jueves, 10 de enero de 2013

CENTRANDO LA BURBUJA PARA EL AÑO 2013.




Al celebrar con alegría la llegada de un nuevo año, es bueno efectuar una breve mirada al
pasado y plantearse los desafíos para el año que se inicia.
Para los que estamos sufriendo por cometer delitos contra los derechos humanos, esto es
especialmente importante, más aún, si este año se cumplen 40 años del Pronunciamiento
Militar y 23 de gobiernos democráticos.
A pesar de estos tiempos transcurridos en nuestro país aún se sustentan posiciones
extremas que hacen difícil una definitiva reconciliación y un reencuentro de las Fuerzas
Armadas y Carabineros con un sector de la ciudadanía chilena.
Con escasos apoyos, los que estamos en prisión, hemos impulsado acciones tendientes a
encontrar una solución a los problemas que nos aquejan en conjunto con nuestras
familias, que finalmente son las que más sufren.
Bastante se ha hecho en esa dirección: cartas a autoridades de gobierno, a
parlamentarios, partidos políticos e instituciones religiosas; también reuniones de amigos
y familiares con autoridades y políticos; una película, Plan Ahora, etc. Todo esto sin
resultados positivos. Y en honor a la verdad, nuestras acciones han sido miradas con
desdén y desprecio, miradas estas que incluyen a varios de los que se beneficiaron con
las acciones del Gobierno Militar.
Una respuesta recurrente a nuestras acciones y solicitudes ha sido… “No es el momento”.
Creímos que con el cambio de siglo sería el momento, después con la llegada del nuevo
gobierno y del candidato Piñera (fue para peor), luego con la llegada del Bicentenario, etc.
En esta espera se han muerto ya 5 camaradas en prisión y casi una decena han cumplido
más de 20 años encarcelados.
Bueno…, creemos que a 40 años del Pronunciamiento Militar y 23 de gobiernos
democráticos, sí ha llegado definitivamente el momento de saldar la deuda que tiene el
Estado con el importante sector de la sociedad que representa la Familia Militar y sus
adherentes. En especial considerando la liberación de que fueron objeto los que se
opusieron al Gobierno Militar, siendo en su mayoría delincuentes y extremistas, y a los
que se les colmó de beneficios de todo tipo y hoy están en sus casas.
Por sí solo el tiempo transcurrido habla de lo razonable y prioritario que es terminar con
los problemas y sufrimientos de los que nos encontramos en prisión y que se aúnen
voluntades de autoridades y diversos sectores del país para que la cordura llegue a
nuestra querida Patria.
Dos hechos muy importantes para los que sufrimos condenas judiciales han ocurrido al
terminar el año 2012:
- Se realizaron una serie de reuniones de algunos de los abogados que nos defienden,
con la importante participación de connotados y distinguidos abogados especialistas
en derecho penal, más la especial concurrencia de un famoso abogado español. Estos
abordaron in extenso la problemática político-judicial que ha ocurrido en nuestro país
en los procesos y condenas a integrantes de las FF.AA. y Carabineros. Nunca en 40
años se habían realizado tan importantes reuniones para tratar tan trascendente
materia en lo político-judicial. Las jornadas de trabajo que se extendieron por más de
cinco días, culminaron con una reunión en el Congreso Nacional con el Diputado
Jorge Ulloa y con la publicación de un Manifiesto que ya circula por los medios
electrónicos y, al cual, se están adhiriendo los que concuerdan con los Vistos,
Considerandos y Conclusiones del mencionado documento. Se suma a lo anterior una
presentación ya realizada al Tribunal Constitucional y una próxima a efectuarse ante la
Corte Internacional de DD.HH. en Ginebra.
- El segundo acontecimiento importante fue la visita del Nuncio Apostólico, S.E.
Monseñor Ivo Scapolo, representante del Papa Benedicto XVI y Decano de los
Embajadores Diplomáticos en nuestro país, hecho este ocurrido exactamente el último
día del pasado año 2012. En un ambiente de mucho respeto y religiosidad, pero
también con veracidad y cordialidad, se expuso a tan distinguido visitante la situación
político-judicial en la que nos encontramos, como asimismo nuestra opinión ante lo
que consideramos una deuda de la Iglesia Católica con nuestro sector en la sociedad
chilena; sector este representado por los aproximadamente sesenta ex uniformados
que cumplen condenas, sus familias y simpatizantes. Esto considerando la concreta
acción a favor de los que se consideraban víctimas del Gobierno Militar y que,
