miércoles, 16 de enero de 2013
¡Qué Agradable es Ser Presidente!
Nunca me ha extrañado que haya tantas personas con ganas de ser Presidente, porque puede ser una ocupación muy agradable. En ella uno viaja mucho, está siempre en el centro de la foto, lo tratan a cuerpo de rey, todos se ríen de sus chistes, por repetidos que sean, y no faltan quienes sostienen que el poder es un afrodisíaco mejor que casi todos los demás.
La Presidencia sólo podría volverse desagradable si la gente empezara a pedirle al titular que solucione problemas y ejerza su autoridad. Pero se supone que sólo un opositor recalcitrante del Presidente podría pretender eso. Por ejemplo, en este momento Sebastián Piñera lo está "pasando bomba" en el Círculo Polar Antártico. Yo estuve ahí hace como cuarenta años y me reí mucho, sobre todo después de tomar whisky con hielo antártico ("hasta que el hielo flote", les decía cuando me llenaban el vaso, según fórmula que me había enseñado un almirante). Ahora él se vistió de pieles y plantó una bandera chilena ante las cámaras. Millares de telespectadores lo admiraron. ¿Qué más puede pedir?
Y cuando uno es Presidente siempre tiene la palabra, lo cual es también muy agradable. ¡Con lo que le cuesta al simple mortal conseguirla en cualquier almuerzo! Los demás no oyen, interrumpen, se ríen y hasta le faltan el respeto. En cambio, nadie se atreve a hacerle eso al Presidente. Y éste puede convocar a una cadena nacional. Bueno, ahí tiene a millones oyéndolo sin poder replicar, aunque repita lugares comunes trillados. ¡No hay nada más agradable que una audiencia masiva y cautiva!
Pero, claro, no faltan personas que quieren hacerle las cosas desagradables. Una carta de la señora de un agricultor de la Araucanía, que se radicó allá hace veinte años, dice que hoy viven bajo el terror, en un estado de guerra, pues no hay día en que no se registre algún atentado, quema, toma, robo de cosechas, rotura de cercos para entrar animales a pastar en potrero ajeno, destrucción e incendio de maquinaria. Y, sobre todo, amenazas. Dice que los delincuentes y terroristas son pocos, pero nadie los persigue ni apresa. Su carta-pedido de auxilio sólo circula en las redes sociales, porque casi toda la prensa está de acuerdo en no provocarle molestias al Presidente. ¿Qué pretende esa gente alarmista del sur? ¿Que los carabineros actúen contra los terroristas? ¿Y si, cuando éstos les disparan, aquéllos responden y cae un extremista herido? ¿No sabe lo desagradable que eso puede ser para el Presidente? ¿Que no ha visto lo incómodo que está el gobierno por el caso Catrileo, que cayó muerto en una toma cuando un carabinero respondió el fuego?
Pero "La Segunda" de ayer faltó a la norma de no molestar al Presidente y publicó una carta de Carmen Gloria Orellana, a cuya hermana le robaron su camioneta. En la fiscalía la trataron con prepotencia y no hicieron nada. Ella, entonces, hizo la labor del fiscal e investigó, porque si no nadie lo iba a hacer. Y averiguó que su vehículo podía estar en Lo Hermida. Fue allá y se encontró con numerosos autos de lujo "modificados", e incluso reconoció su camioneta. Entonces fue a Carabineros para recuperarla, pero le dijeron que "nada podían hacer contra esas bandas": "otra vez el portazo en la cara", concluyó Carmen Gloria.
¿Y qué quería? ¿Incomodar al gobierno? ¿Que no entiende que si Carabineros actúa contra "esas bandas" puede haber muertos o heridos en Lo Hermida y los comunistas le gritarían "asesino" al Presidente? ¿Que no comprende lo terrible que sería eso para lo que él más valoriza, su propia imagen?
Hay gente que insiste en hacerle la vida desagradable al Presidente. Por suerte no han podido conseguirlo, porque él lo sigue "pasando bomba." Y el que no lo crea, que mañana lo vea sonriente en la primera plana de los diarios, con traje y gorro de piel, sosteniendo heroicamente la bandera en el Círculo Polar Antártico. ¡Y hay quienes pretenden mezclarlo en la lucha contra el crimen en Lo Hermida o el terrorismo en la Araucanía! ¡Qué gente!
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
martes, 15 de enero de 2013
¿No te Atreves? Nombra una Comisión
Cuando un gobernante sabe lo que debe hacer, lo hace; cuando no sabe o no se atreve, nombra una comisión.
Días atrás la prensa informó que, de todos los gobiernos posteriores a 1990, el actual es el que más comisiones ha nombrado. Esa es una salida típica de alguien a quien la primera pregunta que se le viene a la mente es "¿cómo voy a quedar ante la izquierda?". Y cuando, como ahora, la solución natural que le entrega el sector que lo llevó al poder, que es la de desplegar su autoridad, amenaza dejarlo mal ante la izquierda, entonces no se atreve a adoptarla y procura diluir su responsabilidad nombrando comisiones, "mesas de diálogo" y llevando a cabo interminables "conversaciones".
