domingo, 17 de junio de 2012

OTRA CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE PIÑERA.






Comparto con ustedes carta abierta al presidente de la República que envié a través de La Tercera.


Señor
SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
Presidente de las República
Presente

Es muy probable que estas líneas ni siquiera se moleste en leerlas, esta razón me impulsa a escribirle en un medio de circulación nacional, con la esperanza de que al menos alguien de su Gobierno se entere si no lo han hecho ya, de la enorme desilusión que para un alto porcentaje de quienes votamos por Ud., han significado estos dos años de gobierno.
Somos varios cientos de miles de indignados que hacemos sentir nuestro malestar y que lo expresaremos en las urnas a través de Plan Ahora.
El episodio ocurrido en las afueras del Caupolicán el recién pasado 10 de Junio habla por si solo, si a ello agregamos su origen político falangista y la volatilidad con que este conglomerado a participado en toda la historia republicana de nuestro Chile, tenemos el cuadro completo y encontramos respuesta a la pasividad con que el gobierno ha actuado en contra de los que atacaron hasta la fecha impunemente a mujeres y ancianos que asistieron a ver el DOCUMENTAL PINOCHET, lo escribo con mayúscula porque lo que se hizo fue la exhibición de una producción que como su definición señala es del género cinematográfico, ajeno al cine de ficción, que presenta o representa la realidad, pero siempre con la idea de informar sobre hechos, acontecimientos, lugares o actividades, lo que se contrapone al término HOMENAJE tan prolíficamente difundido por los medios de comunicación y por su gobierno, cuyo significado en sus cuatro acepciones es el siguiente: 1 Muestra de respeto, admiración y estima que se hace a una persona: el nuevo continente se llamó ''América´´ en homenaje a Américo Vespucio. 2 Celebración pública que se hace en señal de este respeto, admiración y estima. 3 Muestra de veneración o sumisión que realiza una persona: el soldado que jura bandera hace un homenaje a la patria. 4 Juramento solemne de fidelidad por el que un hombre se convertía en vasallo de su señor, en el sistema feudal medieval.
En efecto, la mañosa tergiversación del concepto señalado, se torna en una clara incitación a agredir a los asistentes a dicho evento, provocar desórdenes y destruir propiedad pública y privada sin que hasta ahora el gobierno haya tomado medida alguna destinada a determinar las responsabilidades tanto civiles como penales, habida cuenta de que algunos de los delincuentes detenidos, como el profesor del Hogar de Cristo, ERNESTO HIDALGO OLIVARES, manifiestan abiertamente que organizaciones de DD.HH les pagaron $ 35.000 para ejecutar este tipo de actos vandálicos.
¿No estamos acaso ante una suerte de asociación destinada a provocar daños en contra de un bien jurídico protegido como lo es la sociedad toda?
¿No estamos acaso ante una flagrante violación a los DD.HH. de personas que tienen el legítimo derecho de asistir libremente a la exhibición de un documento que muestra una verdad que se ha ocultado por más de 20 años?
¿No avala acaso el Gobierno y la Prensa este tipo de acciones, con su actuar engañoso y permisivo?
¿No cree Sr. Presidente que usted le debe una explicación al país por este estado de cosas que sobrepasan la racionalidad y que demuestran falta de liderazgo y jerarquía para enfrentar derechamente a estos parásitos del Estado y aplicar las leyes como corresponde?
¿Es tanto el temor que infunden los gritos de una Mireya García, de un Guillermo Teiller, una Lorena Pizarro, un Hugo Gutiérrez o un Osvaldo Andrade por nombrar algunos?
Así como se están dando las cosas Sr. Presidente, Chile se está transformando a pasos agigantados en un paraíso para terroristas y narcotraficantes y así como ocurre en países hermanos, es también posible que nuestras FF.AA., constitucionalmente garantes de la seguridad nacional, se conviertan en organizaciones donde las jerarquías no existan, donde todos se tuteen, donde ahora sean todos amigos, donde las soldados salgan con los coroneles, las sargentos con los tenientes y los soldados con las capitanes etc., etc., sin la moral para reaccionar como corresponde ante situaciones que ameritan tener instituciones fuertes capaces de rescatar a la Patria como lo hicieron el glorioso 11 de septiembre de 1973.
