miércoles, 10 de julio de 2013

DEL BLOG DE MÁXIMO




miércoles, 10 de julio de 2013
SILABARIO REVOLUCIONARIO.

Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano, aseguraba que el poder de la clase dominante no está dado solo por el poder de la fuerza. Quien quiera controlar a las clases sometidas, tiene que ejercer un dominio que bautizó como “Hegemonía”. Para ejercer esta hegemonía cultural, se necesita construir lo que denominó “Superestructura”, elemento de poder necesario para poder realizar una acción política y crear y reproducir la hegemonía.

Gramsci atribuyó un papel central a los conceptos de infraestructura (fuerzas de producción y relaciones sociales de producción); superestructura (ideología constituida por las instituciones, sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a esto lo denominó "bloque hegemónico".

En consecuencia, según Gramsci, el poder de la clase dominante sobre el proletariado y todas las clases sometidas, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, sino que está dado fundamentalmente por la hegemonía cultural que las clases dominantes ejercen sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria.

Esta teoría gramsciana, que pretende explicar el control de clases en una sociedad capitalista, y que supuestamente el marxismo quiere desterrar, la termina utilizando el mismo marxismo una vez que toma el poder. ¿Por qué?. Porque es la única forma de controlar a las clases oprimidas, esta vez, en manos de los mismos que prometían liberarla. En consecuencia, el marxismo tiene como fin último, cambiar una clase dominante por otra (sale la burguesía y entra la nomenklatura). Si el marxismo perdiera la hegemonía cultural construida para lograr el poder –y siguiendo la lógica de Gramsci- terminaría perdiendo su propio poder.

Es por esta razón que el marxismo debe ser totalitario. No puede permitir disidencia ni opiniones contrarias que atenten contra la hegemonía cultural.
Vean aquí, como se ejerce la hegemonía cultural en Cuba a niños de primero básico. Los futuros revolucionarios que defenderán al poder dominante desde su condición de clase oprimida.

http://www.diariodecuba.com/cuba/1372770294_4035.html



Publicado por Maximo


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