CARTA II

Micros amarillas II

En mi calidad de ex jefe de finanzas durante más de 10 años de la empresa de transporte urbano Central Ovalle, que administraba un total de cuatro líneas del sistema de transporte de buses amarillos, he estimado necesario puntualizar lo siguiente:
Las afirmaciones del señor Louis de Grange no corresponden estrictamente a la realidad en lo referido a la rentabilidad del mismo. Como en todo orden de negocios, existen buenos y malos administradores. Este hecho se manifestaba de manera absoluta en los empresarios de buses amarillos, al menos en la realidad de nuestra empresa. Sin distingo de la cantidad de buses de los cuales eran propietarios (la mayoría dueños de uno o dos buses), los empresarios "ordenados" nunca tenían problemas financieros, mientras que los "desordenados" siempre tenían dificultades económicas.
En términos generales, el sistema era absolutamente rentable. Por lo demás, si así no hubiera sido, es obvio y evidente que habría quebrado.
Respecto de sus cuestionamientos sobre la percepción negativa que la ciudadanía tenía sobre los buses amarillos, ello es efectivo. En general, había una percepción negativa, generada especialmente por el comportamiento de los conductores. En el caso específico de nuestra empresa, siempre tratamos de corregir esa debilidad, quedando por cierto esa tarea pendiente. Sin embargo, una reciente encuesta entre los usuarios del Transantiago estableció que la mayoría, en un porcentaje altísimo, prefería el antiguo sistema con todas sus debilidades e imperfecciones.
Finalmente, en nombre de los más de 70 trabajadores de nuestra empresa, Central Ovalle, hoy desaparecida, y en nombre de todas las demás empresas similares a la nuestra, más de 100, que albergaban a una cantidad similar de trabajadores, quiero "agradecer" a los impulsores del Transantiago por el hecho de habernos dejado sin nuestra fuente laboral.
MARCELO GONZÁLEZ HERRERA Ex Jefe de Finanzas E.T. Central Ovalle S.A.