lunes, 22 de diciembre de 2008

EXTRA DEL COMENTARIO POLITICO SEMANAL

PATRICIO GREZ
El senador Publicam Girardi se mandó otro numerito de esos a los que ya nos tiene acostumbrados. ¿Se acuerda usted cuando le regaló unas zapatillas a un pililo chico para que acusara de pedofilia al senador Novoa?. La gracia de Girardi es que pertenece a esa clase privilegiada que es totalmente inmune a todo, está por encima de todo, no tiene ni Dios ni Ley don Guido. Bien por él, envidiable su posición en la vida, puede dejar cuantas cagadas se le frunzan sin ninguna consecuencia ulterior.


La burbuja mundial se sigue desinflando catastróficamente, es una ley inexorable de la naturaleza, si el Estado infla una burbuja financiera, tarde o temprano la burbuja colapsa. Por mucho que los todopoderosos Estados sigan con sus "estímulos" e imprimiendo dinero para "inyectarle" a los bancos, el porfiado mercado sigue su curso natural, el mercado son las decisiones e interacciones de millones de individuos y el todopoderoso Estado no puede remediar un cagazo que dejó el mismo. Perdóneme usted la majadería pero nuevamente lo invito a estudiar la única explicación decente de este mega desastre, puede leerla haciendo click aquí.



Las explicaciones de los llamados economistas austriacos, que a mi me parecen casi de cajón, no son las aceptadas por el mainstream. Usted nunca verá un artículo sobre ese tema en Economía y Negocios del Merculo, y menos en La Tercera. Pero algunos economistas connotados ya están empezando a acordarse de los austriacos. Sebastián Edwards en un sesudo artículo para "Letras Libres" ya empieza a soltar la oreja. Pero todavía le falta mucho. En ese mismo artículo Sebastián se congratula de que Chilito tenga sus reservas en "monedas duras", o sea el dólar. Pero al igual que el Chascón Villegas, que estudia historia y tiene cierto instinto, yo temo que el dólar pueda seguir la misma suerte del Marco Alemán durante la República de Weimar, o sea que se vaya a la mismísima chucharaca y todas las reservas del país se hagan sal y agua.

Son solo algunos comentarios optimistas ya que nos acercamos a las fiestas de fin de año.



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