lunes, 28 de septiembre de 2009

MILITARES URUGUAYOS EXTRADITADOS A CHILE


BUENOS AIRES, 22 DE SETIEMBRE DE 2009


CONGRESO DE UNOAMERICA EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


TEMA: MILITARES URUGUAYOS EXTRADITADOS A CHILE.



Señor Presidente de UNOAMERICA, Señores Delegados de los Países Latinoamericanos, Camaradas, Amigos, Señoras, Señores y Público en General:

Es un honor para mí, poder estar en este Congreso y sobre todo exponer por unos minutos, una situación que es parte del gran tema que afecta por igual a mi país y a este continente y obviamente me refiero a las consecuencias de la influencia de los gobiernos marxistas-comunistas y del socialismo revolucionario que han trastocado la vida democrática de nuestros países.

No pretendo a través de esta exposición, interferir en los asuntos políticos de cada uno de vuestros países, pero la dialéctica revolucionaria, como sus planes de desestabilización social, no tienen fronteras, van más allá de lo imaginable, como lo han hecho durante casi toda una vida el dictador Fidel Castro y ahora su discípulo Hugo Chávez y otros, que todos conocen, teniendo ingerencias políticas y socio-culturales y de apoyo a las guerrillas locales.


Esta es la verdadera actitud y trabajo del Foro de Sao Paulo en todos los órdenes, seguida por la mayoría de nuestros presidentes, integrando de una manera o de otra, organizaciones como la de UNASUR, pretendiendo dictar las normas del encaminamiento americano, dividiendo y polarizando nuestras sociedades, degradando nuestros valores morales, culturales y políticos, de identidad nacional, falseando la verdadera historia de nuestros países, pretendiendo mostrar otra, que justifique las persecuciones de quienes lucharon en el pasado contra el terrorismo marxista,…. hoy…, nuestros presos políticos, civiles o militares.
Y con estos últimos el empleo de las más ilegitimas irregularidades jurídicas, que casos sobran en nuestra America……….y esto es, a lo que se denomina, “el Socialismo Siglo XXI”.

Es por eso que hoy me toca exponer sobre una gran situación uruguaya como es el caso de los militares extraditados a la República de Chile, situación que se suma a la de nuestros presos políticos, igual que la de otros tantos países, pero con la diferencia de que tenemos una Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, que ha sido violada en reiteradas oportunidades por nuestro actual gobernante, de acuerdo a su conveniencia o por las exigencias de grupos libertarios, (de tendencia anarquista o similares), o como un “as” sacado de la manga, para tapar situaciones de corrupción o de crisis socio-económicas.

Nuestros militares son los Coroneles Tomás Cassella y Wellington Sarli, y el Teniente Coronel Eduardo Radaelli, quienes fueron extraditados a la República de Chile el 18 de abril del 2006 en un marco y situación muy irregular desde el punto de vista jurídico, procesal y de respeto a la soberanía de nuestro país, lo que da debida cuenta de la irresponsabilidad de las autoridades judiciales y de gobierno.
Y quizás no sea irresponsabilidad, sino mucho más, la venganza, ensañamiento, de haber perdido una guerra, que es mucho más grave.



No podemos quedarnos en una situación pasiva ante circunstancias de injusticia, porque tenemos la convicción de que son inocentes de los delitos que se les acusa en la hermana nación.
Estos camaradas de armas han sido y serán ejemplo de buenos soldados, con convicciones y cualidades excepcionales para el cumplimiento del servicio a la patria, no cabiendo la menor duda con respecto a su dignidad, honestidad, lealtad y proceder.
Y estos elementos que son algunos de los que marcan la profesión militar, son los mismos que llevan a la Justicia Uruguaya a determinar varios fallos de inocencia en el transcurso de estos años, que no ofrecen dudas con respecto al proceder de los imputados.

Para que ustedes tengan una idea más acabada del caso Berríos, éste comienza alrededor de los primeros días del mes de junio de 1993, con un presumario en un juzgado del interior de mi país a raíz de una carta anónima publicada en la prensa.
………Y ustedes se dieron cuenta que dije “de mi país”, no en ningún otro, ¡¡en el mío!!, en la Republica Oriental del Uruguay y fue la justicia, ¡¡reitero, de mi país!! la que tomo intervención en tan mencionado caso y ninguna otra lo hizo hasta pasadas unas semanas, y que lo hizo porque leyó la noticia en un diario, y esa fue la Justicia Chilena.

Desde esta última fecha, los militares involucrados a raíz de una investigación administrativa del Ministerio de Defensa, son llamados a declarar a la Justicia Militar; posteriormente en agosto del 93 y en marzo del 94, lo hacen en la justicia civil.

En Diciembre del 94 se archiva el caso por privación de libertad al quedar los oficiales desvinculados del hecho por el cual habían sido imputados.



