lunes, 26 de noviembre de 2012

EL MEJOR ARTÍCULO DE HERMÓGENES


lunes, 26 de noviembre de 2012

El Estado es Así

El escándalo de las compras con sobreprecio de los densímetros y fibroscopios para el Plan Frontera Norte va a ser barrido bajo la alfombra por la poderosa razón de que "están todos metidos en eso". Los sobreprecios venían pagándose desde los anteriores gobiernos de la Concertación. Entonces los señores políticos se reúnen y uno de ellos les plantea a los demás: "¿Qué prefieren ustedes, que caigamos todos o que no caiga nadie? En votación". Entonces votan y el resultado es ¡sorpresa! unánime: que no caiga nadie. Fin del episodio de los densímetros y fibroscopios.

¿Pasó algo cuando, a comienzos de los '90, un inspector de la Contraloría comprobó sobreprecios en la compra de aulas tecnológicas y otras especies a la empresa de un socialista español, por Ricardo Lagos, entonces Ministro de Educación? Nada. Pese a las denuncias de los diputados "Pérez y Pérez" y a las columnas que dediqué al asunto. La única cosecuencia, que yo sepa, fue que algunos amigos personales de Ricardo Lagos me quitaron el saludo. (Pero él no).

¿Cómo iba a pasar algo, si el Estado está para eso, para que los que puedan se aprovechen de él, porque es de todos y, por tanto, no es de nadie, no tiene dueño?

Ahora han descubierto que algunos encargados de la acreditación de las universidades recibían pagos de las entidades que debían acreditar. ¡Pero cómo no los iban a recibir, si estaban todos los incentivos puestos para que hubiera cobros y pagos! El funcionario de la agencia estatal tiene un incentivo para ser muy exigente, porque así su visto bueno es más valioso. Y para la universidad es indispensable la acreditación, de modo que tiene un incentivo poderoso para "captar" al acreditador.

Chilenos, convénzanse: el Estado ES así, porque no tiene dueño. Nosotros, los dueños teóricos, no tenemos idea de la cantidad de vericuetos, escondrijos y meandros del aparato estatal, por los cuales los más vivos se llevan plata para la casa sin una causa real y necesaria. Por eso la (verdadera) derecha quiere que el Estado sea lo más pequeño posible y que todas las cosas tengan dueño, pues cuando lo hay, éste se preocupa de que no le roben.

Hoy leí una interesante columna del economista Javier Fenzalida en "Estrategia" donde prueba que todas las regulaciones estatales vigentes para poder comprar y vender bienes raíces les cuestan a los compradores y vendedores de los mismos unos dos mil millones de dólares al año, es decir, el doble de lo que recaudará la reforma tributaria más reciente del Presidente "tax-happy" que tenemos. Pero si hubiera un completo sistema informático de la propiedad raíz, ese costo podría eliminarse con un click de computador. Claro, estamos a años luz de que eso pueda suceder, porque los compradores y vendedores de inmuebles no tienen lobby y, en cambio, los abogados, corredores de propiedades, notarios y conservadores que recaudan esos dos mil millones de dólares al año sí. Usted, entonces, puede esperar sentado en la puerta de su ruca a que en Chile se ponga en vigencia un moderno sistema computacional de bienes raíces.

Lo malo es que el Estado se ha metido en todas partes. Y lo peor es que a los chilenos les gusta, porque, como he señalado en algún blog anterior, en la mochila de todo compatriota va siempre algún proyecto socialista que quiere realizar. No tenemos mentalidad de hombres libres.

Hace años fui a sacar la revisión técnica de la moto con side-car que entonces tenía. Cuando estaba colocándola, tras haber pagado unos dos mil pesos que costaba la revisión, vi que una "mirada UP" se clavaba en mí. Con los años de circo que tengo, ya la detecto inmediatamente. Lo malo era que provenía del encargado de la revisión. "¡Humo visible!", me gritó antes de examinar la moto: "¡rechazado!". No era cierto, porque era nueva. Pero supe que no tenía caso. Ya había pagado, y el rechazo no era causa de devolución. Le conté al que me la vendió y me dijo: "Dame cinco mil pesos y ven mañana a buscar la revisión". Así la obtuve. El Estado y el mercado se entendieron armoniosamente, supongo.

A este respecto, hay un libro sensacional del profesor Claudio Véliz, que debería ser lectura obligada de Ciencias Sociales en la Enseñanza Media. Él lo publicó en inglés hace años y ahora ha llegado traducido a Chile: se titula "Los Dos Mundos del Nuevo Mundo". Es genial. Lo estoy terminando y he concluido que Claudio se radicó en Australia porque, con sus ideas, acá los socialistas le podrían haber ido a apedrear la casa.

De cuando en cuando vemos "la punta del iceberg", como en estos días, pero no tenemos idea de la cantidad de filtraciones, vericuetos, escondrijos y meandros por donde los que "saben" y los que "pueden" se llevan para su casa la plata estatal. Y nosotros, mirando la punta del iceberg, donde han pillado a unos pocos, creemos que en el resto de la enorme mole sumergida está todo lo demás bien. ¡Benditos seamos!.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

No hay comentarios: