Al cumplirse 35 años del Día De la Liberación Nacional, quiero expresar por este medio un agradecido reconocimiento a ese Gran Hombre, el Sr. Capitán General don Augusto Pinochet Ugarte, ex Presidente de Chile y ex Comandante en Jefe de nuestro Ejército, por el inmenso aporte que hiciera a la vida Nacional, y por devolver a Chile la esperanza perdida.Treinta y cinco años se han sucedido y aun está latente en el País la Gesta Libertaria del 11 de Septiembre de 1973... y los magros años que la precedieron.La memoria es débil, pero Chile sabe que en la contienda de 1973 el adversario vencido ya, dejo una cruda estela de destrucción y cenizas. Sobre esas fábulas el General Pinochet supo construir una prospera Nación.El contendiente avieso había destruido sistemáticamente las raíces de la Patria y la vida republicana, aplicando inicuas filosofías ajenas a nuestras costumbres, junto a abusivas e insensatas disposiciones y conductas que escapaban a lo constitucional.Aunque ya es historia, a partir de 1970 fueron muchos los infortunios que asolaron a Chile en forma persistente y progresiva. Se destruyó la Democracia, el Estado de Derecho y la Institucionalidad. Se devastó nuestra cultura y tradiciones. Se desmanteló la economía. Se debilito el poder de la Defensa Nacional vulnerándose la soberanía y la seguridad. Y todas las bases de sustento de la Sociedad fueron cercenadas.Duele recordar tanto daño causado al país... los chilenos tienen aun amargas presencias de esa época. Lo importante fue la adecuada y oportuna actuación del Presidente Pinochet que encabezando la Junta Militar de Gobierno, puso fin a la peor de nuestras pesadillas...Pocos líderes han logrado captar la atención de tantos millones de personas alrededor del mundo de la manera que este Militar Chileno lo hizo. A muchos les causa molestia escuchar halagos a su persona, es natural, el 11 de Septiembre fue el primer tropiezo que el marxismo tuvo en el mundo, hasta su total desaparición casi veinte años después.Las comedias se pueden escribir de cualquier forma, en ellas, algunos muy expertos no han tenido escrúpulos en tratar de destruir la imagen del Presidente Pinochet, e incluso de incrustar maliciosamente en los anales “como a un grande”, ¡Al mismo Allende!, el mas protervo y deplorable de los recuerdos que guardará celosamente el tiempo. Pero la verdad siempre prevalece, y la auténtica historia solo se escribe con verdades. En ella el Presidente Pinochet aparecerá defendiendo su tierra de un invasor foráneo destructor de valores. En ella aparecerá el Gran Estadista, el constructor indiscutible del nuevo Chile, ese que con tanto orgullo exportan hoy sus detractores.Aun está latente en Chile la tarde Gloriosa del 11 de Septiembre de 1973, cuando un país entero respiraba aliviado al recuperar su libertad, mientras el Presidente Pinochet y la Honorable Junta de Gobierno firmaban su Declaración de Principios en el “Salón de Honor de la Escuela Militar”, el mismo aposento que su despedida final viera pasar a decenas de miles de personas que querían, llenos de emoción, darle un último adiós.Esa gente agradecida sabe que nuestro Presidente, entre todas sus virtudes, tiene la de haber edificado para Chile los cimientos mas sólidos de América, sobre los cuales se puede erigir cualquier cosa. Esos cimientos son el soporte de todos los avances que hoy vemos en Chile, sin ellos no existirían tratados de libre comercio, desarrollo económico ni adelanto alguno. Todo es parte de su magna herencia. Y lo principal... gracias a él podemos hoy ver flamear libre y airosa nuestra invicta bandera, en todos los rincones la Patria.
Muchas Gracias Presidente Pinochet...

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