viernes, 28 de septiembre de 2012

DESMORALIZAR A LAS FUERZAS ARMADAS





*DESMORALIZAR A LAS FUERZAS ARMADAS*

Escribe Don Fernando Navajas I. (Vicealmirante)

El Presidente de la República, el Ministro de Defensa y también el
Ministro del Interior, juegan un papel que es clave en la conducción de las
FF.AA., como es ser responsables de su preparación para la guerra,
mantener-las ajenas a toda influencia político partidista; es decir
apolíticas y no hacer uso y mal uso de ellas en materias de política
contingente para obtener ventajas en este aspecto. Además deben preocuparse
de que mantengan una alta moral, por medio de acciones positivas, de apoyo
a sus funciones que son absolutamente diferentes al resto de la sociedad.




Actualmente, tenemos un Ministro de Defensa que pretende ser candidato
presidencial y en la búsqueda de popularidad y posibles votos no ha
escatimado oportunidad, de utilizar situaciones que se presentan a las
FF.AA. para hacerse notar, y de paso tomar acciones que influyen en la
moral de las FF.AA., como ha sido el caso del Sr. General Chateau y sus
instrucciones para seleccionar postulantes al Ejército, de lo que se ha
hecho un temporal en un vaso de agua ya que esas reglas estaban vigentes en
el Ejército; todo porque se ha comprometido con los homosexuales, dentro
del marco de la ley antidiscriminación, en el sentido de que ese tipo de
personas podrían ingresar a las FF.AA. Como lo expresó el Sr. Almirante
Vergara en el diario “La Tercera”, debe resguardarse el Ethos militar
chileno y no copiar de otros países, con otra cultura y otro tipo de
sociedad. Estas actitudes causan desmoralización en las filas por lo que el
Ministro no está cumpliendo con su deber y obligadamente debe designarse
para ese puesto a alguien comprometido con su personal y con conocimiento
de todas las complejidades que presenta el área de defensa. Por otra parte,
las tres autoridades nombradas al comienzo, muestran una cierta forma de

displicencia, de falta de respeto y hasta desprecio por las FF.AA.,

eso es lo que se advierte en sus actuaciones y se nota.



El Ministro del Interior, se ha caracterizado por no dar
cumplimiento a ninguna de las promesas de orden judicial y que afectan a
personal en retiro en calidad de presos políticos. Ni siquiera se ha
inquietado; es más, ha contratado más abogados para su oficina de DD.HH.
que tanto daño ha hecho. Este Señor no debería estar ni un minuto más en
su puesto y lo que hace es un franco agravio a las FF.AA. puesto que,
además sus políticas anti delictuales han sido un fracaso. En el tema de
los militares presos políticos, tampoco el Ministro de Defensa se ha
inquietado, pero llegará el momento en que deb erá hacerlo.



La forma de actuar de estos Ministros debiera concitar la atención del
Presidente de la República, pero tampoco se inquieta lo que
estaría indicando que ha dado instrucciones para que se desempeñen
de esa forma o simplemente, tampoco le importa, porque no puede ser tan
poco observador como para no darse cuenta de lo que ocurre. A mí no me
extrañaría que obren de esta manera por instrucciones del mismo ya que su
incumplimiento de lo prometido indica que es una persona poco
confiable. Tal vez en el mundo de los negocios sea así,
pero no sirve para el gobierno de un país, más aún en temas
tan sensibles como la defensa.

En resumen:

Lo que no logró la Concertación lo está consiguiendo un gobierno que se
pensó ayudaría a las FF.AA., a cumplir su misión y terminar con las
anormalidades judiciales y está llegando más allá de los límites
tolerables; porque precisamente todo lo que hace tiende a causar
desmoralización en las Instituciones Armadas, lo que es sumamente grave
para Chile. Lo expuesto indica una falta de lealtad hacia sus subordinados
una de las ofensas más graves para el honor militar. En toda organización
humana que trabaja por un fin, la lealtad es indispensable, sin ella no hay
armonía ni éxito en cumplimiento de la misión. Ella opera del subordinado
al superior, de este hacia los subordinados y ambos hacia el servicio.


La forma en que se está manejando el sector defensa por parte de estos
actores, es francamente mala y negativa y cubre con una nube de
incertidumbre respecto a sus reales intenciones, después de haberse
permitido que una conocida locutora de noticias del canal13, izquierdista
de nombre Carolina Urrejola haya sido la locutora oficial de la Parada
Militar. ¿Como el Ministro de Defensa permite o autoriza que a estas
personas se les contrate para algo tan significativo? ¿Es que no hay
locutores afines al gobierno? Si no los hay entonces lo hace un Oficial de
las FF.AA. pero no una persona contraria a las Instituciones Armadas y no
me vayan a dar la respuesta que vislumbro: la ley antidiscriminación
porque no convencería a nadie. ¿Qué intereses se esconden detrás de estas
actitudes del Ministro? Es una duda razonable, sobretodo porque en
política nada ocurre al azar, si algo acontece es porque se planeó para que
ocurriera de determinada manera y lo sucedido es un acto político. Lo peor,
no hubo una reclamación enérgica y potente de quienes debieran haberlo
hecho. Pero eso era esperable, pues las FF.AA. están sometidas al poder
político, no subordinadas. Una cosa es la subordinación a ese poder pues
ellas forman parte del poder político del Estado, pero otra es la sumisión
que es una suerte de subyugación que a mi juicio es inaceptable y
humillante.





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