viernes, 28 de octubre de 2011

La realidad de falsos exonerados y juicios a militares



Estimados amigos



Remito este interesante comentario rescatado del Emol a raíz de los exonerados y al final un paralelo que está ocurriendo con los juicios a militares basado en ficciones e ilegalidades jurídicas. Me parece del todo interesante difundirlo.



Comentario de Don Alfonso Conn



Alfonso Conn · Top Commenter · Deutsche Schule



El abogado Marcelo Elissalde ha investigado el negocio de los supuestos "exonerados" por el Gobierno Militar, que es uno de los forados más grandes que la Concertación ha perpetrado, y de los cuales ha profitado, en el patrimonio fiscal.



La gente común no tiene idea de la cantidad de dinero público que la izquierda sustrae para sus finalidades proselitistas. En estos días se ha inaugurado una sucursal del "Museo de la Memoria", en Osorno. Ese museo es una fabricación marxista para desfigurar la historia, que financian los contribuyentes chilenos. Lo fantástico de todo eso es que la extrema izquierda, que preparó e intentó en Chile la toma del poder por las armas, recibe ahora el aplauso y el reconocimiento como "víctima" de algunos de sus propios adversarios, hasta de derecha, que le dedican panegíricos al Museo de fachada de la izquierda otrora terrorista, para maquillar sus pecados contra la democracia y el pueblo chilenos.



El inventario de abusos que ha denunciado el abogado Elissalde queda sintetizado en una sola cifra, que hace palidecer las pérdidas del Transantiago, de Enap, de Ferrocarriles, generadas por las gestiones dispendiosas y corruptas de la centroizquierda mientras estuvo en el Gobierno: son mil setecientos millones de dólares que se han llevado los "exonerados".



Los contribuyentes chilenos le pagamos alrededor de 150 mil pesos mensuales a cada uno, por el solo hecho de que hayan sido despedidos durante el Gobierno Militar, pero muchos no lo habían sido.



El Partido Comunista aparece como una empresa en que fueron despedidos más de mil trabajadores. Lo mismo el Partido Socialista, con más de 600, y hasta el MIR, asociación ilícita terrorista, aparece habiendo sido declarado como una "empresa" por la Contraloría General de la República, lo que le permite al jefe guerrillero Andrés Pascal ser un "exonerado" y cobrar pensión por este capítulo.



Los exonerados-rentistas son, en este momento, 157 mil, y le cuestan al Estado chileno más de cien millones de dólares anuales. Pero la izquierda también recibe fondos estatales por indemnizaciones y pensiones a supuestos "ejecutados" y "torturados". Además, todos tienen beneficisos por concepto de becas de estudio y atención gratuita de salud.

Todo ello se acerca ya a los 300 millones de dólares anuales.



En 2007 el senador DC Hossain Sabag manifestó públicamente su extrañeza porque él estimaba que, en su región, había unos 16 mil exonerados. Sin embargo, resultó que se presentaron 200 mil solicitudes. Eso es un índice de lo que está siendo sustraído demás por los ardides concertacionistas.



Finalmente ha estallado el escándalo y el diputado Sergio Ojeda (DC), presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, ha terminado confesando que fue parte en la "fabricación" de "exonerados" imaginarios. Sometido a censura en la Comisión, ¡ella fue rechazada! por la mayoría concertacionista. Así es que el parlamentario, no sólo acusado, sino confeso de haber defraudado al fisco, ha sido confirmado en su cargo. ¡Ha recibido un espaldarazo moral de su coalición!



En este escándalo, en que decenas de miles de personas medran de los recursos fiscales indebidamente, sólo hay, hasta el momento, un procesado, ¡uno solo! de apellido Allendes, de la zona sur. Nadie más.



Hay procesos contra uniformados en que se ha sometido a proceso a veintenas de ellos y ya duran once o más años. Legalmente esas personas deberían estar libres, pero la justicia de izquierda las mantiene procesadas porque ése es el castigo que se le puede inferir a quienes son inocentes o legalmente exentos de responsabilidad penal, pero deben ser castigados políticamente. Yo escribí un libro en 1999 sobre "La Verdad del Juicio a Pinochet", probando su inocencia y la del general Arellano en el caso de la comitiva que encabezó este último. Ese proceso no se va a cerrar nunca, porque es tan ostensible la ilegalidad de las principales acusaciones que sería insostenible políticamente dictar sentencia reconociendo eso. Han pasado doce años y pasarán otros tantos sin que el proceso termine. Hay otros casos similares.



¡Qué distinto del caso exonerados, en que no procesan a casi nadie, pese a las evidencias!

Porque aquí la conveniencia política de la corriente dominante prevalece sobre la ética, la moral, la justicia y el derecho.

¿Tiene conciencia moral un país así?





Saludos

Carlos Edo. Gary

Por la Libertad de nuestros

Presos y Procesados Políticos

Militares y Civiles


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