Desgraciadamente, los valores han sido trastocados de tal modo que hoy se legisla en favor de la promiscuidad sexual y se le denomina ley antidiscriminación, se aplica la ley del embudo, donde los verdaderos culpables de violaciones a los Derechos Humanos circulan libremente por las calles y los salvadores de la patria se encuentran presos sin tener derecho siquiera a beneficios carcelarios aun cumpliendo a cabalidad todos los requisitos exigidos.
Del mismo modo permitimos que los maestros y directores de nuestras escuelas no disciplinen a nuestros hijos cuando se portan mal porque para los administradores de la educación más vale que ningún miembro de las escuelas corrija a ningún estudiante que se porte mal, porque no se quiere publicidad negativa y porque no se quieren demandas. (Hay una diferencia abismante entre disciplinar y golpear, cachetear, humillar, patear, agredir, etc.), y nos encontramos con maestros sobrepasados por los alumnos, golpeados y humillados, pero al parecer así está bien.
Me permito recordarle Sr. Presidente que Ud., recibió un mandato ciudadano de gobernar teniendo como norte el bien común de todo un país y no el de un grupo determinado que jamás le reconocerá ni un solo logro y que lo único que desean es su fracaso y el de su gobierno, objetivo que lamentablemente están logrando y respecto de lo cual no haré mayores comentarios porque los hechos hablan por si mismos.
Por otra parte me permito recordarle que Ud., dejó su palabra empeñada ante el círculo de oficiales en retiro de las FF.AA., respecto de la cual simplemente se ha hecho el tonto, más aún durante su gobierno se ha incrementado la persecución encarnizada en contra de militares por supuestas violaciones a los derechos fundamentales de las personas, que ratifican ante una parte significativa de la opinión publica que no ha cumplido sus promesas de campaña por temor quien sabe a que.
Y ¿Por qué digo supuestas violaciones a los DD.HH?
Porque eso es lo que nos han hecho creer por años y de muy buena forma, los verdaderos violadores de los derechos humanos, los criminales de lesa humanidad mas grandes de la historia universal que tienen a su haber ni mas ni menos que 100 millones de muertos y desaparecidos entre los que se cuentan un Juan Millalonco en Aysén, un Subteniente Lacamprette, un Roberto Zegers, un Jaime Guzmán, un Edmundo Pérez Zujovic y un largo etc., y cuyos verdugos se encuentran en sus casas gozando de las bondades y beneficios de una ley de amnistía y del indulto presidencial que hasta la fecha se ha negado a militares y civiles que se entregaron por entero a la causa de la libertad. Dichos verdugos y los instigadores de la vía chilena al Socialismo por cierto, hoy son victimas de violaciones a los DD.HH.
Pero, no olvidemos que estábamos en un estado de conmoción interna en que dos Poderes del Estado más el 80 % de la ciudadanía pidieron la intervención de las FF.AA. ante la ilegalidad en que había caído en gobierno del momento, luego, las FF.AA. y de Orden en defensa de la libertad seriamente amenazada por el marxismo internacional actuaron legítimamente salvando el alma nacional y cuyo pecado venial fue anticiparse 20 años a la historia.
¿Hubo excesos? Si, los hubo, porque comete un exceso el que se sale de los márgenes de una acción buena. El exceso es un mal accidental en un contexto substancialmente bueno. Así el bombero que en al apuro quiebra el vidrio, pudiendo abrir la ventana, comete un "exceso". Pero el encapuchado terrorista incendiario no comete un "exceso" al lanzar la molotov dentro de la casa de los inocentes, sino que comete un verdadero crimen.
Y como acertadamente escribe un ciudadano cuyo nombre mantendré en reserva por razones obvias, es que existe la increíble desfachatez de considerar que hay violación de derechos humanos solamente si el autor es un "agente del Estado", es decir, que si un marxista le quema la casa a alguien porque le dio la gana, no hay tal violación, de lo cual hemos sido testigos en los últimos días, pero, ¡hay del Carabinero que le dé un bastonazo a ese terrorista, pues entonces levantan la voz las agrupaciones de DD.HH., DD.DD., el MOVILH, La FECH y cuanto pelafustán se crea con el derecho a calificar.