además, cometieron actos delincuenciales y extremistas. Si antes la Iglesia Católica
apoyó a esas mencionadas víctimas, pedimos que ahora se apoye, igualmente con
fuerza, a los que somos actuales víctimas de un sistema judicial politizado, víctimas
del “ni perdón ni olvido”, víctimas de los que no quieren la Reconciliación y víctimas de
aquellos que se beneficiaron del Gobierno Militar y de empresarios y políticos que
ahora nos desconocen y olvidan, después de que siendo subordinados de nuestros
respetivos jefes, sólo cumplimos las órdenes dentro de un contexto de defensa a la
población civil de los excesos cometidos por delincuentes y extremistas.
A Monseñor Scopolo se le hizo entrega del Manifiesto elaborado como resultado de
las reuniones de abogados ya mencionadas, documento en el que se mostró muy
interesado en conocer. Luego él nos entregó, como primicia, el Mensaje de su
Santidad Benedicto XVI para la celebración de la XLVI Jornada Mundial de la paz y
que tiene fecha 1° de Enero del presente año, documento este que se inicia con la
siguiente frase:
“Cada nuevo año trae consigo la esperanza de un mundo mejor. En esta
perspectiva, pido a Dios, Padre de la Humanidad, que nos conceda la concordia
y la paz, para que se puedan cumplir las aspiraciones de una vida próspera y
feliz para todos”
Humildemente, los que estamos en prisión y nuestras familias, pedimos que se nos
permita participar en una vida próspera y feliz con concordia, paz y reconciliación.
Debido a lo anteriormente expuesto pedimos que este año 2013, a 40 años del
Pronunciamiento Militar, después de 23 años de gobiernos democráticos y año mundial de
la Paz, se realicen las gestiones correspondientes para que las máximas autoridades de la
Iglesia y otras religiones, junto con autoridades de gobierno, autoridades políticas,
legislativas y judiciales aúnen voluntades para alcanzar la definitiva paz en nuestro país.
¡Creemos firmemente que ahora es el momento!
Para materializar esto, creemos que son, en lo principal, tres hechos los que deben marcar
históricamente este año 2013:
1.- Un Acto Ecuménico con participación de los máximos representantes de las iglesias e
instituciones morales del país, autoridades de Gobierno, máximas autoridades de las
FF.AA, y Carabineros, del Poder Judicial, del Poder Legislativo, de los partidos políticos
existentes y en formación, integrantes de la Familia Militar y sus adherentes, además de
familiares de los que fueron considerados víctimas del Gobierno Militar.
2.- Declaración de máximos representantes de los partidos políticos de todas las
tendencias, como la que se frustró en el año 1998 y que se destacó en El Mercurio del 8 de
Julio del año recientemente pasado. Declaración que en su momento fue impulsada por el
distinguido abogado Miguel Luis Amunátegui para sellar la Reconciliación. Parte de su
propuesta decía:
“No cedamos a la tentación de no asumir nuestra responsabilidad y dejar las cosas
entregadas, con todo su enorme drama generado por más de 50 años de
desencuentros, sólo a la resolución de nuestros jueces, a quienes les resultará
imposible asumir toda la hondura y la extensión del conflicto vivido”
3.- Aprobar en el Congreso Nacional un Proyecto de Ley, en forma similar a lo
legislado por los gobiernos de la Concertación para liberar y beneficiar a los que se
opusieron al Gobierno Militar y, en especial, a delincuentes y terroristas.
Se insiste en que el Estado, la Iglesia Católica e importantes sectores de la sociedad civil
organizada están en deuda con las víctimas de hoy, la mayoría de ellos de la tercera edad,
enfermos, que no representan un peligro para la sociedad, que desean terminar sus días
rodeados del cariño de sus familiares y que hacen suyas las palabras de Su Santidad
Benedicto XVI en su mensaje “Bienaventurados los que trabajan para la paz”:
“El deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto
modo con el deseo de una vida humana plena, feliz y lograda”.
Esperamos que todos los chilenos que tienen el corazón bien puesto se sumen y ayuden a
materializar lo aquí expuesto.

EDUARDO ITURRIAGA NEUMANN
GENERAL DE DIVISIÓN
PRESO POLÍTICO MILITAR EN PUNTA PEUCO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sorry RUS, sólo para madarte esto- Después criticamos a la Camila Vallejo teniendo un referente mayor undercovert

http://i1136.photobucket.com/albums/n481/malvangel/598486_186185038175740_2018491484_n_zps436ff07d.jpg