Carta al Alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, por su participación en acto en villa grimaldi

Señor Claudio Orrego

Alcalde de la I Municipalidad de Peñalolén

Presente



Estimado Señor Alcalde.-



Como ex Militar me permito enviarle esta nota a raíz de una situación particular, donde aparece su persona haciéndose parte de una actividad absolutamente política. Eso es normal, Usted es político. Pero lo malo es que en esta ocasión se trata de la mala política, la política del odio y la venganza, esa que tiene entrampado a Chile en la mediocridad, y en la que Usted creo, nunca ha participado.



Me refiero a su presencia en el acto de lanzamiento del libro “Krassnoff, arrastrado por su destino” de Mónica Echeverría. Actividad que malamente juega a los empates con el lanzamiento de otro libro sobre el Brigadier Krassnoff, el que cuenta su verdadera historia y que fue lanzado hace un par de semanas, con farándula periodística y odiosidad adversaria, como recordará.



Usted bien sabe Señor Alcalde, que Peñalolén es una Comuna elegida por cientos de ex uniformados para vivir, y le puedo asegurar que la inmensa mayoría de ellos votaron por Usted, tal vez todos. Eso no es un voto político, eso es imposible dada su militancia demócrata cristiana, el voto de esas miles de personas, considerando sus familias, es únicamente por su brillante gestión edilicia.



Para que estamos con cosas Señor Alcalde, Usted sabe y conoce muy bien la tendencia política de los ex uniformados, en ningún caso se acerca a la Democracia Cristiana ni a la Concertación, mucho menos al comunismo tan renacido que vemos en el Chile actual, de lo que su partido tiene mucha culpa. Nuestra tendencia política tampoco es la derecha, ellos para nosotros sólo son “el mal menor”.



La tendencia política de los Ex Uniformados Sr. Orrego simplemente no existe en Chile, somos Pinochetistas, y sin la presencia de mi General, el Pinochetismo dejó de ser una opción.



Pero hay algo muy importante que Usted debiera considerar, nadie va a borrar de nuestras vidas y recuerdos al Presidente Pinochet, al Gobierno Militar y todos los infinitos logros que ese período heredó para el país.



Usted puede estar pensando en estos momentos en el vilipendiado tema de los derechos humanos. Lo entiendo, pero le recuerdo que nosotros también somos humanos y también tenemos derechos. Y también sabe Usted que la justicia debe ser siempre pareja, para todos por igual.



Yo, aunque con mis buenas aprehensiones, supe respetar al ex Presidente Aylwin cuando creó la Comisión Rettig, se trataba de una investigación que buscaba “verdad y reconciliación”. La idea auguraba un trabajo despolitizado e imparcial. Las cosas al final no fueron tan así. Pero el resultado fue un testimonio muy especial, que curiosamente nosotros lo respetamos, pero los que fueron nuestros adversarios ni siquiera lo quieren recordar. ¿Y por qué?...



Resulta que según el informe definitivo, en ese bando adversario al nuestro, hubo algo más de tres mil víctimas; pero el informe no llegó hasta ahí, y eso es lo que no les gustó. Resulta que el mismo informe reconoce que los uniformados muertos fueron casi dos mil.



Usted entenderá Señor Alcalde que para abatir a casi dos mil uniformados, instruidos en Instituciones Armadas regulares y por lo demás constitucionales, se necesitó una fuerza también armada, paralela a la nuestra, y por supuesto esta última absolutamente anticonstitucional.



¿Y esa fuerza de donde salió?



Usted lo sabe y recuerda tan bien como yo. Fue el propio Allende el que infringiendo groseramente la Constitución, interno a Chile armamento ilegal en cantidades impresionantes. Usted debe haber visto las fotos de Allende en la mañana del Once, con casco y metralleta organizando la defensa de La Moneda, rodeado de terroristas. Eso no grafica en nada lo que debe ser un Presidente Constitucional, ni a una persona inocente de las consecuencias que tuvo su lúgubre mandato, lleno de las más siniestras intenciones, las que de haberlas podido cumplir, para el país y los ciudadanos chilenos habría sido nefasto. Recuerde Señor Alcalde que esto lo reconoció en la fecha y cuando aun sonaban las balas, el propio Patricio Aylwin y Frei Montalva, entre otros tantos.



