Sucia y vergonzosa la actitud de Rodrigo Hinzpeter al mostrar una hipócrita sonrisa tras el rechazo en el Parlamento a la acusación constitucional en su contra, la que fue presentada tras los graves incidentes ocurridos el 24 y 25 de Agosto, durante el paro subversivo de la CUT, y que costó la vida a un menor de edad que en horas de la madrugada estaba irresponsablemente, en el lugar de los desmanes.
El Ministro acusa de actuar con “oportunismo político” a quienes presentaron la acusación y se lava las manos cobardemente diciendo que “La responsabilidad política no corresponde… por que el hecho se desarrolló en un ambiente de responsabilidades individuales”. En otras palabras culpando a los Carabineros que cumpliendo con su deber, arriesgaban sus vidas enfrentando a la subversión.
Cabe aquí una importante pregunta: ¿Desde cuándo un procedimiento policial se realiza al libre albedrío, para que las responsabilidades sean individuales?... NUNCA señor Hinzpeter.
Porque cuando las calles se transforman en campos de batallas, invadidas de rufianes encapuchados, con piedras, fierros, barricadas de fuego, destrucción de todos los bienes públicos y privados, incluso el incendio de vehículos particulares y disparos de armas de fuego en contra de las Fuerzas de Orden y Seguridad… ¿Qué ocurre? ¿Los Carabineros actúan por su cuenta, o como parte de una Institución jerarquizada y además, dependiente del Ministerio del Interior?
Y si en ese escenario violento una Fuerza Policial se ve sobrepasada por la subversión, ¿Se tiene que retirar de la escena dejando a la población civil inocente desamparada y bajo el acecho de la delincuencia y el crimen? ¿Qué ocurriría si Carabineros no cumple con su obligación y abandona el lugar de los disturbios?
Es ridículo pretender que una Fuerza Policial se tenga que enfrentar a ese nivel de agresividad, con un simple escudo plástico, y con prohibición absoluta de hacer uso de su armamento de servicio.
La acusación constitucional por sí sola, no tenía cabida legal, ya que un Ministro del Interior tiene la obligación de mantener el orden y la seguridad interior del país. El uso de armamento por parte de Carabineros es muy entendible en esa circunstancia. Lo que estaba mal era la subversión, las armas ilegales que se estaban ocupando y la presencia irresponsable de un menor de edad en medio de ese escenario de violencia.
Pero sin embargo el "flamante" Ministro, se sacudió el mal rato culpando a Carabineros de Chile, pidiendo el retiro de un General de la República y mofándose del procedimiento policial adoptado, conminando además al mando a adoptar otras medidas disciplinarias que terminaron con la carrera de varias personas, personas que entregan sus vidas en defensa de la sociedad.
El señor Hinzpeter es una vergüenza de persona y de ministro, muy bueno hubiera sido para el país que la acusación prosperara, y que hubiera sido destituido.
Otra pregunta importante: ¿Con qué cara y con qué moral, el señor Hinzpeter como Ministro del Interior, pretenderá disponer el empleo de Carabineros de Chile en los próximos desmanes planificados por la subversión? Porque esto todavía no termina, por lo que se ve… queda mucho.
Alejandro Russell O’Kuinghttonss
viernes, 2 de septiembre de 2011
HINZPETER ESCABROSO INMORAL…
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