martes, 3 de septiembre de 2013

El cobre no es de todos los chilenos



La tercera

CODELCO informó que su plan de inversiones se verá reducido en US$ 1.000 millones este año debido a que no cuenta con el suficiente capital. Con pocas horas de diferencia supimos que la empresa estatal hará una oferta de $ 9 millones a cada trabajador de la división Salvador, principalmente a título de bono de término de conflicto tras una negociación colectiva. Se trata de $ 1,5 millones más que lo pactado en el acuerdo de 2010. Cabe destacar que de acuerdo a la memoria corporativa del período 2012, en dicha división trabajan cerca de 1.528 personas. Nueve millones de pesos para dicha cantidad de empleados significa el desembolso de alrededor de US$ 27 millones.

La reducción del plan de inversiones no tiene nada de sorprendente, pues en los últimos años los recursos de Codelco han sido sobreexplotados por sus propios trabajadores, quienes gozan de: a) ingresos salariales muy superiores al promedio; b) bonificaciones regulares; c) subsidios variados; d) becas para los trabajadores, sus cónyuges e hijos (las que este año llegarán a 2.150 por un total de US$ 2,5 millones); f) beneficios para la familia; g) créditos blandos; i) excelentes planes de salud; j) planes de jubilación, y k) el suculento bono por fin de negociación colectiva que se recibe cada ciertos años.

En el caso de los trabajadores de planta de Codelco, sólo diremos que ésta entregó a sus trabajadores de la división Chuquicamata, por concepto de bono de término de conflicto acordado en diciembre de 2012, la cifra de $ 19.800.000 a cada trabajador. En esa división trabajan cerca de 6.767 empleados, según la memoria 2012, bajo la mencionada categoría, lo cual da como resultado el pago de alrededor de US$ 268 millones. La división Ventanas logró en junio de 2012 un bono por término de conflicto de $ 6.909.548 para cada uno de sus cerca de 988 trabajadores, equivalente a unos US$ 13,6 millones. Los 555 trabajadores de la casa matriz en Santiago obtuvieron un bono de $ 9 millones cada uno, lo que suma unos US$ 10 millones. Finalmente, en la división Andina se pagó un bono por término de conflicto de $ 11 millones a cada uno de sus 1.622 trabajadores, equivalentes a cerca de US$ 35,6 millones.

En relación con los contratistas, este año se llegó a un acuerdo sin precedentes, pues estos recibieron un bono igual que los trabajadores de planta: el monto fue de $ 1,5 millones por trabajador, beneficiando a 40.000 operarios. Es decir, Codelco gastó alrededor de US$ 147 millones en bonificaciones a sus trabajadores. Si sumamos todos los recursos mencionados a título de bonos y otros gastos de Codelco, sin analizar todas las operaciones ni todas las prestaciones, se llega a la cifra de US$ 501 millones, es decir, la mitad de lo que Codelco dejará de invertir.

¿Cuántas poblaciones se habrían construido con esos recursos? A modo de ejemplo: el conjunto habitacional “Mesa Seco”, recientemente inaugurado en Constitución, que beneficia a 48 familias damnificadas por el terremoto del 2010, tuvo un costo cercano a los US$ 2,2 millones.

Luego de lo expuesto, planteo: ¿Es el cobre de todos los chilenos? Mi respuesta: en absoluto. Sólo pertenece a “algunos afortunados”, los mismos que le están impidiendo a la empresa crecer orgánicamente y desarrollarse a futuro.

Javier Infante
Abogado, profesor de Derecho

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