CARTA: VIOLENCIA EN LA ARAUCANÍA

Cartas
Martes 15 de Enero de 2013
Violencia en La Araucanía


Señor Director:

En su última columna, el señor Carlos Peña dice: "condenar el crimen de los Luchsinger, pero ninguna condena, ningún crimen, puede ocultar la justicia de las demandas mapuches".

La frase del señor Peña, lejos de ser una idea original, es el grito de batalla de todos aquellos que en el fondo pretenden justificar moralmente la violencia en La Araucanía. Despachar el crimen de quemar vivos a un matrimonio de la tercera edad, con un "condenar" en un par de líneas y seguir con un extenso "pero..." es lo más parecido que he escuchado en estos días a las declaraciones del werkén de Temucuicui, quien "condenando" el crimen señaló acto seguido "pero... murieron en su ley".

Una condena no vale nada si va seguida de un extenso "pero", por sutil e inteligente que este sea, porque en el fondo siempre deja traslucir que existiría una legitimidad moral para la violencia y que en el caso del señor Peña nacería de la historia. Ocupar la historia como arma de manipulación político-emocional resulta especialmente peligroso en el contexto de un territorio como La Araucanía.

Hoy en día, La Araucanía no está dividida entre buenos y malos, entre mapuches y winkas. Hoy en día La Araucanía está dividida entre quienes justifican la violencia y quienes la rechazan siempre y en todo lugar.

La historia, y especialmente la historia de La Araucanía, con todo su dolor, nos deben ayudar a formular las preguntas que necesitamos responder en el presente. La historia de La Araucanía nos debe ayudar a dar contexto y ejemplos que nos permitan reflexionar como país y no para que directa o indirectamente se construya un contexto que justifique la violencia actual.

De seguir por ese camino, nos faltará poco para que la historia de La Araucanía se convierta en una materia "impredecible", dependiente del grupo que la invoque para justificar su violencia.

Gonzalo Arenas Hödar
Diputado por La Araucanía