EX TUPAMARO HACIA LA PRESIDENCIA EN URUGUAY

A una semana de las elecciones:
José Mujica, el ex guerrillero tupamaro que se encamina hacia la Presidencia en Uruguay

Pese a su turbulento pasado, el candidato del izquierdista Frente Amplio se declara un demócrata convencido y dice que su proyecto político es más afín al de Lula que al de Chávez.

JAVIER MÉNDEZ ARAYA
El Mercurio

En la década de 1970, José Mujica estuvo siete años preso en una celda subterránea, por sus actividades en el movimiento guerrillero de izquierda Tupamaros.

Mujica era líder del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros), agrupación que cometió sangrientos ataques a militares, asaltos a bancos y asesinó a un agente de la CIA estadounidense.

La sombra de ese pasado turbulento, unida a un estilo poco ortodoxo, convierte al candidato oficialista uruguayo para la Presidencia en una figura de interés mediático.

"Su participación en la guerrilla y el hecho de haber sido torturado le juega a favor, porque en gran parte de la ciudadanía uruguaya de hoy no hay un juicio crítico sobre esa época y no está instalada la creencia de que el movimiento Tupamaro era una organización ilegítima o que perseguía causas contrarias al bienestar nacional", sostiene el politólogo de Montevideo Ignacio Zuasnávar.



"Medio anarquista"

Desde joven, Mujica mostró un interés por la política, y ya en el liceo era "medio anarquista", según él mismo reconoce. Sin embargo, sus primeros años de militancia fueron en el conservador Partido Nacional, ahora su principal rival.

Años después, Mujica cambió su rumbo para participar como guerrillero en el MLN-T. Con el retorno de la democracia, Mujica fue beneficiado por una ley de amnistía y, tras salir en libertad, se dedicó a la política, la antropología y la literatura, tres de sus pasiones.

"Pepe" Mujica tiene hoy 74 años y se declara un "demócrata convencido". Enarbola las banderas de la coalición izquierdista Frente Amplio (FA, en el gobierno), y aparece como el favorito para los comicios presidenciales del próximo domingo con el 44 por ciento de las preferencias.

El ex tupamaro jugó un rol crucial en la llegada de la izquierda al poder en Uruguay. En los comicios generales de 2005 fue el senador más votado, y el apoyo de su Movimiento de Participación Popular (MPP) fue fundamental para que el médico oncólogo Tabaré Vázquez fuese elegido como el primer Mandatario de izquierda en Uruguay, y su coalición Frente Amplio, lograra la mayoría en ambas cámaras del Congreso.

¿Qué es el "fenómeno Mujica", como dicen los uruguayos?

Para Zuasnávar, el "fenómeno Mujica" se refiere a las peculiaridades de su liderazgo.

"Es una persona que no responde en su apariencia, en su forma de expresarse y en lo que ha sido su trayectoria política, a los parámetros tradicionales de lo que han sido los liderazgos políticos uruguayos", manifiesta.

Según los expertos, a los uruguayos en general les gusta que él concurra al Senado o los actos públicos en una destartalada motocicleta, que nunca se ponga traje ni corbata, que venda flores que cultiva en su chacra y que diga lo que piensa.

"Mujica se ha transformado en un líder carismático, con una capacidad oratoria muy interesante, un discurso sencillo que es accesible a la gente", dice Zuasnávar.

Sin embargo, hay sectores que rechazan su particular estilo y lo han calificado de "el gurú del lumpen".

"Por eso, en el último tiempo ha preferido mantener un perfil más bajo y mostrarse como alguien que puede conducir al país", dice el consultor Eduardo Botinelli.



¿Cercano a Venezuela?

La pregunta hoy en Uruguay es: ¿cómo será un eventual gobierno de Mujica? ¿Proteccionista y revolucionario, cercano a Venezuela y Cuba?

Los analistas uruguayos dicen que no.

Mujica se ha preocupado de transmitir tranquilidad a las clases media y alta del país, sobre todo a empresarios e inversionistas, y ha prometido un gobierno situado en la línea de Vázquez. Dicen que apostará por una economía abierta a la inversión, una política fiscal rigurosa, un plan de ayudas sociales y un alineamiento con el Presidente de Brasil, Inácio Lula da Silva.

"Mujica no es Chávez ni Evo Morales. Y él se ha preocupado de decir a los cuatro vientos que su modelo es el de Lula e incluso el del gobierno chileno de Michelle Bachelet. Y en eso ha jugado bien sus cartas, porque acá en Uruguay la figura de Hugo Chávez está muy desprestigiada", dice el analista uruguayo Juan Carlos Doyenart.