SECRETO MILITAR

Secreto Militar, por el Contralmirante Guillermo Baltra Aedo.
de José Daniel Nieto Bernabeu, el Viernes, 4 de mayo de 2012 a la(s) 19:53 •


Todos sufrimos la tragedia aérea del archipiélago Juan Fernandez.
Un grupo de chilenos excelentes, unos actuando voluntariamente y otros por su vocación de servicio a la Patria, perdieron lastimosamente sus vidas en un accidente aéreo cuyas causas están por develarse.
Sin embargo, todas estas últimas semanas hemos tenido que sufrir una embestida mediática contra una muy digna institución de la Republica como lo es la Fuerza Aérea de Chile, tribuna desde donde se dedican a presionar a la Institución puesta en el banquillo de los acusados por el todo poderoso tribunal de los medios de comunicación ideológicamente orientados y por lo visto no se produce calma, hasta que se les sacrifique en su altar, la carrera a personas que lo único que desean es servir a su Patria laborando por vocación en la Fuerza Aérea de Chile.
Como si esto no fuera suficiente, aparecen analistas de defensa autodidactas, dictando cátedra en temas de defensa, uno de ellos se lanzó en picada denostando con furia, que el secreto militar ya no existe, debido a que toda la información de potenciales militares es de conocimiento público.
¡Compatriotas! No me puedo silenciar ante tamaña muestra de ignorancia en temas delicados y especializados, lanzados al voleo, para ganar algo de cámara y puntos para su tienda política, a costa de una institución castrense respetable e importante.
El secreto militar si existe y es gravísimo violarlo. Concederemos que los conocimientos de potenciales en equipos que se transan en el mercado internacional son públicos y notorios. Pero esa no es la información buscada por los agentes de inteligencia, lo que la inteligencia extranjera necesita saber es la capacidad operacional de las fuerzas, tanto en su grado de entrenamiento, en su grado de mantenimiento y en sus planes de aplicación u operaciones. También necesitan saber el grado de avance de los desarrollos técnicos propios y que no se transan en el mercado internacional.
Para concentrarme en uno de esos temas que se ha sacado a la discusión a causa del desgraciado accidente aéreo, deseo hablarles del grado de mantención de los equipos. Es obvio de que los equipos por las razones que sean, e independiente de las responsabilidades que se involucren, sí no están con su mantención al día, quedan inoperantes y ese material de guerra se resta del cálculo de potencial coyuntural, luego, no llamarse a engaño, la mantenibilidad de los equipos. ¡Si corresponden a secreto militar y punto!, esto es algo que los pseudo analistas de defensa que han saltado a la palestra, para tener su minuto de cámara ignoran o callan maliciosamente.
Comentario aparte merecen quienes usufructúan de la buena voluntad de las FF. AA., solicitando cooperación para transporte, vuelos de reconocimiento, alojamiento etc. pero si algo sale mal, se vuelven los más acerbos críticos, de quienes en su momento los ayudaron con limpieza de alma.
Recordemos que entre las víctimas del accidente en Robinson Crusoe están aquellos que se subieron voluntariamente al avión puesto a su disposición por la institución y los tripulantes del mismo, que viajaron por un imperativo de su carrera y de su juramento de honor de servir a la Patria. No he visto ni leído muchas entrevistas, ni condolencias por esos esforzados chilenos que también pidieron la vida en el fatal accidente y a juzgar por la importancia que le dan, pareciera que el avión hubiera sido uno de alta tecnología comandado desde lejos sin tripulantes.
El triste resultado de toda esta parafernalia mediática en contra de la Fach, va ser indudablemente una retención de los servicios ajenos a su misión, que hasta ahora estaban noblemente haciendo las FF. AA. de Chile.

GUILLERMO BALTRA AEDO
Contralmirante.