En abril de 1995, aparece un cadáver, siendo identificado posteriormente como el de Eugenio Berríos, reabriéndose el caso en 1996. En febrero de ese año Cassella y Radaelli solicitan un Tribunal de Honor por considerarse ofendidos por artículos de prensa. El Tribunal determina que se encuentran comprendidos en el límite A-1
(Absolución por Falta absoluta de Culpabilidad, por unanimidad de votos, siendo el fallo ratificado por Comandante en Jefe del Ejército y por el Poder Ejecutivo).
En el año 98 concurren a la Justicia Civil a declarar y en noviembre el fiscal solicita el archivo por el delito de Privación de Libertad y Homicidio, y el Juez archiva el caso.

En Octubre del 2002 por trascendidos de prensa se reabre el caso por procesamientos de chilenos en Chile.
En Diciembre del 2002 se hace cargo un nuevo juez, (ningún delito estaba prescripto todavía) y no hace ningún procesamiento.
En abril de 2003 los oficiales concurren a declarar a la Justicia Civil por exhorto de la Justicia Chilena (como testigos). El Juez Madrid presencia los interrogatorios.
En agosto del 2003, los oficiales concurren a declarar a la justicia Civil y en diciembre el ministro Madrid (chileno) dicta auto de procesamiento por Asociación Ilícita y Secuestro para Cassella, Sarli y Radaelli. Se solicita la Extradición.
En Junio 2004 concurre Radaelli a declarar a la Justicia Civil, y en setiembre se dicta sentencia del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal de Segundo Turno (Montevideo) haciendo lugar a la solicitud de Extradición. En octubre concurren de nuevo a declarar a la Justicia Civil. Y en diciembre la fiscal solicita el archivo del caso y el Juez contesta que hay diligencias pendientes.


1º de marzo de 2005 asume Tabaré Vázquez como Presidente de la Republica.

En junio de 2005 se dicta sentencia de segunda instancia (la extradición) por parte del Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Tercer Turno.
En febrero del 2006 el juez archiva el caso habiéndose investigado todos los delitos posibles.
El 22 de marzo la Suprema Corte de Justicia concede la Extradición, el 31 se decreta la prisión preventiva en una Unidad Militar y el 18 de abril se trasladan los oficiales a Chile siendo alojados en distintos lugares.

Desde esta última fecha hasta el 20 de junio de 2006 concurren en varias oportunidades a declarar frente al Ministro Madrid, y a partir de ese momento nunca más fueron llamados a declarar ante la Justicia Chilena.

Desde el 22 de junio hasta el 11 de setiembre de 2006 se pidieron sucesivas libertades sin éxito y el 13 les fue otorgada la libertad provisional.

Cabe destacar que la Justicia Uruguaya, luego de casi 13 años de investigación no pudo probar ninguna vinculación de los mismos con la presunta muerte del ciudadano Eugenio Berríos, razón por la cual el caso fue archivado en reiteradas oportunidades, por los jueces actuantes. Obviamente esto pone de manifiesto la desvinculación de los oficiales con el hecho investigado.

Otro tema muy importante que se puede presumir aunque no probar, fue la ingerencia de la Justicia Chilena, mediante argucias legales, intentando vincular a nuestros extraditados a hechos sucedidos en Chile y que se relacionaban directamente con los mismos hechos investigados por la
Justicia uruguaya.
Y ese camino fue construido en base a ilegalidades realizadas en nuestro país por la Policía Chilena, presionando a familiares de los Oficiales e inclusive contando con un Senador de la República como colaborador.
Se puede mencionar también los documentos falsos que se incluyeron en los expedientes y los testigos pagos por ésta, que fueron llevados a Santiago de Chile para atestiguar en contra de los Oficiales uruguayos y de los chilenos.

Durante esos largos años de intensa actividad jurídica, y de confrontación, de soportar acusaciones sin fundamento, y ser sometidos al escarnio público, nuestros camaradas actuaron con respeto, educación, dignidad, conducta, serenidad, y sobre todo paciencia frente a las distintas provocaciones a que fueron sometidos, actuaron como tenían que actuar en ese destierro forzado, como verdaderos oficiales de las Fuerzas Armadas y respetuosos ciudadanos.

Esta situación también afecto al gran entorno de la familia militar, a los amigos y camaradas, pero en particular a la base de la sociedad, la familia propiamente dicha, ese gran eslabón de la cultura de Occidente, que tantas veces ha sido violado durante el transcurso del accionar terrorista en nuestras patrias y gracias siempre a las organizaciones como la J.C.R de los 70 o al Foro de Sao Paulo en los 90, junto a las ONG y organizaciones sociales afines de la actualidad.

No es muy fácil explicar a los hijos y amigos de estos, determinadas situaciones como las que nos ha tocado vivir, cuando un ciudadano u oficial concurre a un Juzgado, a sentarse frente a un Juez, a ser interrogado por distintos hechos y luego es extraditado o trasladado a una prisión, no es fácil y muchos de ustedes lo han experimentado en carne propia o por familiares cercanos.

No es fácil volver años atrás para explicar el deber de un Soldado de la Patria, cuando las Fuerzas Armadas están siendo vilipendiadas o cuando un ciudadano respetuoso ha luchado en defensa de la Democracia. Es difícil explicar la verdad cuando la misma es atacada por acciones sicológicas que alteran la historia y la realidad.


