Corte Suprema falla contra Zelaya a horas de los comicios generales

L.N.

La opinión de la alta corte había sido pedida por el Congreso, que debe decidir finalmente sobre la restitución del derrocado Presidente el 2 de diciembre.

En un gesto considerado como intervención electoral por sectores opositores al régimen de facto hondureño, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) local consideró ayer -a horas de los comicios generales- que el depuesto Presidente, Manuel Zelaya, no puede ser restituido si no se somete a los juicios que tiene pendientes, según un informe que entregó al Congreso.

En la opinión entregada al Congreso, que el 2 de diciembre debe votar sobre la restitución o no de Zelaya, la CSJ ratificó el criterio que emitió el 21 de agosto y estimó que Zelaya es culpable de seis delitos por los que debe presentarse a la justicia.

El presidente del Supremo, Jorge Rivera, declaró a periodistas que la Corte “no profundiza ni toca el fondo” de la cuestión de la restitución o no de Zelaya, porque tiene causas pendientes contra él, pero sí aporta “los elementos para que se pueda tomar (en cuenta en) la decisión” final que debe tomar el Congreso la próxima semana.

Rivera explicó que la definición de la alta corte se “sustenta en 6 delitos”, entre ellos, el de traición a la patria, desobediencia a órdenes judiciales, violación de los deberes de los funcionarios y abuso de autoridad.

Zelaya tiene orden de captura por delitos de los que se le acusa y permanece refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 21 de septiembre. Ayer, el derrocado Mandatario aseguró que permanecerá en la legación hasta que se lo permita el gobierno brasileño.

El depuesro presidente también adelantó que en las elecciones del “domingo habrá abstencionismo del pueblo, el pueblo no irá masivamente a votar”.

Mientras, comenzaron a llegar al país algunos de los observadores internacionales invitados a vigilar el proceso, al tiempo que el estadounidense Centro Carter anunciaba oficialmente que no mandará veedores, igual decisión a la tomada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas.

Los primeros observadores en llegar fueron los ex presidentes de El Salvador, Armando Calderón; de México, Vicente Fox, y de Bolivia, Jorge Quiroga.