La UDI, perpleja
Son decenas los correos que entran en
estos casos preguntando simplemente ¿por qué?
¿Por qué al votar sobre la píldora dos
senadores de la UDI fallan de nuevo? ¿Porqué el
presidente del Senado, nuestro emblématico Jovino
Novoa -al que tanto hemos admirado y defendido-
nos deja perplejos por voto y actitud? ¿Por qué
nos sorprendemos a cada semana porque sucede
justamente lo contrario de lo que esperábamos?
Porque hace ya años que la UDI entró en
un proceso de disolución. ¿Credenciales para
decirlo? Sólo ésta: casi 39 años de estrecha
dedicación al proyecto de Jaime Guzmán, desde
marzo de 1971 a octubre del 2009. Eso es lo que
habilita -no una supuesta ciencia infusa- para
poder comparar, criticar y proponer.
¿Qué paso en la UDI?
Cuatro cosas. Creció sin control, olvidó
la formación, descuidó la ética y no supo
autocorregirse.
Creció sin control, porque Lavín iba a
ser presidente y atrajo a cuanto arribista iba
pasando por la periferia del partido. Y no se los
filtró. Y siguen dentro. Y son muchos.
Olvidó la formación, porque muerto Jaime
Guzmán siguió con el vuelito de lo que había
sembrado el fundador y, de ahí en adelante, sólo
ha tolerado planes de formación tan sacrificados
como amateurs.
Descuidó la ética, porque aunque insistió
una y otra vez en que se inspiraba en principios
cristianos, claudicó notoriamente en el momento
de sacar las conclusiones prácticas que de ellos
se derivan.
Y no supo autocorregirse, porque no
ejerció los mecanismos internos para hacerlo.
Despreció la crítica de los militantes más
antiguos, esterilizó el accionar de su Tribunal
Supremo, justificó cuanta bobada se permitieron
algunos de sus parlamentarios y dirigentes.
Con este panorama ¿está todo terminado?
¿Se acabó la UDI de Jaime Guzmán, como afirmó
pocos días atrás un joven y lavinista candidato a
diputado?
No, ni de lejos, porque el talante
indomable de algunos de sus fundadores permanece
intacto y, como se acerca ya la hora del colapso
final, crece su decisión de intentar un último
esfuerzo. Será un esfuerzo de larga duracion eso
sí, como ésos que le gustaban a Guzmán.
Gonzalo Rojas Sánchez
miércoles, 28 de octubre de 2009
COLUMNA PERPLEJA
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COMENTARIO G. ROJAS
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