CARLOS OMINAMI TRAS INFORME DE MUERTE GRAL BACHELET

*Ominami expresa 'satisfacción' tras informe de SML sobre muerte de Alberto Bachelet*

*El presidente honorario de la Fundación Chile 21 y ex senador,Carlos Ominami, mostró su 'satisfacción' frente a las conclusiones del Servicio Médico Legal (SML) que determinaron que el general de la Fuerza Aérea , Alberto Bachelet, murió a causa de las torturas. El título y la cabeza o lead de la información la hemos sacado de un medio de prensa nacional. Al leerlo, es satisfactorio comprobar el humanismo de Carlos Ominami Pascual, quien fue ministro de Economía durante el gobierno de Aylwin y luego senador del PS durante la concertación.*
*Pero su humanismo, su dolor por el sufrimiento ajeno, no me calza con otros antecedentes que manejo. El padre de Carlos Ominami del mismo nombre, don Carlos Ominami Daza, a quien sus amigos llamaban cariñosamente “el chino’’, - a pesar que sus genes estaban relacionados con Japón, no con China- fue oficial de la Fuerza Aérea , tenía el grado de coronel cuando su carrera se truncó inesperadamente. Los servicios de inteligencia de la FACH, durante el gobierno de Allende, se enteraron que unos planos internos de la FACH habían sido encontrados en Uruguay al apresar a un comando terrorista, los mal recordados tupamaros. Esos documentos hallados en esa nación atlántica estaban guardados en Chile, en dependencias de la FACh , bajo la custodia del coronel Ominami, padre del político socialista. El coronel Ominami fue interrogado. El declaró que él sacó esos planos y los llevó a su casa desde donde, dijo, desaparecieron. El oficial asumió toda su responsabilidad, pero se negó a contestar por qué motivo sacó los planos y quién le había robado los planos en su propia casa. A ese antecedente se sumó otro peor. Poco después del 11 de septiembre de 1973, hubo en Chile muchos allanamientos en busca de armas, municiones, explosivos y personas izquierdistas que estaban requeridas y ocultas. Muchos allanamientos se efectuaron en Santiago y de ellos varios ocurrieron en la Remodelación San Borja, conjunto de más de 20 Torres de departamentos construidas durante el gobierno de la Unidad Popular y que fueron vendidos, en su gran mayoría, por SERVIU a personas de la UP. En uno de esos allanamientos, en octubre de 1973, en un departamento de la Remodelación San Borja se encontró una copia del “Plan Lanceta’’, documento que fue elaborado en la FACH en 1970. Instruía a los mandos aéreos cómo enfrentar una agresión marxista, de tipo violenta, como se sospechaba que podía ocurrir en la eventualidad de un triunfo de Allende, como ocurrió. Las copias del “Plan Lanceta’’ se distribuyeron solamente a quienes les correspondía tener, de acuerdo a su grado y destinación. La que recibió el coronel Ominami tenía el número 13.
Y la hallada en el departamento tenía ese número. Nunca se supo, pero no se sospechaba de él por ser un oficial eficiente, profesional, pero las razones de la desconfianza no iban por él, o por su esposa Edith, o su hija, sino por su hijo. Carlos Ominami, el hijo del coronel de la FACH , era un joven que vivía en una población castrense, al igual que Michelle o Evelyn, pero todos sabían que Carlos y Michelle eran zurdos, marxistas y de la línea dura. Mientras Michelle pertenecía al partido Comunista y,posteriormente, a su brazo armado, el Frente Manuel Rodríguez, Carlos era socialista, de la línea más radical, mirista. El, además, formaba parte del GAP, Grupo de Amigos Personales, organización ilegal, constituida por socialistas y miristas, quienes portaban ilegalmente armas, y formaban una asociación ilícita al brindar protección armada a Salvador Allende, en vez que lo hiciera una entidad regular como Carabineros o las Fuerzas Armadas.

Pero ningún juez ha procesado y condenado a los integrantes del GAP como asociación ilícita. En cambio, el Estado les gratifica mes a mes luego que el Contralor estableció en un dictamen que el MIR, era una empresa, y que sus “trabajadores’’ perdieron la pega por obra del Gobierno Militar. Por tanto, sus derechos laborales se vieron amagados, y el Estado les paga una indemnización. Algún día los chilenos podremos saber con precisión la cantidad de centenares de millones de dólares que el Estado chileno ha pagado, y sigue pagando a miles de compatriotas caraduras, que siguen cobrando por situaciones ocurridas hace cuatro decenios. Lo concreto es que el coronel Ominami perdió su destacada carrera, fue sometido a un juicio institucional, encontrado culpable, e incluso estuvo preso, condenado a 541 días. Al obtener su libertad, poco después, en 1975, decide irse, marcha a Bélgica.Su sufrimiento afectó su salud, en particular la síquica.
Volvió al país en 1979, pero enfermo. Falleció en 1982. No pocos camaradas consideran que su hijo tuvo una responsabilidad alta, que no enfrentó, en lo que ocurrió a su padre. En sordina uno escucha que el aviador pagó las habas, que se comió el burro, o si lo quiere más directo, él, con mucha hombría y amor de padre, fue al sacrificio por su hijo. Asumieron las Fuerzas Armadas y de Orden y el hijo estaba en la clandestinidad, pues todos estos próceres que hoy aparecen vociferantes, desafiantes, se sumergieron, se escondieron.Y Ominami hijo se asiló y arrancó, como tantos otros.
Pero lo narrado, siendo cierto, no es todo. Hay antecedentes, nunca desmentidos por él, pese a haber sido aludido, con nombre y apellido, directamente en la prensa,concretamente en el diario La Tercera. El denunciante, en carta al director de La Tercera , publicada por ese rotativo, declara bajo juramento que él participó en un atentado terrorista que dejó muchas víctimas fatales, poco menos de un centenar de muertos. La persona señala que confiesa su participación desesperado por el remordimiento. Narra que informó en detalle a un obispo, a quien identifica con nombre y apellido. Y agrega que ese atentado terrorista, donde él participó y donde participaron, fue dirigido y planificado por Carlos Ominami Pascual. En su tiempo fue una de las tragedias ferroviarias más dramáticas que sacudió al país, en Queronque, cerca de la ciudad de Limache, en la Quinta Región. Pero horas después de ocurrido, las pesquisas establecieron que el accidente no fue casual, sino provocado, que correspondió a un atentado terrorista, cometido por terroristas de izquierda. Y dirigiendo el atentado el ex senador. Las fotos, muchas veces, dicen más que las palabras. Lo peor es que en este caso particular, Ominami nunca ha dado la cara públicamente, paro explicar los hechos.*

¿ Funcionan o nó las Instituciones en Chile ?