domingo, 4 de noviembre de 2012

LA HISTORIA POCO CONOCIDA DE MICHEL BACHELET


Vale la pena leer


http://centinela66.wordpress.com/2007/11/19/la-historia-del-ex-frentista-que-fue-pareja-de-bachelet/



La historia del ex frentista que fue pareja de Bachelet
19/11/ 2007



Ayer salió a librerías una nueva biografía de la candidata oficialista -Bachelet, la Historia no Oficial- que repone en la agenda la trayectoria de Vojkovic, quien integró el grupo subversivo desde su creación en 1983 hasta el quiebre del movimiento en 1987. Ese año se reintegró al PC, al que renunció en 1994 tras una disputa con Gladys Marín. Su relación sentimental con la ex ministra -con quien vivió entre 1985 y 1987 -los años en que el grupo armado protagonizó sus principales acciones- salió a la luz el 2003. Tras renunciar al MOP en febrero de ese año, el ingeniero ha trabajado en empresas privadas y actualmente presta asesoría a una consultora minera.

Fecha edición: 10-07-2005

En abril de 2003 el nombre de un desconocido Alex Vojkovic Tries concentró el interés de la prensa. Una serie de artículos dieron cuenta de un viejo capítulo de su vida que él creía haber dejado atrás: la relación sentimental que mantuvo con Michelle Bachelet entre 1985 y 1987, mientras era vocero del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). El descubrimiento de su vínculo con la entonces ministra de Defensa, y quien ya se alzaba como probable candidata presidencial, fue un duro golpe para el ingeniero de 52 años, que hasta la fecha era uno de los pocos personeros del grupo armado cuya identidad había permanecido en secreto.

Su vida sufrió un remezón. Tras varios años alejado de la política y el PC, Vojkovic (casado, dos hijas) había desarrollado una carrera en el Ministerio de Obras Públicas, donde -entre 1998 y 2003- se desempeñó en Concesiones y conoció al ex ministro Carlos Cruz. Al destaparse su relación con Bachelet, trabajaba en la empresa de tecnologías Tubosider, a la que se había mudado pocos meses antes.

Vojkovic optó por guardar silencio, se negó a conceder entrevistas y procuró que el tiempo le devolviera su anonimato. Sin embargo, durante estos dos años la candidatura de Bachelet siguió cobrando fuerza, y con ella el afán por desentrañar los capítulos más desconocidos de su vida.

Ayer salió a librerías una nueva biografía sobre la abanderada. Titulado “Bachelet, La Historia No Oficial”, el libro de los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega entregó detalles inéditos de su relación con Vojkovic y repuso el interés por un episodio en el que Bachelet ha preferido no ahondar.

El ingreso a la jota

Alex Vojkovic estudiaba en el Liceo Lastarria cuando inició su temprana militancia en las Juventudes Comunistas. Era 1968 y el joven, hijo de una familia de inmigrantes croatas de clase media, cursaba quinto de humanidades. Pese a sus inquietudes políticas, Vojkovic rehuía posiciones protagónicas y prefería el bajo perfil. En esos años el centro de alumnos era encabezado por el representante de la Juventud Radical, Jorge Schaulsohn, quien estudiaba en un curso paralelo, pero que hoy no recuerda haberlo conocido.

A su ingreso en 1970 a la escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, Vojkovic continuó su labor en las JJ.CC., y se aproximó a otros militantes como Manuel Riesco, Juan Pablo Moreno y Lily Corvalán, hija del entonces secretario general del PC, Luis Corvalán.

Aunque el golpe de 1973 paralizó momentáneamente sus labores partidarias, pronto comenzó a colaborar clandestinamente en la reorganización de las juventudes comunistas. En 1978 egresó de la universidad y dos años después pasó a formar parte del estamento adulto del PC. Sus actividades en esos años consistían en efectuar actos de propaganda y en cierto momento pasó a ser uno de los responsables del manejo financiero del PC, que permitía mantener vigente el trabajo clandestino de otros militantes.

