ENTREVISTA A CARLOS LARRAÍN

Larraín y el viaje de Bachelet a Cuba: "Para ella fue como ir a conocer al viejo pascuero"


Timonel RN cree que para la Mandataria "ir a Cuba fue como volver al paraíso terrenal con el cual soñaron en los '70 y '80".Dice que ediles DC se reúnen con Piñera por "realismo político".

Por Mario Contreras D.
La Segunda

Está molesto Carlos Larraín. Y no precisamente por el apoyo que dio Fidel Castro a Bolivia en el tema marítimo, sino que debido a que "unos perros vagos me comieron 26 ovejas" de las 100 que tenía en su campo, ubicado cerca de Quellón, en la isla de Chiloé, donde está pasando sus vacaciones como acostumbra hacerlo desde hace más de 20 años. "Es que ahora no se les puede hacer nada", se queja, en alusión a los canes.


En medio de su "doméstica" preocupación, interrumpió ayer su descanso para reunirse con distintos gremios en Castro, con el objetivo de preparar la visita que hará la próxima semana a la isla el candidato presidencial de Renovación, Sebastián Piñera. Y también para criticar duramente la actitud del gobierno respecto del viaje de la Presidenta Michelle Bachelet a Cuba, el cual asegura que "se hizo por motivos ideológicos, ninguno de conveniencia nacional". Y recalca que "no fue suficiente" que la Mandataria haya hecho saber su molestia a Raúl Castro por las expresiones de su hermano Fidel apoyando la demanda marítima de Bolivia: "Se debió hacer una protesta formal", asegura.

Sobre el polémico periplo, dice que "lo que más me ha desilusionado es que desde el gobierno se ha tratado esto como si fuera un tema de política chica, local, cuando en realidad afecta al país completo. Porque la situación que se está creando frente a Bolivia no puede ser más negativa. En esos temas sí que habría que tener un poco más de cuidado, y el gobierno no ha tenido ninguno".

-¿Por qué cree eso?

-Ha habido un cierto deseo de trivializarlo, de echarlo como quien dice al trajín, sobre todo cuando el ministro Vidal lo comparó con el episodio del vuelo frustrado a Filipinas, que no tiene absolutamente nada que ver, salvo que entonces la decisión de Pinochet se tomó en contra de lo que pensaban quienes entendían de relaciones internacionales. Y en este caso, también la decisión de la Presidenta Bachelet se tomó contra el parecer de todos los que entienden asuntos internacionales.

La verdad es que el viaje a Cuba fue resuelto por motivos ideológicos. Punto. Ninguno de conveniencia nacional.

-¿Ninguno?

-Pero si esto fue una peregrinación a la fuente... Para doña Michelle Bachelet y buena parte de su equipo ir a Cuba fue como volver al paraíso terrenal con el cual soñaron en los años '70 y '80. Se miran en Cuba.

-Una de las cosas que más se le ha criticado a la Presidenta es su «trotecito» cuando le dicen que será recibida por Fidel.

-Para ella fue como ir a conocer al viejo pascuero en persona, sin tener que ir al Polo Norte. Es lógico, si con el viejo pascuero todos soñamos. Para ella tiene ese sentido, es una cosa filial la que ella experimenta frente a Fidel Castro. En cuanto al trote, esa puede ser la manera en que ella siempre trata de ser cordial. En el fondo fue una oportunidad que no podía perderse.

-En todo caso, la Presidenta Bachelet le hizo presente a Raúl Castro la molestia de Chile por el episodio de Bolivia y calificó de "equívoca" la actitud de Fidel...

-Quizás se lo ha hecho presente. Pero cuando estos asuntos van constituyendo precedente tiene que ser materia de una protesta formal, escrita, que quede en los archivos. No es cosa de tener una conversación con don Raúl Castro, que se la lleva el viento.

Camino a La Moneda: "No es carrera corrida"

-Sebastián Piñera empezó su gira esta semana. ¿Qué le parece que haya sido recibido por tres alcaldes DC?

-Es simple realismo político de la base democratacristiana, que percibe que el papel de la DC no puede seguir siendo el de legitimador de la izquierda en Chile.

-Pero en la directiva DC se enojaron y dijeron que esto fue un acto de "cordialidad" y no de apoyo a Piñera...

-Creo que hay de todo. Al gesto de buena educación se suma uno de realismo político, porque son personas que comprenden muy bien que Sebastián tiene las mejores posibilidades de llegar a la Presidencia y ellos quieren estar en la buena con el futuro Presidente de Chile.

-Mirando a los meses que vienen, se espera que Frei acorte la distancia con Piñera en las encuestas y lo empate.

-Nosotros tenemos muy buenas posibilidades de ganarle a Frei o a cualquier otro candidato. Pero lo que sí nos puede hacer la cosa difícil es la intervención electoral que el gobierno realiza metódicamente. Aquí en Chiloé estamos en la rifa de los millones para toda clase de subsidios, incluso algunos verdaderamente cómicos. Y ese asistencialismo se traduce en influencia política.

-Más allá de eso, ¿qué se va a hacer en la Alianza para evitar pasar del triunfalismo al derrotismo, como ha ocurrido anteriormente?

-Los polos son malos. Hay que poner los pies en la tierra, hablar con todo el mundo, no hay que dejar piedra por remover, hay que saber vibrar con lo que le interesa a los demás, y no creer que esto es una carrera corrida, porque no lo es. Tampoco es que haya que ponerse a llorar de antemano para ponerse el parche antes de la herida.

-¿Dónde se tienen que buscar los dos o tres puntos que van a hacer la diferencia?

-En quienes adhieren a la izquierda hay mucho cansancio. Son personas de absoluta buena fe y que esperan una transformación de la vida social chilena. Nosotros tenemos que demostrar que somos capaces de hacerlo, que somos flexibles, que no nos pegamos a moldes, y no creemos que la economía de mercado tal como se practica hoy en Chile es parte de las tablas de los 10 mandamientos. En cierta manera hay que reformular la gestión del Estado.

-¿Está hablando de "más Estado"?

-No, mejor Estado, que el Estado haga bien sus cosas, que se restablezcan los estudios de rentabilidad social, que los funcionarios regionales tengan sus ideas claras para que haya una efectiva redistribución del ingreso en el sentido geográfico. En suma, hay que generar ideas.