lunes, 26 de enero de 2009

CHILE INFORMA

"CHILE INFORMA''

Actualidad Política – Geopolítica y de Defensa



LIBERAN A TRES DE LOS MILITARES PRESOS



El brigadier ® de Ejército Jaime Lepe, el coronel ® Fernán González y el teniente coronel ® Patricio Quilhot fueron liberados en la tarde de ayer de la prisión que los afectaba, en el Comando de Telecomunicaciones del Ejército, en Peñalolén.

La noticia nos fue entregada ayer mismo, casi en directo, por otro camarada de Armas, Gabriel Fuentes Campusano, quien les fue a visitar y, enterado de la buena nueva, nos indicó:

BUENAS NOTICIAS

Estimados amigos, fui a visitar a los detenidos en Peñalolén y les informo que felizmente hoy (ayer) 22 de enero (17:30 horas) le dieron la libertad provisional al Brigadier Jaime Lepe, al Crl. Fernán González y al TCL. Patricio Quilhot. Continúa detenido lamentablemente el Crl. de Justicia Sergio Cea. El personal de SOF también está con libertad bajo fianza.





JAIME GUZMAN ERRAZURIZ

Material sacado del blog del Mercurio, de la Sección Cartas.



Escribe Roberto Finat Díaz.





Que los concertados no persigan a quienes asesinaron a Jaime Guzmán, es muy comprensible. Lo odian hoy y lo odiaban desde siempre.



Era demasiado inteligente, era demasiado sagaz, era demasiado convincente y les quitaba las mentes, corazones y voluntades de esos pobres a los cuales explotan desde los años 1920 siempre prometiendo que "mañana" harán el "milagro", que sucesivos, casi interrumpidos gobiernos de falsa izquierda social demócrata-sectaria nunca han hecho.



Jaime Guzmán era un cristiano en los dichos y en los hechos. Era un enemigo, al que sus constantes "compañeros de ruta" marxista, les hicieron el favor de eliminar, con inmensa cooperación y complicidad del gobierno concertacionista de la época que los encubrió y posibilitó su fuga, no una sino dos veces, ya que les regaló la vía de escape en helicóptero mandando a sus gendarmes que a tan sólo 15 metros no demolieran la aeronave a tiros de metralleta, dejándolos huir.



Que la concertación no persiga a los sicarios que sus eternos rivales-cooperadores, los comunistas, mandaron terminar con esa existencia que los estorbaba, es comprensible.



Lo incomprensible es la pasividad, cómplice y casi aterradora con la que las sucesivas cúpulas de la UDI, los que uno reputaría como sus hijos políticos, su simiente espiritual en muchos casos, han cohonestado la impunidad de los asesinos y sus ayudistas concertados.



Tímidos "emplazamientos", más bien saludos a la galería. Recursos judiciales condenados al archivo.



Eso es lo extraño e indignante. Que Jaime Guzmán, senador chileno en ejercicio no tenga de sus filas quienes, depositarios de su amor a Chile y voluntad política, vibren con su inmolación y trabajen vehementes para castigarla.



Y, probablemente, esa traición es una de las causas que siempre a la UDI le ha faltado un pelo para ganar, somos muchos los asqueados.



Roberto Finat D.




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