ARGENTINA, ESTE SEÑOR TIENE CAUSAS DE LESA HUMANIDAD!!!!!!!!!!!!!

Milani acordó con Rossi y sería jefe del Ejército

junio 6, 2013

By Alexis Di Capo

Sus turbios antecedentes no habrían frenado su ascenso.

En el Ejército, la puja por el poder gira en torno a si el Subjefe del Estado Mayor y Director de Inteligencia, General César del Corazón de Jesús Milani, conseguirá ascender a Jefe de Estado Mayor. De este modo se blanquearía la actual realidad, porque de hecho Milani es hoy el que manda y el Jefe de Estado Mayor, General Luis Alberto Pozzi, decide cada vez menos. La semana pasada Milani les anunció a varios de sus oficiales de confianza que su objetivo se había logrado y que a la brevedad asumirá la conducción de la fuerza. Un miembro de su grupo, el Director de Personal, General Jorge Luis Motta, ya estaría trabajando a destajo para organizar la futura estructura del Ejército de la era Milani. Éste consiguió afianzar su poder pese al alejamiento del gabinete nacional de su ex jefa política, la nueva embajadora ante la OEA, Nilda Garré. Tampoco fueron suficientes para impedir su ascenso los antecedentes de su actuación en el Operativo Independencia durante la década del ‘70, su presunta vinculación con el asesinato en la Rioja del obispo Enrique Angelelli, así como su intervención en los levantamientos carapintadas de los ‘80. También está sospechado -y denunciado judicialmente- por la venta fraudulenta de propiedades del área de inteligencia y el uso personal e indiscriminado de los fondos reservados de los espías militares.

De nuevo, el hombre de confianza

El caso es que Milani se repotenció imprevistamente gracias a una operación del general (RE) Hugo Domingo Bruera. Curiosamente, en el 2010 éste partió exiliado como representante argentino a la Conferencia de Ejércitos Americanos con sede en Lima, porque Milani y Garré lo defenestraron de la Secretaría General de Ejército, acusándolo de trabajar para la candidatura presidencial de Eduardo Duhalde. Bruera, un incansable lobista que como general se destacó por su talento para cantar tangos, habría buscado en los últimos tiempos el modo de congraciarse con Milani y lo encontró: lo acercó a Agustín Rossi poco tiempo antes de que éste fuera designado Ministro de Defensa. Milani no dejó pasar la oportunidad y se estaría convirtiendo ahora en el general de confianza de Rossi, repitiendo su ciclo anterior con Garré. Como es sabido, Rossi no se preocupa demasiado por la prolijidad ni los cuestionamientos éticos y el poderoso aparato de inteligencia clandestina montado por Milani lo habría impactado. Ahora, éste sería premiado con la Jefatura de Estado Mayor. Según una versión que ayer circulaba en el Edificio Libertador, el recambio de la cúpula sería anunciado a la brevedad.

o.

Milani participó en 1976 con el grado de subteniente del “Operativo Independencia” contra la guerrilla en Tucumán. Ese plan comenzó en 1975 comandado por el general Acdel Vilas hasta que en diciembre de 1976 fue reemplazado por el hoy fallecido general Antonio Bussi, quien está procesado por haber cometido delitos de lesa humanidad en esa provincia.

En el resumen del legajo del Senado, solo se afirma que Milani, como subteniente especializado en inteligencia estaba destinado en el batallón de Ingenieros de Construcción 141 con sede en La Rioja pero en “comisión en Tucumán” donde estuvo entre el 1 de febrero de 1976 y el 6 de febrero de 1977.

Con ese legajo, el fiscal tucumano decidirá si lo imputa o no cierra la posibilidad de que Milani haya participando o conociera las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el Operativo Independencia. En otras causas por la represión ilegal, los jueces vienen aplicando el criterio jurídico denominado “dominio de hecho”, según el cual los militares aunque no hayan participado no podrían haber ignorado la tortura, fusilamientos ilegales o desapariciones.

Otra de las preguntas de Morales es qué rol tuvo Milani como oficial de Inteligencia en La Rioja donde estuvo después del asesinato del obispo de esa provincia, monseñor Enrique Angelleli, cometido el 4 de agosto de 1976 en Punta de los Llanos. Antes habían sido asesinados por grupos paramilitares los sacerdotes Gabriel Longeville y Carlos de Dios Murias. El juicio por el crimen de Angelelli aún está abierto.