Camila desmiente "lucro" por contrato en que arriendan nombre de la FECh a preuniversitario

MIENTE COMO TODOS, QUEDASTE AL DESCUBIERTO

“La plata que sale del preuniversitario no se invierte en el mismo preuniversitario, parte de ella se reinvierte en los gastos que tienen las actividades de la federación. No va al lucro individual de nadie... Nadie está ganando plata por ello”.
Con esas palabras, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Camila Vallejo, salió a aclarar esta mañana el contrato que la federación mantiene con una empresa privada que usa su nombre de manera exclusiva para impartir cursos de preuniversitario y, a cambio, recibe $30 millones al año.
La citada empresa —que comercialmente se llama “Preu FECh”— tiene dos sedes (Alameda y Ñuñoa) y su relación con la U. de Chile y su federación es netamente comercial.
La situación ha generado un fuerte cuestionamiento entre los dirgentes de otras universidades, que califican de “inconsecuente” a Vallejo “porque es uno de los rostros del movimiento que lucha contra el lucro, pero que está lucrando con su propia federación”. Por ello, advirtieron, el tema será tratado en la próxima Confech.
Consultada esta mañana en Meganoticias, Vallejo sostuvo: “Este es un acuerdo al que se llegó hace muchos años y hemos tratado de resolverlo. Pero la federación no tiene personalidad jurídica y es complicado determinar qué pasos vamos a seguir (...) Estamos evaluando con la mesa directiva” si a fin de año se renueva el contrato.
El actual secretario ejecutivo de la FECh, Juan Pedro Lührs (vinculado al gremialismo) admitió hoy que el tema ha generado un fuerte debate dentro de la federación: “Hace varios años, el dirigente Carlos Salazar se negó a firmar (el contrato). Si bien yo fui el último en firmarlo ahora, hice muchas preguntas que no me aclararon”.
Agregó que le sorprende que la FECh no tenga control sobre la calidad de la educación que imparte dicho preuniversitario. “Esto se contradice mucho con el discurso que tenemos, en que se llama a fiscalizar (...) Lo único que se hace es pedir el número de matriculados que hay para saber cuánto se va a cobrar”.
Respecto de los $30 millones, dijo que “va al presupuesto de la federación”, que lo administra la presidenta (Camila Vallejo) con un tesorero de su confianza. En qué se gasta la plata, el resto de la mesa no tenemos idea”.