes de los poderes fácticos en una carta a ‘La Tercera’. Este señor realizó una acusación sin fundamento, diciendo que los delincuentes confesaron bajo tortura. Afortunadamente, el día martes 14, una señora escribió a refutando lo que decía Aylwin: “Con base en todas las pruebas obrantes en el proceso, se pudo determinar que en ningún momento se vulneró su derecho de defensa, pues se estableció que las lesiones que presentaba fueron ocasionadas en el momento de la detención y nada tuvieron que ver con el interrogatorio. También quedó claro que no se omitió la lectura previa de sus derechos, que él mismo manifestó su decisión de declarar, exculpándose al afirmar que no había participado en el atentado contra el fiscal; que delató a los autores de este delito y se negó a ser asistido por un abogado, pues no quería que se filtrara dicha información. Y, finalmente, también quedó establecido que cuando tuvo la oportunidad de informar sobre los supuestos apremios ilegítimos, nunca se quejó ante el procurador, ni le contó al juez de garantía cuando se hizo el control de detención”. Dicho se de paso, ‘La Tercera’ titula ambas cartas ‘Condena a activistas mapuches’, ‘activistas’ y homicidas. El señor Aylwin pertenece a la misma calaña de personas que sostienen que se torturaron 30.000 bajo el Gobierno Militar. Dejando impune las torturas cometidas por la Unidad Popular.
Lorena Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, fue elegida en nombre de la sociedad civil. Sin dudas, ahora la expresión ‘sociedad civil’ reemplaza al ‘pueblo’. Desde luego que los únicos auténticos representantes de la sociedad civil tienen que ser de izquierdas. Hasta se sumaron las Madres de la Plaza de Mayo en apoyaron los comuneros terroristas.
El actual arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti carece de criterio, cuando justificó la huelga de hambre para acceder al indulto: “Si el mejor camino es el indulto, bendito sea”. Al contrario de lo que piensa él, el juicio se ajusto a Derecho: "Ese es el sentimiento que ellos tienen. Lo que ellos esperaban era que el juicio fuera anulado y que hubiera un juicio de acuerdo a Derecho, de tal manera que lo que han obtenido es poco, aunque objetivamente se ha dado un paso, aunque sea pequeño". El Estado chileno juzgó a personas individualizadas, de carne y hueso como diría Miguel Unamuno, que cometieron delitos graves. En ningún momento, se habla del ‘pueblo’ o ‘comunidad’. Por tanto, se expresa mal cuando habla de “una actitud no pacífica en las comunidades mapuche y dentro del país".
Los homicidas mapuches usan la huelga de hambre para forzar a las autoridades a cumplir su petitorio, sin embargo, de acuerdo con Amnistía Internacional, es inhumano obligar a las personas a comer, porque “la alimentación forzosa de las personas en posesión de sus facultades que están en huelga de hambre, si no se lleva a cabo por motivos de necesidad médica y de acuerdo con la ética médica, puede constituir trato cruel, inhumano o degradante”. Incluso dicha organización lanzó una alerta mundial para impedir la alimentación forzada. ¿No es absurdo?
Propongo que nuestro sector forme una comisión para denunciar como las organizaciones de Derechos Humanos les violan los derechos humanos a los militares.
Las organizaciones de derechos humanos por el modo en que se expresan, quieren dar la impresión de que el Estado chileno está haciendo una limpieza étnica al aplicar la ley antiterrorista contra unos individuos identificados por atentar contra la propiedad de un agricultor y el fiscal Elgueta. Por eso, utilizan la expresión ‘pueblo’ o ‘comunidad’, tal como el socialista Aguiló: "un indulto presidencial es el que corresponde que se haga, porque sería un gesto de reconocimiento para el pueblo mapuche". Las organizaciones izquierdistas quieren instalar en el imaginario político que los mapuches serían como los kurdos bajo Saddam Hussein o bajo los turcos. Nada más alejado de la realidad. Cualquier turista que viaje al sur vera que los mapuches como cualquiera persona han optado por diversos oficios para ganarse la vida: unos fabricaran artesanías en madera, otros serán carpinteros, maestros de escuela, agricultores de productos orgánicos, empresarios, guardaparques, fabricantes de mermeladas, tortillas, artesanías en lana, vendedores del ají sureño que está de moda en gourmet chileno, el merkén. La penúltima vez que estuve en el balneario de Lincan Ray, un amigo donde me hospedé, me contó que el municipio de esa ciudad o el Estado, les dieron a los mapuches un parque que está entre la playa chica y la playa grande para lo administren, donde hay diversas clases de árboles.
Entonces, ¿dónde está la agresión contra el pueblo mapuche? Sabemos que la expresión ‘pueblo’ es una entelequia, pues sólo existen los individuos. Naturalmente, para las organizaciones de Derechos Humanos, los homicidas mapuches no le violan los derechos humanos al atentar contra la vida del fiscal Elgueta y los agentes de la PDI. Si éstos últimos les hubieran tendido una trampa a los delincuentes como muestran en las películas, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, serían acusados de violar los derechos humanos.
martes, 28 de junio de 2011
CREANDO UN PROBLEMA DONDE NO HAY TAL
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