Fue ese rasgo evasivo el que llevó al diario inglés "Financial Times" a declararlo "políticamente inepto", hace algún tiempo, porque en medio de alteraciones del orden público que amenazaban su autoridad, no era capaz de plantear soluciones a los problemas que las provocaban ni tampoco de mantener un mínimo de orden público. Las calles estuvieron en manos de los vándalos hasta que éstos se cansaron y la opinión pública se volvió contra ellos.
Ahora que el país se ha visto estremecido por el más cruel atentado terrorista registrado desde 1986, cuando el brazo armado del comunismo intentara asesinar al entonces Presidente Pinochet y quitara la vida a sangre fría y a mansalva a cinco de sus acompañantes, el gobierno no ha sido capaz de dar un solo paso efectivo en el desmantelamiento del aparato subversivo que se ha enseñoreado de la Araucanía. Si no hubiera caído herido uno de los hechores en las proximidades del predio incendiado, no habría conseguido inculpar a nadie.
¿En qué estaba el Subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, en los días siguientes al doble crimen extremista? Presentando una querella por la muerte de Ronni Moffit, que en 1976 acompañaba a Orlando Letelier, cuando ambos fueran asesinados por una bomba colocada por el norteamericano Michael Vernon Townley, en complicidad con un grupo de exiliados cubanos. Ese delito está prescrito y a su respecto hay cosa juzgada, tanto así que se indemnizó generosamente por parte del Estado chileno a las familias Letelier y Moffit. Pero esa querella agrada a la izquierda y la hace olvidar quién firmó los contratos de compra con sobreprecio para la lucha contra el tráfico de drogas en el norte.
¿Y qué hace el Ministro del Interior? Leo en "La Segunda" que insta a perseguir adicionalmente a un carabinero que disparó contra un terrorista, durante una usurpación de tierras que de otro modo pudo terminar tal como el caso Luchsinger-McKay (eran propiedad de otro agricultor Luchsinger).
¿Y qué había hecho hasta ahora el Ministerio del Interior para incrementar su capacidad de respuesta al terrorismo en la Araucanía? Poco más de un año atrás había contratado a 45 abogados en su departamento de DD. HH. para incrementar la persecución judicial ilegal contra militares presos, aparte de haber, el ministerio de Bienes Nacionales, concedido gratuitamente por veinte años el inmueble en que funciona el organismo de propaganda marxista llamado "Museo de la Memoria", al cual Sebastián Piñera le hiciera hace poco una prolongada y "emocionada" visita pública de más de dos horas, según nos recuerda ahora en "El Mercurio" el agradecido Ricardo Brodsky, director del ente beneficiario de tanta ayuda oficial.
Todas las "comisiones", "mesas" y "diálogos" abiertos en estos días tienen por objeto discurrir mayores garantías para aplacar al terrorismo de izquierda que se ha enseñoreado de la Araucanía. El tema del momento no es el de la captura de los asesinos ni el desmantelamiento de su guerrilla y del manto de protección que la encubre, sino cuáles prerrogativas se van a otorgar a las organizaciones de fachada de extrema izquierda que se han arrogado la representación de la "etnia mapuche". Estamos al borde de que se reedite la peregrina idea de Piñera, afortunadamente contenida hace más de dos años, a partir de la denuncia de separatismo formulada en este blog, de constituir un "Estado Mapuche" dentro del territorio chileno, para dar en el gusto al marxismo, que siempre históricamente encabeza los intentos disolventes contra la integridad, la paz y el progreso de nuestra nación.
¿Qué es lo que realmente se necesita en la Araucanía? Primero, autoridad firme. Segundo, capacidad investigativa, para dar con los asesinos, cómplices y encubridores y para poner término a las "FARCH" chilenas, que se están organizando amparadas en la ineficacia gubernativa. Tercero, ir a fondo contra la ineficacia judicial para proceder contra el terrorismo de izquierda, ineficacia que ha sido puesta al servicio de éste tanto como la prevaricación indisimulada de los jueces para perseguir a los uniformados (r) que derrotaron otrora a ese terrorismo. (Militares (r) a quienes el candidato Piñera prometió garantizar un debido proceso, lo que no ha cumplido, sino contradicho con su acción de gobierno.)
Pero el gobernante esquiva el bulto y nombra comisiones. Se compromete en interminables "conversaciones", procurando diluir entre muchos su evidente incapacidad. Y la gente se ha dado cuenta. El resultado es que se lo enrostran de lado y lado, como le sucedió ayer en Punta Arenas. Claro, esto no sale en detalle en los diarios ni en los noticieros (al menos no en los que he visto).
Pero las verdaderas soluciones no emanarán de las comisiones, sino de gobernantes enérgicos y resueltos, que sepan lo que deben hacer y tengan el coraje político para hacerlo. Y de eso, por ahora, carecemos.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
jueves, 17 de enero de 2013
DEL BLOG DE HERMÓGENES
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