Los abanderados expusieron sus propuestas sin respetar demasiado el formato del foro organizado por TVN:
Ofertas electorales y fuertes críticas entre Piñera y Frei marcaron primer debate en televisión
El Mercurio,
Los candidatos del oficialismo y de la centroderecha, además de Marco Enríquez-Ominami y Jorge Arrate, respondieron durante 90 minutos preguntas en tres bloques marcados por aplausos y pifias del público.
Un foro en el que escasamente se respetó el formato establecido, abundaron las ofertas electorales y donde primó el enfrentamiento entre los tres candidatos que lideran las encuestas, fue el resultado del primer debate presidencial en televisión donde participaron Sebastián Piñera, Eduardo Frei, Marco Enríquez-Ominami y Jorge Arrate.
Con un esquema que se inició con la presentación de los abanderados -y donde los mayores aplausos se los llevó el presidenciable de la Coalición por el Cambio, pero también las pifias más sonoras- se dio paso a un primer bloque consistente en una pregunta a cada candidato, luego de lo cual sus contendores podían debatir las propuestas y comentarios dados por el primero.
Fue aquí cuando comenzaron las promesas electorales de cada uno. Como cuando Frei afirmó que en su eventual gobierno invertiría US$ 1.500 millones para mejorar la calidad de la educación; crearía subsidios a las pymes para contratar a jóvenes y regularía el sistema de universidades privadas, además de destinar US$ 500 millones para llevar la protección social a la clase media.
Enríquez-Ominami replicó que él invertiría US$ 1.700 millones para mejorar los sueldos de los profesores, que aumentaría la regulación a los bancos y crearía subsidios de aislación térmica para que los pobres paguen menos por energía. Piñera, en tanto, anunció que duplicaría la subvención de $36 mil por alumno, prometió 10 mil carabineros más en las calles para combatir la delincuencia y la creación de un Sernac financiero. Arrate, por su parte, se comprometió a reservar ciertos mercados en la economía sólo para las pequeñas y medianas empresas, una regulación del mercado de los medicamentos y terminar con la educación municipalizada.
A medida que los aspirantes a La Moneda avanzaban en sus propuestas, las pifias y gritos obligaron al moderador del debate, Alejandro Guillier, a pedirle al público respetar las presentaciones.
Pero en el segundo bloque, en el cual los presidenciables debían responder a preguntas relacionadas con los 10 temas que más preocupan a los chilenos, según la encuesta CEP, fueron los propios candidatos quienes comenzaron a ignorar las reglas del formato. Pese a que cada uno debía proponer tres medidas concretas para solucionar los problemas que les correspondieron por sorteo, éstos comenzaron a privilegiar los enfrentamientos entre ellos y remarcar ciertos mensajes.
Fue así como Frei ironizó respecto de la mala calidad de la salud -criticada por sus tres contendores-, recordando que el ex Presidente Bill Clinton felicitó a la Presidenta Bachelet esta semana por los avances chilenos en esta materia. Sería la primera de varias alusiones a la Mandataria por parte del senador DC, quien defendió el legado de los gobiernos de la Concertación e insistió en que continuaría con la obra de la actual administración.
Marco Enríquez-Ominami comenzó aquí a centrar sus críticas tanto en Frei como en Piñera, cuando criticó a este último por no referirse a los ladrones "de cuello y corbata" al hablar de los problemas de la justicia y atacó a éste y a Frei por no transparentar sus gastos de campaña. En contraste, con Arrate mostró una actitud más conciliadora, un gesto que sería replicado por el aspirante del Juntos Podemos en varias instancias.
Al hablar de la corrupción, Frei se encargó de cerrar este bloque lanzando su mayor artillería contra Piñera, al recordar que un informe internacional elaborado por Chile Transparente hizo mención ayer a la denuncia de uso de información privilegiada que afectó al candidato opositor en 2006, por haber comprado acciones de LAN un día antes de conocerse sus resultados financieros, motivando una investigación de la SVS.
Éste terminó siendo el enfrentamiento que marcó los momentos más duros del debate. Al iniciarse el tercer bloque, donde debían contestar preguntas enviadas por distintos chilenos, el aludido en lugar de responder la pregunta primero rechazó con dureza los cuestionamientos y calificó al candidato oficialista de irresponsable y le exigió una disculpa, que no llegó.
La parte final permitió a los cuatro abanderados explicarle al país en un minuto por qué aspiran a la Presidencia. Una instancia en la que Piñera aseguró que Frei ya había sido Presidente y dejó pasar su oportunidad; donde Arrate reivindicó con orgullo su perfil de izquierda y de carácter "allendista"; Marco Enríquez-Ominami apeló a la empatía con el público y criticó los silencios y omisiones de Piñera y Frei, y este último reclamó con humildad su derecho a reconcursar a la Presidencia para continuar la obra de Bachelet.
"Creo que de lo que se trata ahora es de seguir cambiando Chile. Estoy dispuesto a sacrificarlo todo. Lo he arriesgado todo, a pesar de la mala voluntad de algunos para generar primarias".
MARCO ENRÍQUEZ-OMINAMI
"Si tengo el privilegio de servirlos como Presidente, voy a ser un Presidente del cambio y de la unidad nacional. Que restablezca la cultura de hacer las cosas bien y en forma honesta".
SEBASTIÁN PIÑERA
"Yo miro el mundo como un socialista, como un libertario, como un allendista, como un hombre orgullosamente de izquierda; y lo miro desde la perspectiva de la democracia y de la igualdad".
JORGE ARRATE
"He ocupado todos los altos cargos de este país, pero estoy reconcursando con humildad para seguir dirigiendo, para seguir liderando, para seguir construyendo el Chile del Bicentenario".
EDUARDO FREI
jueves, 24 de septiembre de 2009
DEBATE EN TELEVISIÓN
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