Pero sería 1983 el año decisivo para la historia política de Vojkovic. Aunque en 1980 el PC -dando el giro estratégico más importante de su historia- había impulsado su Política de Insurrección Popular de Masas, validando “todas las formas de lucha”, y llevaba ya tres años de un intenso trabajo de acciones desestabilizadoras contra Pinochet, fue sólo en 1983 que la cúpula comunista autorizó el ingreso a Chile de los primeros militantes formados militarmente en Cuba durante los 70. Fue esa decisión, postergada durante años, la que dio oficialmente origen al FPMR.

El 14 diciembre un atentado a cuatro torres de electricidad que ocasionó un gran apagón en la zona central marcó el debut del grupo armado. En las filas comunistas, sin embargo, pocos tuvieron conocimiento de que el Frente había establecido una dirección paralela al partido, y que requería de nuevos militantes. Vojkovic -que alternaba su trabajo partidario con esporádicas asesorías a empresas privadas- sí lo supo, y no tardó en solicitar a sus superiores ser transferido a la nueva organización.

“Jorge Salas”

En el Frente Vojkovic destacó rápido. No formaba parte de los cuadros de combatientes, pues carecía de formación militar. Pero sí integró un equipo de apoyo político que encabezaba el “comandante Daniel Huerta”, uno de los miembros de la dirección nacional. Huerta era, en verdad, Martín Pascual, actual investigador del instituto Cenda -ligado al PC-, y quien no quiso referirse al tema.

No más de cinco o seis militantes componían el grupo de Vojkovic, entre ellos la dirigenta del PC Marta Godoy, una de las más estrechas amigas de Gladys Marín. Consultada por Reportajes, Godoy dijo recordar a Vojkovic “como un militante querido”.

La principal misión del equipo era brindarle al FPMR análisis de la coyuntura y servir de puente con otros estamentos de la oposición a Pinochet, como algunos obispos católicos con los que Vojkovic tomó contacto. En esa época dedicaba gran parte del tiempo al trabajo político y recibía dinero del partido para cubrir parte de sus gastos. También trabajaba esporádicamente en una bomba de bencina que su padre administraba en Cerrillos.

También solía reunirse con algunos de los más altos jefes militares de la organización, pues cada cierto tiempo uno de los comandantes se unía para debatir con el equipo de “Daniel”. Así fue como conoció, por ejemplo, al comandante José Miguel, el nombre que ocupaba Raúl Pellegrín Friedman, oficial graduado de las FF.AA. cubanas y quien había ingresado a Chile en 1983 como jefe máximo del incipiente FPMR en Chile.

Entre las labores específicas del grupo de Agitación y Propaganda estaba la edición de “El Rodriguista”, una publicación que difundía y explicaba las acciones del Frente. Vojkovic era el encargado de recopilar los documentos que escribían los dirigentes y que, por motivos de seguridad, los dejaban en distintos puntos de la ciudad, como buzones, casas particulares o locales comerciales.

Otra de sus tareas fue oficiar de vocero de las actividades militares de la organización entre 1983 y 1987. Desde ese rol estrechó sus contactos con la prensa opositora, donde era conocido con el nombre de “Jorge Salas”.

Para periodistas como Juan Pablo Cárdenas y Fernando Paulsen -que dirigían la revista Análisis- Salas era un contacto habitual. “Nos encontrábamos en El Parrón, nos entregaba datos y en más de una ocasión nos agendó entrevistas con la jefatura del Frente”, afirmó Cárdenas.

Este agrega que en esa época Vojkovic usaba una barba frondosa, vestía bien y tenía buena pinta. “Tenía disposición para colaborar, y siempre destinaba tiempo para escuchar nuestra opinión”, remata.

Paulsen recuerda su modus operandi: “Rompía el molde del cuadro clásico, era extremadamente simpático y relajado. Nos llamaba y dejaba el número de un teléfono público y una hora para contactarlo”.

En 1986, Vojkovic -que dentro del grupo armado era conocido como Raúl- debió informar a la prensa los pormenores de los dos mayores fracasos del frente. El primero, el decomiso de armamentos en Carrizal Bajo, el 11 de agosto, cuando la CNI desbarató el ambicioso plan del FPMR para internar arsenal militar por las costas de la III Región. Y el segundo, el fallido atentado al general Pinochet el 7 de septiembre en el Cajón del Maipo, que resultó con un saldo de cinco escoltas muertos y 11 heridos.

