Andrés Zaldívar: "La ANI no sirve para nada. Lo digo como ex ministro: no le he visto nunca ningún servicio"
El legislador cree que el conflicto mapuche se resuelve a través de un "reconocimiento histórico". -Además, promueve la opción de Orrego en la primaria DC, aunque insiste en que la abanderada será Bachelet.
Hernán López | Política | 08:00 hrs
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El senador Andrés Zaldívar, desde hace rato que tiene candidato en la primaria DC: Claudio Orrego. No sólo por lo que propone, también por la amistad de años entre ambas familias. De hecho, el ex ministro recuerda que fue él quien le regaló la primera bicicleta al hoy presidenciable. E incluso, que le prestó la corbata en su matrimonio. Así de cercanos. “Se podría decir que es como mi discípulo”, dice. Eso sí, a pesar del cariño, el ex líder DC siente que, en noviembre, quien representará los intereses presidenciales de la oposición será Michelle Bachelet. Sin embargo, la importancia de la primaria democratacristiana estará, entre otras cosas, en la conformación del programa, donde uno de los ejes centrales será la equidad. Allí el conflicto mapuche cobra importancia central. Para Zaldívar el gobierno debe apuntar al diálogo, critica el uso de la Ley Antiterrorista y afirma que la ANI no cumple rol alguno. Reconocimiento histórico a su cultura, a su desarrollo e incluso a la inclusión en el Parlamento son algunas de las ideas en la mesa.
¿Siente que el gobierno está errando en las medidas que ha invocado para resolver el conflicto en la Araucanía?
-El país en general. El tema se ha enfocado en buscar mejorías de condiciones de vida, que está bien, pero la situación es mucho más compleja. Si uno ve como el tema se trato en Nueva Zelanda, ahí hay un esquema de cómo se puede hacer. Un pueblo que no se siente parte de la cultura y de su forma de ser del resto de los chilenos. Lo que hay que ver es cómo se producen elementos de integración, y eso se produce no solo con mayores recursos o más tierras. Hay un tema cultural, respeto a sus tradiciones, dar reconocimiento constitucional al pueblo como nación, dar representación en los órganos del Estado como por ejemplo en la Cámara.
¿Es de la tesis de otorgar cupos fijos a pueblos originarios?
-Como se hace en Francia y su referencia a la Polinesia. Perfectamente podría buscarse una manera para que las etnias más importantes tengan representación. O cómo introducirlos en los consejos regionales, o en las municipalidades. La manera de enfocar el conflicto es dar un reconocimiento histórico. Y con esto no quiero decir que no condene los hechos de violencia. Hay que condenarlos con el más estricto marco de la ley, pero no creo que la Ley Antiterrorista sea la fórmula.
¿No sirve la Ley Antiterrorista?
-Cuando fui ministro de Interior no quise aplicarla.
¿Y se lo pidieron?
-Me lo pidieron. Cuando llegué tenía el tema de la Ley Antiterrorista y la Chepa (Patricia Troncoso, activista mapuche) que estuvo en huelga de hambre. La Ley Antiterrorista puede dar algunos elementos de capacidad de investigación, pero lo que ha sucedido son delitos comunes, que por supuesto pueden tener por objeto un cierto fundamento de terrorismo, pero no mejora la capacidad de llegar a sancionar a los responsables. Si una vez, en el transcurso del tiempo, se comprueba que hay elementos, ahí aplica la Ley Antiterrorista. Pero como consecuencia.
¿Y por qué no quiso ocuparla cuando fue ministro?
-Limitaba mi capacidad de negociar y buscar soluciones. Cuando fui ministro no tuve inconveniente de recibir al padre de la Chepa o dirigentes de otras organizaciones. Y conversé con ellos, varias veces. Busqué fórmulas y levantamos el conflicto, y eso no significó que yo renunciara al orden público.
¿Es necesaria una autocrítica de la Concertación?
-Todos tenemos que hacer una autocrítica, esto es una cosa histórica. No es solo de la Concertación, cada gobierno trata de hacer mejores acuerdos. En el gobierno de la Concertación se hicieron cosas positivas: la Conadi, el pacto en el gobierno de Patricio Aylwin. Y este gobierno también ha intentado hacer un esfuerzo con el ministro Larroulet, pero lo abandonó.
La Coordinadora Arauco Malleco (CAM) dice que entre los que llaman a la violencia hay gente que se descolgó de ese esfuerzo.
-Pueden ser 20 ó 30 personas que no responden a una conducción, son anárquicas e impredecibles. Si una persona sube con dinamita a una micro no la puedes controlar. Si pasa un camión de noche puede ser que el control esté en el km 280 pero la persona hace el atentado en el km 300. No quiero ser pesimista, hay que controlarlo, pero uno no puede incentivar a la autodefensa, como dijo el ministro de Agricultura, que fue imprudente. Sería dramático que el país entre en un espiral de acción y reacción.
¿La ANI cumple su objetivo?
-La ANI no sirve para nada. Lo digo como ex ministro: no le he visto nunca ningún servicio. Primero porque no se sabe de quién depende. Nos decían que dependía de la presidencia de la República, entonces uno no se atrevía a llamar. Y cuando me reunía con ellos no sabía que información pedir, y generalmente, lo que tenían era lo mismo que leía en diarios. Las oficinas que tienen son una para ver televisión y otra para recoger lo que se diga en la radio, y una agencia de inteligencia que anuncia que hará una reunión de inteligencia es de poca inteligencia. La única operación que se hizo fue en el gobierno de Frei con Marcelo Schilling.
LA FAMOSA OFICINA
-Pudieron haberla criticado todo lo que quieran, pero fue la única agencia de inteligencia que ubicó dónde estaban radicados los terroristas y dónde había que llegar.
Pero la sensación que quedó de ese trabajo es que tuvo mucho de represión y persecución.
-No hubo represión. Lo que se puede alegar es que hubo un trabajo sucio en el que se compra información, y eso se hace en todo el mundo. Los espías son pagados, tienes que tener un instrumento con capacidad de infiltrar. El trabajo de inteligencia requiere lo que hizo La Oficina. Lo que no puede hacer es un trabajo delictivo para lograr la inteligencia. Torturar alguien, someterlo a vejámenes.
Vamos a la situación en su partido. ¿Cómo ve la primaria democratacristiana?
-Hay mucha gente que está escéptica, que estamos haciendo una cosa casi sin sentido. Creo que no, aunque quizá el resultado ya lo conocemos y la ex presidenta Bachelet va a ser la candidata elegida. Sin embargo, es positivo mostrar un partido que tiene ideas, tiene debate de ideas y quiere proyectar sus liderazgos. Es importante que la DC llegue con un candidato a la primaria de la Concertación. Lo mejor es que Bachelet no sea nominada, sino sea parte de un debate. Estoy trabajando para que concurra la mayor gente posible.
¿Cuánto estima usted que será el número de votantes?
-Unas 40 ó 50 mil personas, pero es mucho más lógico a que lo hagamos en una Junta Nacional o la directiva. Soy optimista, el resultado es difícil pero he visto a candidatos con coraje. Apoyo a Claudio Orrego, porque uno tiene que tomar una opción, no es algo personal.
En el debate en TVN salió a la palestra. ¿Le molestaron las referencias de Rincón? ¿Aquello de la “modorra política?
-Fue injusto decir que habíamos dado el apoyo a un candidato porque no tuvimos la misma posición en la ley de Pesca. Lo que sí le puedo decir a Ximena es que comete un error muy grande. Tendría que preguntarle a Jorge Pizarro, que es el único senador que la apoya públicamente, que fue quien encabezó por instrucciones nuestras la negociación. Ella mismo reconoció que había que votar algunos aspectos de la ley. No me siento afectado porque no estoy con Ximena Rincón desde un comienzo. Estoy con Orrego, es una persona con la que tengo una relación de cariño, nuestras familias tienen una relación estrecha. La primera bicicleta se la regalé yo, la corbata con la que se casó se la facilité yo.
Sigue creyendo que Michelle Bachelet será la candidata de la oposición.
-Creo que sí. Pero insisto, tiene que haber primarias.
Carlos Ominami agregó un epílogo a su libro con duras críticas a la “estrategia del silencio” de Bachelet. ¿Sigue creyendo que ella no tiene que hablar?
-Pero si además le ha dado buen resultado, para qué le vamos a pedir una cosa distinta. Ella no tiene por qué meterse en el juego de una campaña que es cansadora.
Suscribiendo un programa, ¿hay alguna otra razón para explicar que el PC esté dentro de la coalición que gobierne?
-Tiene que ser un compromiso no solo de programa; también tiene que ser de gobernabilidad. Cuando se está en el gobierno se está en las duras y en las maduras, y no “una patita aquí y una patita acá”. El PC tiene que ser claro y darle gobernabilidad al gobierno que se forme. Si el día de mañana se forma un acuerdo, ¿qué pasa cuando condenemos a Cuba en la ONU? ¿Qué vamos a hacer? ¡Tiene que decírmelo! ¿Qué va a pasar si el día de mañana hay que condenar a Siria? Por decir algunos elementos.
Después de la primaria DC viene otra elección importante: la elección de mesa. ¿Usted es candidato?
-No soy candidato.
¿Ni siquiera si hay una intención de mesa de consenso?
-Ese es un tema que hay que ver en su momento y que ni siquiera quiero anticipar. Es muy importante que, una vez que salga el candidato presidencial exista una directiva que represente esa candidatura. Esa mesa tiene que ser mucho tonelaje político, con experiencia y renovación combinada. Esa directiva tendrá una tarea muy importante: ¿Vamos a estar o no con el PC?, ¿Cuál va a ser el programa de gobierno? ¿Cuáles serán las condiciones de gobernabilidad? Eso requiere una gran unidad. Que cuando veamos la foto en los diarios digamos “este equipo sí que vale”.
¿Está disponible para participara en una lista?
-Siempre y cuando haya una mesa que quiera participar con esos requisitos.
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