Pero ahora voy a hablar de determinados planes de carácter político y acciones
que se realizaron con la anuencia secreta de ambos gobiernos y autoridades para activar la extradición de mis camaradas y me refiero a la visita de la Senadora Carmen Frei ( Chilena claro está) en el año 2004 en Uruguay para intentar acelerar la extradición de los camaradas, reuniéndose en la oportunidad con el Vicepresidente de la República Hierro López; todos sabemos que tras el apellido Frei existe un juicio al Estado Chileno donde esta en juego muchísimo dinero, y los peones para el reparto son también muchos y de ambas naciones, pero ese es otro tema.
En Marzo del 2006, a raíz de la visita a nuestro país de la Presidente de la República de Chile, Michelle Bachellet, la Suprema Corte de Justicia concede la extradición de los camaradas. Vaya casualidad, y después algunas Justicias de otros países se quejan y piden informes sobre el Plan Cóndor, cuando el Plan Condorito del Foro de Sao Paulo está en plena actividad.

También es lamentable, pero es así, y ustedes sacarán las conclusiones, que el Presidente uruguayo podría no haber entregado a los militares de acuerdo al articulo 7 del Tratado de Extradición con la República de Chile, pero obviamente no quiso, alguna razón tendría o estaría siguiendo alguna directiva del Foro.

El otro tema de esta cofradía de los viejos “jóvenes idealistas” de los 70, es la politización del caso que está haciendo el Juez Alejandro Madrid, pero es parte del gran circo que se ha instalado para vengarse del pasado.

Nuestros militares han pedido autorización para cumplir el arraigo en Uruguay habiendo ofrecido garantías el gobierno uruguayo.
Y se materializa de la siguiente manera: “El 07 de setiembre de 2007 el embajador uruguayo mediante nota N° 257/07 manifiesta que de acuerdo a la instrucción recibida, el Poder Ejecutivo se ofrece de garantía.”
El 20 de setiembre de 2007, el Juez Madrid resuelve luego de una exposición de motivos, que referente al compromiso del Gobierno uruguayo y el Sr. Comandante en Jefe del Ejército estos “...no son suficientes para sustraer a estos procesados del control, que por ley corresponde exclusivamente a este tribunal”, por lo cual declara que “no ha lugar” a la petición.
Evidentemente, el Juez Madrid, demuestra una falta de respeto a la figura del Presidente de la República al considerar que no es suficiente la garantía ofrecida.
Pero obviamente todo esto es parte del circo, hay líneas a no depasar, no es conveniente que nuestros camaradas estén en Uruguay, no es conveniente que haya un antecedente en Latinoamérica de este tipo, porque va haber más extradiciones de Uruguay a otros lados y acorde a las últimas informaciones, va haber extradiciones de distintos países a Italia.


Señores, hay que entender bien, estamos en guerra, no se nota para el común ciudadano de nuestros pueblos, estamos en lo que se denomina una guerra asimétrica, un guerra de percepciones, en un macro conflicto de cuarta generación como escribe mi amigo y camarada Jorge Mones Ruiz en su libro. Pero a los militares y a aquellos que los han acompañado,”nos están juzgando por delitos que están de moda, siendo el más común el denominado Asociación para delinquir, Asociación ilícita, entre otros”.
“Los jueces que tipifican este delito para militares en cumplimiento de Actos del Servicio, no hacen nada mas ni nada menos, que mutar a la institución Fuerzas Armadas, en una asociación para delinquir, transformando la unión vertical y disciplinada de las mismas, impuestas por la Constitución, las Leyes, Decretos y Reglamentos, en un grupo o banda armada dedicada a la comisión de delitos”. (Pagina en Envozalta).

Resumiendo en pocos puntos lo relativo a nuestros camaradas extraditados, consideramos:

. 1- Que están siendo juzgados dos veces por los mismos delitos, cuando en Uruguay se cerró el caso, sin procesamientos; se da lugar a la extradición y se los vuelve a juzgar en Chile por exactamente los mismos hechos

2- Se concedió la extradición con los “supuestos” delitos prescriptos en los dos países.

3- Se han sucedido una serie de irregularidades en el proceso en Chile, como ser la inclusión de documentos fraguados, pesquisas secretas de la policía chilena, pago a testigos, todo lo cual fue denunciado.

4- Demora del proceso. Hace casi 4 años que están extraditados en Chile esperando una supuesta sentencia, siendo la última vez que comparecieron frente al juez, el 20 de junio del 2006

5-que la situación es totalmente injusta, que son inocentes de cualquiera de las imputaciones realizadas acorde a lo actuado por la Justicia Uruguaya.

6-Así actúa el enemigo en nuestros países.

Me he comunicado con el Tte. Cnel. Eduardo Radaelli antes de concurrir a este Congreso Internacional de UNO-AMERICA y me ha trasmitido el saludo para todos ustedes.


Gracias por vuestra atención y los exhorto a continuar en la lucha contra el enemigo en común.


MAYOR ENRIQUE MANGINI USERA

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