En ambos casos -según cercanos a Vojkovic- éste se enteró de los hechos a través de los noticiarios y, horas más tarde, sostuvo reuniones con el comandante Daniel, quien lo instruyó sobre el fracaso.

La relación con Bachelet

Fue justamente en esos años de intensa actividad del FMPR que Vojkovic y Bachelet vivieron juntos. Los dos se habían conocido a mediados de 1985 en una comida en casa de amigos comunes.

La atracción entre ambos -afirman quienes conocieron a la pareja- fue inmediata, y a los pocos meses el ingeniero se trasladó al departamento que la ex ministra tenía en el último piso de un edificio en Américo Vespucio, el mismo que hoy habita, pero en otro piso.

Por esos años Bachelet realizaba su especialidad en Pediatría en el hospital Roberto del Río y trabajaba en el Pidee, una ONG dedicada a la atención de niños víctimas de la represión política.

Como médico, la ex ministra se vinculó a la Vicaría de la Solidaridad y al Colegio de la orden participando en operativos en poblaciones durante las jornadas de protesta. Un dirigente comunista recuerda que en esa época Bachelet atendió en un policlínico de San Miguel al responsable máximo de la política militar del PC, Guillermo Teillier.

A diferencia de la ex ministra -quien era una activa participante de las marchas de protesta a la dictadura-, Vojkovic rehuía de este tipo de actividades. Celoso de su seguridad, fue uno de los escasos miembros del frente que nunca fue detenido por los organismos del régimen militar.

En el departamento de Las Condes ambos vivían con los hijos de la ex ministra, Sebastián y Francisca. Cercanos al ingeniero afirman que solían conversar de política. También admiten que Bachelet logró conocer a varios miembros del FPMR. La nueva biografía de Bachelet afirma que en su departamento se realizaban reuniones del equipo de Vojkovic, a las que ella asistía y entregaba su visión.

Esa versión es rebatida por Marta Godoy: “No había reuniones en la casa de Bachelet por razones de seguridad”. Cercanos a Vojkovic dicen lo mismo, y argumentan que habría sido irresponsable reunirse en el mismo lugar donde vivía Angela Jeria, la madre de la candidata y quien por esos años era una activa miembro de la Vicaría de la Solidaridad. Esas mismas fuentes descartan que ella haya sido parte de la estructura del grupo armado. Militante del PS desde los 18 años, Bachelet mantenía en estos mismos años una secreta colaboración con Camilo Escalona, jefe clandestino de la facción del PS que encabezaba Clodomiro Almeyda.

La relación de Vojkovic y Bachelet se quebró a mediados de 1987 y cada uno tomó su propio camino político. Mientras ella se fue incorporando cada vez más al socialismo, él continuó ligado al FPMR, que vivía duros momentos.

El 15 de junio de ese año la CNI asesinó a 12 miembros del Frente en la llamada Operación Albania. Vojkovic debió otra vez servir de vocero, y desmentir la falsa versión de que las muertes habían ocurrido en enfrentamientos. Fue él quien pidió a la prensa hablar de la “matanza de Corpus Christi”, nombre que perdura hasta hoy entre la izquierda.

Tres meses después sobrevino el secuestro del coronel Carlos Carreño, que poco después gatillaría un profundo quiebre entre los principales comandantes y el PC.

Vojkovic optó por alinearse con el partido, que suspendió las acciones de los pocos combatientes que permanecieron leales.

Los principales cabecillas del grupo armado configuraron el FPMR-autónomo, que rechazaron la decisión del PC de participar en el plebiscito de 1988 y apoyar a Patricio Aylwin. Al mando de Sergio Galvarino Apablaza, los comandantes siguieron actuando en democracia: en abril de 1991 el Frente Autónomo asesinó al senador Jaime Guzmán y en septiembre secuestró a Cristián Edwards.

Vojkovic se recicló dentro de la estructura del PC, y a comienzos de los ’90 pasó a ser el encargado electoral del partido, al que renunció en 1994 tras una fuerte disputa con Gladys Marín. El ingeniero pensaba que debían aproximarse a la Concertación y entrar en un proceso de renovación. La histórica dirigente postulaba lo contrario.

En diciembre de ese mismo año fue la última vez -según sus cercanos- que vio a Bachelet. No fue un reencuentro feliz: Pablo, uno de los hijos de Vojkovic, había fallecido de un aneurisma cerebral. La candidata estuvo junto a él en el funeral.

Hoy el ingeniero trabaja en una empresa de consultorías mineras.

Lo que dice la nueva biografía de la ex ministra

La relación entre Michelle Bachelet y el ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Alex Vojkovic, es relatada en el capítulo 8 de la biografía Bachelet La Historia no Oficial, de los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega. El siguiente es un extracto del capítulo titulado “La compañera”:

“Es aproximadamente a mediados de 1985 cuando Michelle Bachelet inicia una relación sentimental con Alex Vojkovic, un ingeniero que milita en el Partido Comunista desde su juventud y que, desde hace poco más de un año, integra el equipo político del FPMR (…) Tras iniciar su relación con Bachelet, se instala en el departamento que la pediatra tiene en Las Condes, y ambos viven juntos a Sebastián y Francisca.

La relación con Vojkovic acerca a Michelle al FPMR. Ella no integra formalmente la estructura política de la organización. Tampoco tiene contacto con el contingente armado, pues las labores de ambos están compartimentadas y, por lo demás, las operaciones militares no son informadas a los civiles -salvo algunos altos integrantes de la dirección del PC- antes de ser realizadas.

Bachelet, que entonces colabora secretamente con Escalona, no tiene grandes contradicciones con el accionar del brazo armado de los comunistas. Aunque no es el eje central de su política, el PS Almeyda apoya también esa vía para derrocar a Pinochet. Políticamente, está en la línea.

Es así como se relaciona con la organización a través de su pareja. Esporádicamente apoya a Vojkovic en el equipo de propaganda. Además, conoce a algunos integrantes de la cúpula política del FPMR que, en ocasiones, acuden a su departamento para visitar a Vojkovic. Ahí conversan y analizan el cuadro político. Bachelet participa de estos encuentros y aporta su visión”.

La candidata y las preguntas sobre el FPMR



17 de abril de 2003
Cuando la revista Qué Pasa publicó que Michelle Bachelet colaboró con el equipo de propaganda del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la entonces ministra de Defensa desmintió el hecho con indignación. “Me niego a subirme a este carnaval de basureos, de chisme y de enlodamiento de las personas y, por lo tanto, no voy a hacer ningún otro comentario”, afirmó.

18 de abril de 2003
Aunque inicialmente La Moneda se distanció del caso señalando que “el gobierno no comenta, ni interpreta artículos periodísticos”, la estrategia cambió luego que un grupo de cinco encapuchados, encabezados por el coordinador del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, César Quiroz, insistieron en una rueda de prensa en que Bachelet fue “una activa militante” del frente. Ante esto, el vocero de gobierno, Francisco Vidal, salió a respaldar la trayectoria de la ex ministra.

20 de abril de 2003
La Tercera publica que el vínculo de Bachelet con el FPMR es a través de su pareja durante esos años, el ingeniero Alex Vojkovic, encargado de propaganda del grupo armado. Un dato que Bachelet había omitido en su primera declaración.

6 de marzo de 2005
Luego de dos años, Bachelet vuelve a referirse al tema en una entrevista a La Tercera. “Aclaré en su momento que había tenido una relación afectiva con una persona que pertenecía a esa organización (el FPMR), y no veo qué otra cosa podría tener yo que transparentar. Tengo una vida honesta”.

27 de abril de 2005
Bachelet sale nuevamente a enfrentar el tema durante el debate con Soledad Alvear. “Tuve una pareja del Frente Patriótico. Y así como cuando a la gente que trabaja conmigo, a nadie le pregunto su militancia, sus valores o sus sueños, del mismo modo él tenía su pensamiento y yo tenía el mío”, dice. Luego del debate agrega: “Eso fue hace 20 años y me pregunto durante cuántos años más me van a seguir preguntando, pero no tengo nada que ocultar ni nada que temer”.

13 de mayo de 2005
Se lanza la biografía “Michelle” de las periodistas Elizabeth Subercaseaux y Malú Sierra, donde la candidata hace una breve referencia a la relación con el ex frentista. “En ese tiempo estábamos todos contra la dictadura y no se hacían preguntas”, afirma Bachelet. Según relata, “la relación se fue empañando. Y siempre era el mismo motivo: cómo se asumían las responsabilidades familiares



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