jueves, 22 de enero de 2009

MARX INVENTO LA ESTRATEGIA DE VILIPENDIAR Y CALUMNIAR

LA NOTA DEL DÍA

El actual candidato de los rojos tenía preparado su programa
para recibir “comentarios del público” que a las claras procedían
de sus, ahora como entonces, secuaces


Marx fraguó la estrategia de injuriar y descalificar al adversario como una
manera de rebatir sus argumentos y echar sombra sobre sus cualificaciones
morales para tomar parte en un debate. Si Fulano es un “vendido”, o “explotador”, o está al servicio del imperialismo, o lo que fuera, “entonces lo que diga es inválido”.
¡Vaya forma la que han inventado para ganar discusiones! De allí que el improperio y la calumnia sean parte medular del arsenal revolucionario. Los rojos reclutan insultadores, los entrenan para injuriar y difamar con más virulencia, alquilan locales, compran mueblería, contratan teléfonos… y a soltar las lenguas viperinas.
Hoy en día las injurias, calumnias y descalificaciones se difunden en la Internet, todas anónimas. No se deben considerar rabias espontáneas, sino que se organizan, se financian y se mantienen en el tiempo. Mucho de lo que sobre la política salvadoreña se lee e inclusive se puede ver en la “web”, es la versión actualizada de los groseros desfiles estudiantiles de la UES y fue la sustancia de “Opinión Estudiantil”. Se suman las pintadas en paredes, los grafiti de la infamia, lo que gritan los rojos en sus concentraciones, el contenido de los anónimos que por decenas de miles se meten en zaguanes y automóviles.
En la plaza de Tiannamen, frente a la Ciudad Prohibida de Pekín, hay un muro donde los súbditos del régimen comunista podían expresar sus frustraciones, aunque hacerlo fue siempre peligroso; en la antigua Roma se llenaba de mensajes el pedestal de la estatua de Paschino, de donde se deriva el término de pasquín, entendido como publicación insultante, ocasional y anónima.
Una parte importante de este entramado son los bancos de llamadas que los comunistas tienen para intervenir en programas con comentarios y preguntas. Llaman para apoyar a sus compinches, para insultar o cuestionar conductas, para sembrar dudas, para plantear interrogantes preparadas que difícilmente el que está siendo entrevistado puede contestar. Como los entrevistadores en su mayoría no filtran las llamadas, una parte del programa se convierte en “micrófono abierto” para los comunistas. El
actual candidato de los rojos tenía preparado su programa para recibir “comentarios del público” que a las claras procedían de sus, ahora como entonces, secuaces.
La basura no es libre expresión
Nosotros en El Diario de Hoy pasamos por eso con los comentarios a artículos y notas publicadas: su procedencia y lo que se dice es parte de esa maquinaria de desinformación; si de manera sistemática los comentarios son insultantes y no agregan nada de valor, lo procedente es suprimirlos.
En una nota publicada en este Diario se dice que “…hay sitios en la ‘web’ (dedicados) a denigrar la imagen de los candidatos del partido ARENA, Rodrigo Ávila y Arturo Zablah y, por el contrario, hay blogs ‘especializados’ en hacer alarde del ‘carisma’ del candidato presidencial efemelenista Mauricio Funes”.
Varios funcionarios también son ridiculizados en las páginas que, por lo regular, tienen un mismo diseño, todo facilitado por las decenas de sitios gratuitos en Internet y que, por lo tanto, no exigen creatividad…” El entrevistador del Canal 12 dijo en una ocasión que “…debemos respetar --las opiniones-- por muy radicales y absurdas que sean. Así aprenderemos a fortalecer la libre expresión…”
Pero ni los patanes son expresión válida de ideas ni las maras se deben catalogar como grupos juveniles “con un estilo de vida diferente”. La basura es siempre basura, la delincuencia siempre delincuencia.

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