Lo que pasa es que Allende como Presidente pierde toda representatividad constitucional al generar en el país un clima de violencia extrema, con montoneras armadas ilegalmente. Hecho denunciado en la fecha por la Cámara de Diputados y la Corte Suprema de Justicia; denuncias que indudablemente dan legitimidad al Acción Militar del Once.



Recordemos que Allende no alcanzó a distribuir todas esas armas, la mayoría de ellas fueron encontradas en Tomas Moro, El Arrayan, La Moneda y otros lugares de Santiago, Valparaíso y Concepción. Pero lo que sí logró distribuir el mentado Allende le sirvió para matar a casi dos mil uniformados.



Usted como hombre de honor y consecuente podrá analizar estos datos en su real magnitud, y podrá comprender el porqué de la Gesta Militar del Once de Septiembre. Yo creo que Usted podrá comprender el porqué de los hechos, los que le aseguro, la verdadera historia, la que perdurará, la que se escribe solo con verdades, relatará en su verdadera dimensión.



Usted también puede estar pensando en los organismos de seguridad del Gobierno Militar. Bueno, comprenderá Don Claudio que un Ejército regular nunca se podrá enfrentar a una horda terrorista que actúa en el anonimato. Cuando con el correr de los años las armas repartidas por Allende atacaban desde las sombras, hubo que acomodarse a ese tipo de guerra obligando a organizar estos organismos para frenarlas. Recordará también que eso se prolongó por años y cuando les quedaban pocas armas, internaron más al país por Carrizal. En fin, fue una refriega larga y permanente. Pero unos actuaban constitucionalmente… y los otros no.



Me he extendido mucho en la historia Señor Alcalde, pero a veces es bueno recordar verdades.



En esa guerra le tocó combatir al señor Brigadier Krassnoff, siendo joven, junto a otros tantos de los nuestros. El Brigadier se enfrentó armado a hordas también armadas, murió gente de ambos bandos, pero los Militares están presos y los que estuvieron presos del otro bando, están hoy libres, ¿Y por qué?



Simplemente porque a los terroristas les aplicaron todo lo que la ley establece, al margen de sus crímenes. Ellos fueron amnistiados, indultados, se les aplicó la prescripción de la pena, la cosa juzgada y cualquier otro artificio legal; los que a los uniformados sencilla e injustamente les negaron. O sea, los que actuaron bajo un mandato constitucional son condenados y los que actúan ilegalmente son liberados. ¿Puede entender esto Señor Alcalde?



Yo creo que sí lo entiende muy bien, y por eso esta nota.



Sinceramente no se verá bien su presencia en ese acto que se desarrollara en Villa Grimaldi. No se ve bien por muchas razones, primero porque no se conjuga con la verdadera historia, que de alguna forma se la resumí antes, pero principalmente, porque como Alcalde se debe a todos los habitantes de su Comuna, donde le insisto… hay muchos Militares y sus familias que no “comulgando” con su tendencia política, le han dado el voto a Usted, porque quieren una buena Comuna.



El Alcalde de Providencia no asistió al acto al Brigadier Krassnoff el Club Providencia, por respeto a los habitantes de su Comuna (a todos). Ese es un buen ejemplo que me atrevería a recomendarle.



Y para terminar Señor Alcalde, Usted recordará que el acto al Brigadier Krassnoff en Providencia, fue groseramente “funado”, y no solo eso, fue peligrosamente asaltado por montoneras de delincuentes, que no solo querían el fracaso del mismo, sino el linchamiento de los asistentes, lo que casi logran por la ya típica debilidad del actual gobierno, que prohibió a Carabineros actuar oportunamente. Se imagina Usted Señor Alcalde si nosotros, los ex Militares y nuestras familias fuéramos a “funar” el acto de Villa Grimaldi, donde Usted asistirá ¿Qué ocurriría?



Pero tranquilo Señor Alcalde, eso nosotros no lo hacemos, sabemos respetar… somos gente.





Un afectuoso saludo





Alejandro Russell O’Kuinghttonss

Coronel en Retiro