Sin embargo, aplauden a Chávez, Morales, Castro por dos, homenajean a la viuda de Hönecker, lloran la muerte del líder norcoreano etc., como si los mencionados fueran líderes de estados donde no se atenta contra la libertad y honra de la personas, o sea, la perfecta ley del embudo. Los marxistas y sus derivaciones, en rigor, no son culpables de excesos, son traidores, son delincuentes, son responsables de crímenes puros y simples, porque su intención es criminal, porque su fin es malo, porque ellos en sí son malvados, como que se jactan de ser materialistas ateos internacionalistas, gente sin Dios, Patria ni Ley. 100 millones de muertos en el siglo XX por la bestia roja son un ejemplo elocuente de lo que asevero.

Ud., Sr. Presidente ya tiene su lugar en la Historia, pero no como un gran estadista, sino como una persona ambiciosa que lo único que le faltaba por lograr en la vida era la primera magistratura del país y lo consiguió a punta de promesas incumplidas, pero lo consiguió.
Mientras tanto nosotros seguiremos mirando como de a uno van metiendo a nuestros amigos y camaradas a la cárcel. Y ni siquiera los mandos institucionales los van a visitar porque no tienen tiempo o lisa y llanamente les cuesta la pega.
Los que estamos retirados estamos ocupados en sobrevivir porque la pensión de retiro para los que la tienen no les alcanza ni para los remedios y los que no la percibimos no tenemos ni para comer porque en los gobiernos de la concertación no nos daban pega por haber sido milicos y en este gobierno que ayudamos a elegir tampoco porque les da vergüenza y se arrepienten de haber trabajado con los militares. Es decir, una vez más el perro le muerde la mano al amo o el pago de Chile como quiera llamarlo.
Si en su gobierno nos han negado la sal y el agua, baste para ello recordar la llegada de Andrés Allamand al Ministerio de Defensa y su rallado de cancha al entrar, despidiendo a cuanto personal vinculado al Gobierno Militar hubiese.
¿No pretenderá obtener el voto de los militares este Señor cuando sea candidato a la Presidencia de la República o si?
Que fácil es cambiar de opinión en este país y que verdad cobran las palabras de don Hermógenes Pérez de Arce cuando dice que darse vuelta la chaqueta es una práctica común en Chile, especialmente en la derecha.
Como reflexiona un distinguido Oficial Argentino, reflexión de la cual me apropio, qué tontos hemos sido, le dimos 20, 30 o cuarenta años de servicio a la Patria y ¿Qué recibimos a cambio? Rechazo, miseria, oprobio y vergüenza.
Y vemos morir abandonados en una cárcel miserable a nuestros viejos soldados, héroes y ahora sálvese quién pueda.
Encima nuestros brillantes legisladores restringen el presupuesto para las FF.AA. y se lo doy firmado que no pasará un dedo de lejos, si mas temprano que tarde nuestros aviones no vuelan, los barcos no navegan y los tanques no tengan combustible. Entonces seremos amenazados como siempre por nuestros adversarios de cualquier naturaleza y vuelve a comenzar la historia, ahí otra vez seremos útiles a la patria como lo fuimos el 73, porque en tiempo de tristeza y dolor el hombre se acuerda de Dios y el Soldado, cuando la tristeza y el dolor han pasado, Dios es olvidado y el soldado despreciado.
Solo falta que en nuestras plazas no podamos ni siquiera escuchar el himno nacional a los sones de una Banda Instrumental y lo tengamos que hacer al ritmo de una guitarra eléctrica, charango o quena porque las bandas contaminan el medio ambiente y Geeen Peace puede presentar un reclamo ante un tribunal internacional. Por favor.
Por todo lo expresado Sr. Presidente, es que existe Plan Ahora, movimiento que aglutina y no temo equivocarme a ese 30% de electores que rechazan su gestión, Ud., se imaginará quienes somos, por la traición de que hemos sido objeto, como única iniciativa realista en orden a poner fin a esta increíble injusticia.
Saluda atentamente a UD.,

JEAN PAUL ZIMMERMANN MUSSIETT
Oficial de Ejército (R)
Habilitado en Derecho

No hay comentarios: