sábado, 28 de febrero de 2009

LA RECONCILIACIÓN Y EL BICENTENARIO


PUBLICO ESTE ARTICULO YA DIFUNDIDO CON ANTERIORIDAD, POR LA IMPORTANCIA QUE TIENE EN ESTOS MOMENTOS QUE, ENTRAMOS EN LA CARRERA POR EL SILLÓN PRESIDENCIAL.

LA RECONCILIACIÓN Y EL BICENTENARIO.
17 June, 2008 por MDS
Raúl Contreras Fischer

1. – Han transcurridos ya tres largas décadas, desde que nuestra Republica perdió su rumbo político y social en un recodo infausto de nuestra historia, y aún vivimos una crisis de convivencia político-social que se exacerba por la falta de prudencia y voluntad política para cerrar lo que se llamó "período de transición", con las leyes e instrumentos jurídicos disponibles y suficientes para cumplir este imperioso mandato de alta política nacional.


2.- Próximos al Bicentenario de nuestra Patria, lograr la Reconciliación en un consenso nacional sobre firmes bases políticas, juridicas y éticas, es una tarea imperativa, que no admite postergación a la luz de nuestra Historia, de nuestro prestigio internacional, de nuestra madurez política y de "nuestra voluntad de ser" como bien definió nuestra insigne poetisa Gabriela Mistral, el ritmo vital de Chile.

3 - La Reconciliación como base del restablecimiento pleno de nuestra convivencia nacional es tarea de todos los chilenos, y sólo de los chilenos, sin exclusiones.
La solución es netamente política y requiere de un gran ACUERDO NACIONAL VOTIVO, propuesto desde la Presidencia de la Republica, patrocinado por los partidos políticos, acogido por los poderes públicos y plasmado como voluntad cívica perentoria por la ciudadanía que con patriótico anhelo demanda cerrar las disidencias del pasado.
La consecución de esta tarea, de alteza política, debe poner fin a la etapa "política de transición", y ser la más pura y patriótica ofrenda a nuestra Republica en su Bicentenario.
Por cierto, requiere patriotismo, generosidad y valor para aceptar las responsabilidades del pasado, y asumir con renovada fe los destinos patrios, legando a las generaciones venideras el futuro esplendoroso, que inspira nuestro Himno Nacional.

4.- Esta magna y patriótica iniciativa debe motivar y convocar, a las beneméritas instituciones religiosas y morales; a las numerosas organizaciones sociales que en el pasado y en el presente han bregado y exaltado los valores de una prudente convivencia; a la opinión ilustrada de destacadas figuras publicas de las empresas, del comercio, del trabajo, de la cultura y en general de todas las fuerzas vivas de la República.


5.- El Ejército de Chile, actor decisivo en la solución de la grave crisis política de 1973, y sustento de un Gobierno cívico militar que restableció en nuestra Republica el imperio del derecho, la libertad, la paz y el progreso, ha debido asumir una pesada carga de rencor, ingratitud y hostilidad política-jurídica.
No obstante, ha acatado con prudente silencio castrense los fallos adversos de los tribunales. Ha soportado con estoicismo la amarga y disolvente critica de sectores que ven en su firme doctrina válorica y constitucional uno de los baluartes más sólidos de la Nación, y ha debido vigorizar su reconocido profesionalismo para poner una barrera infranqueable a los viles propósitos de debilitar la verticalidad del mando objetando la obediencia debida, u oponiendo objeciones de conciencia para cumplir con el noble deber de servicio a la Patria.

Con serena claridad y coraje, tanto el Ejército activo y en retiro, han buscado infructuosamente, caminos y soluciones para una Reconciliación patriótica y generosa, con propuestas viables y actitudes significativas que avalan su permanente espíritu de estar en la vanguardia de estos importantes y sensibles temas nacionales.
No nos parece que sus iniciativas hayan tenido en el ámbito político la consideración que se merece nuestro Ejército, que desde los albores de la Republica nos ha dado libertad y soberanía; el mismo que en épicas jornadas nos brindó gloria, paz y patrimonio del que disfrutamos hoy todos los chilenos
De ahí su grandeza en la paz y en la guerra


6.- Con desencanto vemos como las disensiones y la discordia política, conspiran contra las mejores oportunidades de la Nación y van postergando las justas esperanzas de una juventud que en cada alborada renueva sus votos en nuestra Patria, grande y generosa, que ha sido ejemplo de "Asilo contra la opresión" para muchos ciudadanos del mundo, y que por visiones políticas menguadas a marginado a muchos de sus dilectos hijos, manteniéndolos en una "opresión" político-jurídica.

Todo gobierno con vocación de progreso social y económico, sólo se fortalece y prospera en un clima de unidad y concordia nacional, condición justa y necesaria para proyectar el país a niveles de desarrollo compatibles con los requerimientos de los tiempos actuales, marcados por una globalización en todos los campos de la actividad humana.
Por ello, un ACUERDO NACIONAL VOTIVO con motivo de nuestro Bicentenario, constituiría el acto más significativo y patriótico de nuestra chilenidad.
Ello afianzará nuestros valores nacionales, reforzará nuestra voluntad de ser y nos potenciará, para los retos actuales y del futuro en todas las coordenadas político-económicas y sociales, lo que sin duda nos hará más grandes y respetados en la América Austral.

CHILE NO PUEDE, A LAS PUERTAS DE SU BICENTENARIO DESPERDICIAR ESTA ULTIMA OPORTUNIDAD HISTORICA.

¡!NUESTRA PATRIA ESPERA DE LA NOBLEZA DE SUS HIJOS GESTOS
VALIENTES Y GENEROSOS!

Raúl Contreras Fischer


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